martes, 26 de diciembre de 2017

#MeToo yo también sufrí abusos sexuales

Las historias de abusos sexuales que están saliendo a la luz demuestran como se trata de un problema de dimensiones muy superiores a lo que podríamos haber imaginado. Ya sea en el ámbito del trabajo, de la familia, de la Iglesia Católica, somos muchas las personas que hemos sufrido abusos sexuales. Algo que puede dejar secuelas durante largas décadas.
En el caso de los abusos sexuales en el ámbito de la familia se trata de secretos inconfesables aunque con frecuencia conocidos. Si la víctima de los abusos decide hablar lo habitual es que sea culpabilizada por la familia, pues se considera mucho más grave dar a conocer los abusos incestuosos que el mismo hecho de que se hayan producido.
En mi caso jamás hubo ninguna violencia, se trataba de un juego excitante en un momento en el que yo estaba empezando a descubrir mi sexualidad, en torno a los doce años. Mi hermano, diez años mayor que yo, empezó a toquetearme cuando yo tenía ocho años y nos duchábamos juntos al volver de la playa en verano. El descubrió que no descapullaba bien y en consecuencia fui operado de fimosis.
Pocos años más tarde jugaba conmigo, yo me hacía el dormido y el me desnudaba, también decía que me sofronizaba. No se cuanto tiempo duraron estos juegos. Lo que si recuerdo perfectamente es el día en que eyaculé por primera vez en mi vida cuando él me hizo una paja. Me resultó desagradable y le dije que no pensaba que fuera a dedicarle mucho tiempo a esa actividad. Obviamnete estaba equivocado. Siguieron muchos encuentros sexuales con mi admirado hermano mayor. Él era para mí una especie de héroe, alguien a quien seguir, un referente en todos los sentidos. Yo le quería como es lógico, el contacto físico con él era a  un mismo tiempo excitante y repulsivo. No me gustaba su olor, ni su vello, ni su sudor. Con él aprendí algo terrible que tardé muchas décadas en superar: la idea de que podía tener relaciones sexuales con personas que no me resultaran atractivas. Calculo que tendría 16 o 17 años cuando puse fin a nuestras relaciones negándome a volver a tener sexo con él. Pero durante décadas le justifiqué y disculpé. Le decía que no me había condicionado, que yo había tomado mis decisiones libremente. Nada más lejos de la realidad. He sufrido más de cuarenta años las consecuencias de mi iniciación sexual. He seguido terapias de muchos tipos. La más efectiva una doctora en Psiquiatría del Hospital La Paz, cuando ya había cumplido los 50 años. Ella me ayudó a verbalizar y reconocer que mi iniciación sexual no fue algo aceptado libremente por mí sino abusos sexuales. No es necesario que exista violencia para que las relaciones entre un adulto y un menor puedan ser calificadas como abusos. Obviamente cuando existe además violencia es algo mucho más grave y traumático. Pero un menor que empieza a conocer su sexualidad no está en condiciones de consentir libremente. Yo desde luego no lo estaba. Mi hermano se aprovechó de su situación de poder, de su enorme influencia en mí para dar satisfacción a sus deseos. Jamás me pidió disculpas. Jamás me explicó qué le hizo comportarse de ese modo, aunque siempre sospeché que probablemente también él había sufrido abusos sexuales, seguramente con algún sacerdote cuando estuvo el el seminario. Jamás me facilitó ninguna herramienta para entender y asimilar mi propia historia, ninguna reparación, ninguna terapìa.
No era ningún monstruo, me consta que me quería, que le preocupaban mis problemas, pero cuanto más intentaba ayudarme más me perjudicaba.
Como muchos hombres de la época, él ocultó su homosexualidad y se casó con una mujer con la que según me explicaría más tarde, mantenía una "relación muy intelectual". A mí me pareció que aquello era pura hipocresía con el fin de lograr un ascenso social. Si él no era capaz de vivir de acuerdo con sus deseos yo sí lo haría. Bastaba que él me recomendara algo para que yo decidiera lo contrario. Fueron años dificiles. Las relaciones incestuosas con mi hermano condicionaron toda mi vida, sexual, emocional, intelectual. Yo acepté la relación con un hombre mayor al que, al igual que ocurrió con mi hermano, admiraba por sus valores y repudiaba físicamente. Mi hermano no fue el culpable de que yo inicara esta relación que duró varias décadas, pero sí condicionó mi capacidad para discernir y decidir libremente.
Han pasado muchos años, todavía sigo yendo a terapìa. He perdido a mis hermanas y a la mayoría de mis sobrinos. Fuí estigmatizado por la familia por el hecho de denunciar al ilustre Doctor en Psicología que abusó de mí cuando a penas era un adolescente.
Hay quienes defienden la Pederastia, algunas personas y colectivos en el movimiento por los derechos homosexuales han defendido en el pasado la pedofilía. No es mi caso. Tal vez en otro tipo de sociedad pueda tener sentido el llamado amor griego. Podemos debatir cual debe ser la edad legal para el consentimiento sexual, obviamente puede haber personas menores de esa edad límite para el consentimiento sexual con la madurez necesaria para asumir la relación con un adulto, si, también lo contrario, personas mayores de esa edad límite que sin embargo no tengan la madurez necesaria. En mi caso, con doce años, desconociendolo todo del sexo no estaba preparado para mantener relaciones con un adulto. Hacerlo fue devastador para mi vida y me hizo muy desgraciado durante cerca de cuarenta años, aunque también tuviera motivos para ser feliz.
Ninguna persona debería nunca aprovecharse de su situación de poder para satisfacer sus bajas pasiones sin tener en cuenta el daño que puede ocasionar a su víctima.
No es aceptable y debe ser denunciado por muchos años que hayan pasado.
Me too, yo también sufrí abusos sexuales.

jueves, 21 de diciembre de 2017

Los hijos que nunca tuve

En cierta ocasión imaginé las vidas pasadas que hubiera vivido si existiera la reencarnación. Me imaginé a mi mismo en la prehistoria luchando con un oso delante de una cueva para proteger a mis hijos. Me imaginé a mi mismo luchando en alguna batalla medieval para proteger a los míos. Imaginé que naufragaba en el mar y trataba de poner a salvo a mis hijos. Cuando salí del trance a penas podía decir otra cosa, entre sollozos, que "¿donde están mis hijos?".
Yo no he tenido hijos y sin embargo mi subconsciente de alguna manera echaba de menos a los hijos que nunca tuve.
A los diecisiete años tuve a mi primera novia. Aún no había muerto Franco pero ya había ginecólogos proges que recetaban la píldora, si es que podías acceder a ellos. Nosotros podíamos hacerlo y antes de decidir tener relaciones sexuales nos aseguramos de que no habría un embarazo no deseado. Pero tomar anticonceptivos, al menos entonces, requería cada cierto tiempo tomar un mes de descanso. Mi novia quedó embarazada. Yo deseaba que tuviéramos aquel hijo no previsto y así se lo dije, pero también le dije que la decisión era sólo suya y que yo la aceptaría fuera cual fuere. Ella, más sensata que yo, decidió abortar, en Londres naturalmente. Yo tenía la intuición de que aquella sería la única oportunidad que tendría de tener un hijo y la predicción se cumplió.
Cada cierto tiempo imaginaba los años que tendría el hijo que nunca tuve. Mi hijo podría tener 20 años, treinta años... Ahora tendría un hijo de 43 años, que podría haberse llamado León y que tal vez a estas alturas me hubiera hecho abuelo.
Años más tarde me enamoré de una mujer africana tan hermosa como el sol. No se quedó embarazada pero si soñábamos con la idea de tener un hijo y planeábamos irnos a vivir a Cuba. Ella me decía que yo era su corderito por mi pelo rizado y yo le respondía llamándola muñequita de chocolate. Creo que habríamos tenido una hija, una mulata de una belleza excepcional que habría nacido no de la impaciencia sino del amor. Se habría llamado Shaira o Alika o Makeba, por Miriam Makeba.
Mi hija africana tendría ahora 37 años, habría vivido en Cuba, en Camerún, en España... hablaría perfectamente español, francés e inglés y conocería dichos y canciones en etón, la lengua materna de su madre.
Por último amé a otra mujer al filo del nuevo milenio. Nuevamente hablamos de tener un hijo, un hijo del amor para el nuevo milenio, esta vez del amor consciente. El terecer hijo que nunca tuve tendría ahora diecisiete años.
Ahora soy un hombre mayor, he amado a algunas mujeres y a demasiados hombres. Nunca tendré hijos, no me preocupa, seguramente ya tuve muchos hijos en mis vidas pasadas.
Pero a veces pienso en mi pasado y echo de menos a los hijos que nunca tuve.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Me enamoré de un chapero



Después de una vida de amores y desamores, de abusos y de excesos, de caos y confusión, cuando ya no imaginaba siquiera que pudiera volver a enamorarme… caí en las redes de un chulo. Un joven prostituto me encandiló con sus dulces palabras y sus besos envenenados. Bebí su pócima y caí rendido a sus pies.
Treinta polvos más tarde se produjo este diálogo virtual:
Cliente.- Adios Alberto. Cuidate mucho

Chulo.- ¿Por qué dices adiós? 

Cliente.- Porque necesito empezar otra etapa en mi vida. Sabes que ahora solo me interesa el sexo con sentimiento. No has sido capaz de responder a mis mensajes con un solo "gracias" "un abrazo" "un beso"...
Lo sabes todo de mí. Ha sido maravilloso lo que hemos compartido pero yo quiero ir más lejos y mientras te esté esperando no podré hacerlo. No quiero herirte ni hacerte daño. Tampoco quiero hacérmelo a mí. Si necesitas algo de mí pídemelo

Chulo.- Nunca he sido elocuente contigo por aquí,  y no nos engañemos esto siempre ha sido un intercambio cuyo funcionamiento sabemos bien los dos. Jamás he sentido ningún sentimiento hacia tí, jamás he sentido el mínimo atisbo de amor o atracción pues aparte de la diferencia de edad, no veo nada en tí que me haga sentir eso, pero como bien sabes esto era un juego y los dos éramos partícipes. 
Por favor no pienses que quiero lastimarte pero dudo que a estas alturas encuentres a alguien que aún fingidamente te vaya a profesar amor. Y si eres tan egoísta como para no entender que se ha muerto un familiar, estoy con gripe y tengo que ocuparme de mi futuro llevas razón esto se acabó. Un abrazo y suerte 

Cliente.- Gracias por tu sinceridad y perdóname si te he lastimado. Para mí no era un juego. Siento mucho la perdida de tu familiar y también que estés enfermo. Es duro lo que me dices y lo asumo humildemente. Yo sí te he querido, para mí no ha sido un juego. Te deseo salud, amor, prosperidad. Gracias por enviarme un abrazo. Tú tienes tu duelo y yo tengo el mío. Un sincero abrazo desde el dolor que siento por perderte. Cuídate mucho,  amor imaginado y perdóname si alguna vez te he hecho daño
Eres un gran profesional, deberías venderte más caro si vuelves a hacerlo. Sin duda yo me he engañado pero tú lo has permitido hasta esta mañana, cuando por fin has sido completamente sincero
Te equivocas. Nunca es tarde para encontrar el amor. Yo lo buscaba fuera de mí. Contigo aprendí que está dentro de nosotros mismos. Eres un gran actor y me enamoré del personaje que creaste para mí. Doy gracias a la vida por haberte conocido porque ya nunca me abandonará el amor y es algo que he aprendido contigo. Ojala tú también hayas aprendido algo y yo haya sido para tí algo más que un cajero, eso fue sólo una propina. Mis cartas eran reales y mis sentimientos también. Si alguna vez quieres algo de mí, pídemelo. Eres maravilloso y mereces ser amado, pero busca el amor dentro de tí y no te pierdas como yo me perdí. Que se pase pronto tu gripe, que tengas éxito con los exámenes y encuentres un trabajo digno. Este viejo tonto te sigue queriendo a pesar de todo, aunque ya soy otra persona.

Chulo.- No entiendo tanta sorpresa, se consecuente con tus actos. Un día me dijiste “dime que me quieres aunque sea mentira” y desde ese día asumí el papel que tú me diste. Sabes de sobra como va esto, cobro por haceros creer que lo que queréis es cierto. Cuando te pedía cartas era para fomentar esa ilusión porque si a ti te hacia feliz no me costaba nada colaborar. 

Cliente.- Cariño, he vivido una mentira y el hechizo se ha acabado. Mis sentimientos eran reales, mis cartas expresaban lo que sentía. Ahora es distinto. Yo podría darte 50€ a cambio de una hora de tu tiempo, pero a condición de que fueras completamente sincero. De que aceptaras mi dinero como un acto de generosidad y no como el pago de un servicio. Si ni siquiera puedes ofrecerme un abrazo sincero, ¿que es lo que queda? También te dije que mi amor era más valioso que el dinero. Que podía amarte como a un ahijado. Me resulta dificil creer que no hayas sentido absolutamente nada. Te creí cuando dijiste que habías llorado de emoción con la primera carta. 
Ahora pensaba que no volverías a ponerte en contacto conmigo, pero parece que queda algo por resolver. Me enamoré de ti sabiendo que eras un chulo. Y ¿por qué no? Siento haberte jodido el negocio. Estoy en un momento de cambio. Se puede comprar el sexo pero no se puede comprar el amor. Yo he querido darte todo mi amor, mi placer era tu placer. Ahora estoy en un momento distinto. No puedo decirte otra cosa; te quiero, pero no volveré a aceptar que hagas nada conmigo en contra de tus sentimientos y tus deseos. No se si esto se ha acabado del todo o no. Por favor cuidate mucho en todos los sentídos. Eres un ser excepcional y debes aceptarlo.

No te culpo de lo que ha pasado, soy yo el que ha cambiado. Releyendo mis cartas me pregunto si llegaste a leerlas o entenderlas porque dicen claramente que para mí no es un juego. No permitas que tus clientes se enamoren de tí. Tal vez deberías haber roto tú una historia que no tenía futuro ninguno. Pero has sido honesto, me tenías a tu merced y podías haberte aprovechado mucho más.

Chulo.- Pareces nuevo en esto, no es la primera vez que me sucede pero sí eres el primero que lo ha extrapolado. No me has jodido ningún negocio porque te alternaba con varios clientes y ellos si que saben diferenciar la realidad del momento del encuentro. Repito no quiero ofenderte pero ¿cómo iba a sentir algo por ti? Lo pasaba fatal cada vez que pretendías hacer algún plan conmigo fuera del sexo y luego durante las cenas te quedabas inmóvil y tenía que sacar yo tema siempre,  era super incómodo. 
Sabes de sobra que parte de mi labor es ser un actor, haceros creer que me gustais cuando lo único que uno piensa es que acabe todo y acudir con mi pareja que si es a quien quiero. Lo que me da rabia de esto es que te ha podido la ambición de algo imposible, dudo mucho y perdona mi franqueza que alguien como yo pueda enamorarse de ti, o que encuentres algo similar a lo que te he hecho vivir pues aguanté mucho el tipo en nuestros encuentros. 
Y en este mundo la gente no tiene tanta paciencia,  soy joven pero he visto demasiado de este mundo y te lo digo porque me duele pensar que te hagan daño o se rían de ti. Yo jamás hice tal cosa. En este caso tu impaciencia ha acabado con esto. Yo nunca tuve mala intención . Ya puestos a sincerarnos todo lo referido de mi vida es ficción, incluido mi nombre. 

Cliente.- Que gran actor eres y como me has engañado. Me alegro que no te falten clientes y es lógico porque eres muy bueno en tu trabajo. No conseguirás humillarme por mucho que te lo propongas. Es imposible que me follaras 30 veces sin sentir ningún placer. Si tuviste paciencia conmigo fue porque te interesó. He sido un buen cliente y si tanto te molestaba  mis intentos de tener algo más a parte del sexo haberlo dicho claramente. Qué buen fabulador eres  porque yo me creí tu historia aunque siempre sospeché que no te llamabas Alberto, incluso te lo dije un día. Todo ha sido mentira, salvo mis sentimientos. Eso nunca me lo podrás quitar. El error es amar a alguien que no se lo merece. Me alegro que te vaya todo tan bien. No ha sido mi impaciencia lo que ha acabado con la historia. Yo te hubiera esperado si hubiera habido algo de verdad. Tu desprecio ya no me puede afectar. Y puedes estar seguro de que soy digno de amar y ser amado, aunque no evidentemente por un prostituto.
Yo he aprendido algo contigo. Si tú no has aprendido nada, peor para tí, te llevaste solo la calderilla.
Esta historia fue posible porque la tienes pequeña y no lo digo por ofenderte, todo lo contrario, nadie me ha follado tantas veces como tú.

Chulo.- La suerte de este trabajo es que te vuelve la mente fría y vacío de sentimientos,  mi polla pequeña me ha dado muchos clientes, no me ofende. Y no pretendo hacerte daño, es lo último que quiero pero he estado mucho tiempo reprimiendo mi repulsión hacia ti, no hacia tu persona ya que eres bueno y noble, sino lo que me hacías sentir en el sexo, sobre todo cuando gemías y me llamabas mi amor. Llevo año y medio con un cliente, como comprenderás 30 polvos contigo no es nada,  tan solo tenía que concentrarme pensando en otras personas y me excitaba. 
Estas revelaciones espero que te ayuden, aún a tu edad, a volverte más frío. Hay gente mucho peor, yo siempre fui honesto y acorde a lo que tu querías, hay gente que me pide que le humille,  otros que les pegue. Lo tuyo era hacer como que te amaba, lo más fácil. A tu edad no vas a encontrar a nadie, no te engañes. Pero el sexo es lo más honesto que existe. Cuando te surja disfrútalo es el mejor consejo que te puede dar alguien. Y por favor cartas de amor a putos de mi edad es lo último,  no malgastes tu prosa, es lo más bonito que tienes. 

Y si tuve paciencia contigo es porque me hacía bien saber que cumplía con una labor social, pensaba: no habrá nadie que aguante lo que aguanto yo. Este anciano no ha sido amado debidamente y se acostará bien sabiendo que alguien joven le ama. ¿No eras actor? Yo solo me limite a leer el guión. Me ofende profundamente que te hagas el sorprendido. No tienes conversación, no sabes besar, hueles a cadaver, eres nulo en la cama... no intentes ponerme de malo cuando mi única maldad ha sido no mostrarme elocuente por mensajes fuera de mi "horario" 
Mucha suerte la vas a necesitar.
Siento todo esto Luis,  son muchos meses reprimiendo lo que siento y has abierto la caja de Pandora. He intentado tener todo el tacto posible pero soy incapaz, nunca sentí algo así por nadie. Era como rebajarme al máximo contigo del rechazo que me causabas y estoy rabioso porque hayas podido creer que esto ha sido verdad,  siento el daño y haber jugado contigo inconscientemente. 

Cliente.- ¡Qué cabrón eres! No tienes ni idea del dolor que me causas. Sé muy bien que es la repulsión, la que sentía hacia mi hermano mayor que abusó de mí, la que sentía hacia el hombre con el que compartí mi vida. Es terrible saber que sentías repulsión hacia mí, de haberlo sabido jamás lo habría permitido.
No hacías ninguna obra de caridad, te aprovechabas de mí porque te convenía. Me hiciste gozar y ahora me causas un dolor que no imaginé nunca que fuera a sentir. ¿Qué necesidad tienes de herirme así? ¿Es tu venganza? Yo no me he portado mal contigo. Cuantas mentiras. Imagino como te has reído de mí. Pero te equivocas no huelo a cadaver, estoy vivo, he sobrevivido a muchas historias y superaré también esta traición. Siento que me odies tanto, no te he dado motivo para ser tan cruel conmigo.
Todos estos meses me tenías días enteros esperando tus respuestas. No eras capaz de responder a mis cartas y ahora vomitas todo tu odio y tu desprecio. Te he querido, pedazo de cabrón. Te jodes porque para mí fue verdad, fuiste mi amor y en cierto modo lo seguirás siendo. Eso nunca podrás arrebatármelo.
Eres un hijo de puta (con perdón de  tu madre, tenga o no tenga cáncer) y tú lo sabes. Ójala pudiera odiarte, pero no puedo, ni siquiera te deseo ningún mal. ¡Joder! sin tan mal lo pasabas ¿por qué no cortaste?, no era tan difícil. ¡No tienes dignidad!

Chulo.- Repito, no eres el primer tipo al que tengo que hacer creer que amo, que me gusta o que me hace sentir placer. Contigo tenía que esforzarme para empalmarme, no tienes ninguna cualidad sexual, si te paras a pensar te daba la vuelta para no verte la cara y jamás gemía. Siempre estaba pendiente del reloj. Si aguanté es porque mis estudios son costosos y recuerda, siempre quise ser actor. No busco venganza pero me siento ofendido porque te hayas podido creer todo esto. 

Y se nota tus carencias afectivas con el pasado que me cuentas ya que es imposible que ames a alguien que no conoces. Tengo un cliente en Chamartín de tu edad que es una maravilla hablar con él, tu ni conversación me aportabas, solo la daba yo y dando rienda suelta a mi imaginación, haciendo crecer mi personaje. Y por cierto! Es espantoso y asqueroso (míratelo para el siguiente puto) que tengas gases cada dos por tres y una falta de respeto. Como comprenderás poco había de ti que pudiera atraerme. Solo te di el servicio que buscabas. 





Cliente.- No te preocupes, he aprendido la lección. Es dificil que vuelva a ir con un puto. Eres muy cruel, tú sabrás por qué. No creo que te cueste nada humillar a tus clientes que buscan la humillación, eres un maestro en eso. Mi vida ha sido caótica, mis gases son consecuencia de mis problemas físicos y psíquicos. Insisto, sin tan repulsivo te resultaba, ¿por qué no cortaste la historia? clientes no te faltaban. No sigas vomitando tu odio, no tiene sentido. Creaste un personaje y yo me lo creí. Yo te di mi cariño que vale más que mi dinero. Me equivoqué, eso ya lo se. Esto tenía que acabar porque me estaba haciendo mucho daño. No es posible que sientas tanto odio hacia mí si antes no sentiste algún afecto. Hay algo que no cuadra. Si te resultara indiferente no te molestarías ahora en escribirme tantos mensajes, simplemente pasarías de mí.







Chulo.- Es por simple desahogo,  una reacción egoísta que me estoy permitiendo por la represión que tuve. No siento odio si digo esto es porque eres con diferencia el único tío al que no he visto ni un mínimo de atractivo. Soy muy fuerte, por eso aguanté tanto y porque eras de los pocos semanales. Y porque me dabas mucha lástima, era mi única manera de aguantar el tirón. No soy cruel, te expreso lo que todos sentiremos al dar contigo 
Nadie se va a enamorar de ti,  ya viviste mucho, tu época dorada ya pasó,  te digo esto porque la vida me ha enseñado que el sexo es lo único honesto. Tú lo necesitabas y yo te lo di.  Disfruta de eso cuando vuelva a darse la ocasión y deja las historias de amor para otros. Esa será tu felicidad créeme, la única que estará a tu alcance con la edad que  tienes, al igual que me pasará a mí en su día 
Ahora me odias pero cuando des con gente peor agradecerás mi franqueza y veras que hay un sueño para cada época y tu época ya pasó, limítate a disfrutar de lo único real que esté a tu alcance 

Cliente.- Has devastado mi alma y arrojado vitriolo sobre mis heridas. Juro que jamás volveré a beber el agua putrefacta de la prostitución. Te equivocas en todo. No te odio, me odio a mí mismo por haber caído en tus redes. Nunca serás un buen actor porque tu vida es una mentira. Yo te maldigo porque tus besos son sucio veneno. Mi vida no ha acabado porque tu creas que estoy muerto. No me has dado absolutamente nada. Todo lo puse yo, solo fuiste el barro con el que yo cree un ser noble y mágico qué solo existió en mi imaginación. Claro que hay un sueño para cada época y yo acabo de nacer, dolorosamente. Mi vida empieza hoy. Si no has visto nada atractivo en mi es porque has estado ciego y eres más imbécil de lo que imaginé. No, no eres un actor, eres un canalla. Yo si soy un artista porque supe sacar oro puro de la mierda. Nunca daré con nadie peor que tú porque he tocado fondo y ahora ya solo puedo crecer y volar. He encontrado el único amor que existe, el que siempre estuvo dentro de mí. No volveré a perder mi dignidad con ningún ciego tullido como tú


Tienes razón en una cosa, es imposible que alguien como tu pueda enamorarse de mí. Pero no aspiro a ser amado por alguien tan abyecto, perverso, falso y canalla como tú. Ten cuidado, no volveré a buscar amor con ningún chulo. Es más noble una paja solitaria que la podredumbre de la prostitución. Me has herido, pero no estoy muerto. No te engañes,  jamás hiciste nada noble por mí. No era tu lástima, era tu beneficio. Aguantaste por dinero y por nada más. Nunca me diste nada más que amarga cicuta.

Chulo.- Bonita y absurda prosa,  ningún ápice de mi ser has removido. Hasta siempre 

Cliente.- No es posible conmover un corazón helado

¿Te das cuenta? Has escrito "hasta siempre". Tal vez estemos destinados a encontrarnos en otra vida como imaginé sin saber por qué. Tal vez me rechaces de forma tan radical porque has visto en mí algo tuyo que no aceptas. Por favor no permitas que un cliente se enamore, aunque sea rentable, es muy tóxico. Y no imagines que haces una labor social. Solo te aprovechas de hombres mayores para obtener un dinero rápido. Hasta siempre, amor mío.

Chulo.- Por favor Luis déjalo ya, puse hasta siempre porque es una manera de hablar,  ayer por fin saqué a la luz todo lo que he sentido siempre hacia ti. Recuerda que mi trabajo es manteneros interesados, yo tenía que seguirte el rollo porque tu me proporcionabas dinero semanal, otros cada 15 días. Te hice creer que solo te follaba a ti. He destilado este odio hacia ti porque lo que más rabia me da de este trabajo es que os creéis que podéis comprar nuestro amor cuando sólo os podemos proporcionar una ilusión.
 Hay clientes que quieren que les profese amor durante el acto y al acabar me desean lo mejor con mi pareja.  Tú lo has extrapolado y ese ha sido tu error. Yo solo accedí a tus deseos por dinero y créeme que será difícil que un puto haga eso. He tenido clientes de tu edad muy atractivos, he tenido políticos,  gente con conversación...  Dime ¿qué iba a ver en ti que no haya visto en esa gente? Nada,  por eso me da rabia que en tus cartas pusieras que algo te decía que yo sentía amor por ti.  Por favor pon los pies en la tierra.
Por cierto,  siempre tuve whatsapp, tuve que hacerte creer que lo borre porque me asustaste con el tema de mis fotos y enseñándoselas a Miguel.  Jamás le hagas eso a nadie porque salen espantados. Violaste mi intimidad y todo eso hizo que te aborreciera más. Por eso tuve que inventarme toda mi vida. Eres el primero que me ha asustado en ese sentido. Eres demasiado mayor y poco sabio pero no deberías ignorar como funciona esto.  Espero que no repitas esto con nadie,  he conocido muchos chaperos y créeme soy el más decente. 

Cliente.- Bueno, por eso no te preocupes, no voy a volver con ningún chapero, he tenido suficiente contigo. Cuanto más me aborrezcas más me reafirmo yo en mi camino. He tocado fondo, estoy saliendo de mi lado oscuro, ya solamente puedo ir hacia arriba. Hace meses habrías podido hacer conmigo lo que hubieras querido: humillarme, dominarme, arruinarme, cualquier cosa. Tú elegiste ser tierno y afectuoso. Lo que más me duele es que hayas tenido que soportar tu repulsión hacia mí.  Pero no soy culpable de eso, no podía imaginar que estuviera sucediendo tal cosa. Soy mayor sí, he tenido dificultades para entender mi propia historia. Pero no soy un ser despreciable y amortizado como tu pretendes. La vida es dura y complicada pero nunca es tarde ni a los 60 ni a los 80. Hoy he estado con un amante que tuve hace 36 años y todavía hay amor entre nosotros. No dudo que haya chaperos mucho peores que tú. No tengo ningún interés en conocerlos. La vida no se acaba a los 60 años. Piensa lo que te dé la gana, yo se que el amor es la fuerza que mueve el universo y que estoy conectado a esa energía. Y no es incompatible con tener los pies en la tierra, todo lo contrario. Pero tienes razón yo me he ido por los cerros de Úbeda. Tu has sido una bofetada de realidad. Lo cortés no quita lo valiente. Reconzo mi error. No acepto tu desprecio. ¡Qué parco eras con tus mensajes y cuanto escribes ahora!. ¿por qué pierdes el tiempo con un ser tan miserable como yo? ¿Qué pretendes demostrar? Cada uno tiene sus razones y su historia. Yo te respeto. Tú también deberías respetarme, pero eso ya no es mi problema. Basta con que me respete yo a mí mismo

Chulo.- Hablo tanto por desahogo, son muchos meses sin poder expresar lo ocurrido siento que he vuelto a nacer pudiendo soltarlo todo. Hasta aquí nuestra conversación,  cuídate 

Cliente.- Me alegro que puedas desahogarte, también yo necesitaba hacerlo. Cuídate mucho

Chulo.- Borro tu número 

Cliente.- Adios



Con este diálogo acabó una historia que había durado siete meses. Siete meses en los que Luis vivió engañado, pero que dieron lugar a una serie de cartas, que ahora al volver la vista atrás, resultan ser lo único que merece ser salvado.





Cartas de amor
Amor mío, amor                       2 de mayo de 2017
He intentado olvidarme un poco de ti estos días, pero no he tenido mucho éxito…
No podía enviarte mensajes, así que intentaba mutilar mis sentimientos, buscando en otros lugares lo que solamente puedo hallar a tu lado.
Anoche llegó tu felicitación y todo volvió a dispararse: mi deseo por volver a abrazarte, por volver a sentirte tan dentro de mi alma, mi fantasía de llegar a pasar una noche, una sola noche entera a tu lado. Poder observarte mientras duermes, velando tu sueño. Poder abrazarte en sueños. Despertarme en tu mirada, apoyar dulcemente mi oído en tu pecho para escuchar el latido de tu corazón.
Este amor insensato que siento por ti tal vez no tenga futuro, sin duda me hará sufrir el día en que se acabe… pero que me importa si tú me das la vida, la vida intensa que me conecta con el universo entero.  ¿Es acaso un espejismo fruto de mi imaginación? Sé que no lo es, porque tu alimentas mi deseo y mi esperanza, escribes mensajes cariñosos y dices que deseas verme pronto.
Mi amor es un caballo desbocado y sólo tú puedes someterlo, tú sólo tú tienes las riendas. Puedes hacerme volar a galaxias nunca visitadas y puedes también acabar con todo con un breve mensaje o incluso con el silencio. Si algún día tienes que matar mi amor insensato, hazlo poco a poco, que yo sienta como tus sentimientos hacia mí se van desvaneciendo y pueda asimilarlo. No me abandones de forma abrupta haciéndome sentir que he muerto aunque siga en vida.
Todo lo que te he dicho es cierto. Te quiero libre, independiente y feliz… incluso si eso me matara dejándome sin lo que ahora alimenta mi alma. Te quiero a mi lado siempre que sea posible y te sigo queriendo por muy lejos que te encuentres. Quiero volver a lamer tu pecho herido, a verter toda la dulzura de la que soy capaz sobre cualquier dolor que en el pasado hayas podido sufrir. Quiero transmitirte toda la energía positiva del universo para que siempre te acompañe, incluso cuando yo lleve ya muchos años lejos de este mundo y no sea para tí más que un lejano recuerdo… lejano, sí, pero tan dulce que siempre te haga sonreir al evocarlo…
A pesar de las circunstancias, a pesar de lo que pueda separarnos, a pesar de lo insensato de mis sentimientos, lo que hay entre tú y yo es amor en estado puro, yo así lo siento. El día en que me vaya, aunque no sea creyente, imagino a mi alma vagando eternamente, esperando la oportunidad de volver a encontrarme con la tuya, en otra vida, en otro planeta, en otra era. Procuraré entonces renacer en una fecha más próxima a la de tu renacimiento para así tener la oportunidad de vivir plenamente  a tu lado largos años hasta llegar a envejecer juntos.
Dime, ¿debo pedirte perdón por amarte? ¿debo destruir mi amor por tí, mutilarlo a dentelladas? Cada palabra dulce que escribes o pronuncias hace que mi amor siga creciendo. Cada beso, cada caricia, cada acometida en mis entrañas, cada vez que te derramas  en mi paladar y mi garganta, mi alma se vuelve loca y viaja a los confines del universo. Cuida de llevar las riendas bien sujetas, no permitas que nada en mí te importune o te agobie, permíteme volver a sentirme vivo a tu lado, aunque sólo sea por una hora. Una sola hora de plenitud que ilumine mis días sin ti.
Te quiero tanto que me parece difícil imaginar más amor del que siento por tí. Cuidate siempre amor mío, y disfruta siempre de la vida, que es lo único que tenemos, amor mío, amor.
Amor mío, amor              7 de mayo de 2017
He roto mi compromiso de no enviarte mensajes para pedirte una foto y tú me la has enviado.
Te lo agradezco y como no quiero volver a enviarte un mensaje vuelvo a escribirte para que me leas dentro de unos días. Tienes una mirada triste en la foto que me has enviado y yo no quiero verte triste. Volveremos a vernos y a amarnos, sin tiempo para hablar, por eso vuelvo a escribirte.
Tal vez no tenga derecho a preguntar ni a saber nada de tu vida, de tus sentimientos. Tal vez no esté en mi mano hacer nada. ¿Qué más podría decirte que no te haya dicho ya?  Pienso en ti constantemente y soy consciente de que no debo agobiarte. Me gustaría tener treinta años menos para intentar “compartir mi vida contigo y envejecer juntos” pero eso no es posible. Tal vez si no tuvieras pareja yo te aconsejaría que buscaras a alguien de una edad más próxima a la tuya que te diera lo que yo ya no puedo darte. Pero eso no me impide desear estar a tu lado, imaginar que pudiera compartir contigo algunos momentos más allá de nuestros encuentros: una comida, una música, un poema, un paseo…que se yo.
La naturaleza humana es contradictoria y paradógica. Yo que he sido siempre partidario del poliamor, que he disfrutado tanto con otras personas, que he dilapidado con frecuencia mis días entregándome a pasiones sórdidas, ahora me veo atrapado en un amor romántico como el que siento por ti, apasionado e imposible. Ojala no lo estropee con mi torpeza y mi ansiedad.
Todo está bien, amor mío. Te quiero con toda mi alma, pero no quiero que mi amor te agobie de ninguna manera, sino que por el contrario  te haga más libre, más ligero, más audaz. Eres sensible e inteligente, eres el dueño de tu vida. Tal vez nos hayamos conocido porque cada uno de los dos tiene algo que el otro necesita. No tienes que darme ninguna explicación, me basta con mirarte y fundirme contigo por un instante. Pero también debes saber que tienes mi corazón abierto siempre que quieras compartir cualquier preocupación, cualquier inquietud, cualquier anhelo.
Me gusta pensar que nuestro amor es un amor platónico, porque eso es. Me gustaría que pensares en mí como una roca a la que poder recurrir en la tormenta, como un amante padrino que solo quiere que crezcas como persona. Yo te deseo con toda mi alma, pero mi amor va mucho más allá del deseo. Quiero ser generoso contigo porque también tú eres enormemente generoso conmigo.
Creo que es una hermosa historia, íntima, privada y muy especial. Probablemente volvamos a encontrarnos el día en el que se cumplirá un mes desde que nos conocimos. A penas hemos compartido cinco horas y media en total en estas semanas  además de una serie de mensajes que han hecho nuestros encuentros tan apasionados… pero yo siento que te conozco desde siempre porque mi alma se siente en paz imaginándose unida a la tuya.
Todo está bien mi amor, la vida nos ofrece a veces momentos e historias maravillosas, solo hay que aceptarlas, bastante dolor y sufrimiento hay ya en el mundo. No te quiero triste, o por lo menos no más de lo estrictamente inevitable. Si alguna vez piensas en mí que ese pensamiento fugaz te haga sonrerir. Te quiero tanto amor mío, mi niño, mi chico favorito, mi ahijado.
Ojala tenga la oportunidad de volver a estrecharte entre mis brazos muchas veces y verte crecer saludable, vigoroso y apasionado. Amor mío, amor.
Amor mío, amor                             8 de mayo de 2017
Me dices que puedo escribirte cartas ¿Tengo derecho a entregarte más de una carta a la semana?
Mi primer pensamiento es para ti cuando me despierto y pienso en ti cuando empiezo a conciliar el sueño. Me gustaría enviarte mensajes cada día, saber como te encuentras, desearte buenos días y buenas noches. Ya que no es posible ni deseable me permito escribirte…
Hasta los 30 o 40 años de edad pensé que moriría joven, no me imaginaba a mí mismo como un señor mayor. Luego pareció que  ya no sería  posible morir joven porque había dejado de serlo. Pero desde que te conozco siento que ya siempre seré joven mientras tenga ocasión de volver a estrecharte entre mis brazos y sentirme tan dichoso. Así pues vuelvo a pensar que moriré joven… aunque haya cumplido los noventa.
He vivido muchas aventuras, amor mío, he amado y he sufrido, he naufragado tantas veces… y finalmente he llegado a la isla de tu cuerpo, a la playa de tus labios, al cielo limpio de tus ojos marinos… esta es mi tierra y mi patria en la que quisiera pasar el resto de mis días, sin esperar ya ningún rescate, naufrago feliz encallado para siempre entre tus brazos y tu pecho.
Quisiera grabar a fuego en mi memoria la expresión de tu cara de ángel mientras penetras hasta el fondo de mis entrañas, para no olvidar nunca tu deseo y tu energía desbocada de joven entusiasta y ardiente.
Imagino largas conversaciones contigo a la luz de la luna o a la caída de la tarde, conversaciones que probablemente no lleguen a producirse nunca y pienso que tendré que contártelo todo con mis besos y mi mirada callada en nuestros breves encuentros entre semana. Por eso necesito escribirte, porque aunque lo esencial te lo he dicho ya con mi alma gastada y renacida con tu amor, necesito ponerlo por escrito para así saber que no es un sueño ni una fantasía sino una realidad física que se materializa en un papel y puede por tanto revivir cada vez que es leído.
Amor mío, amor                              10 de mayo ocho de la mañana
Estoy enfermo por tu ausencia. Dices que sólo quedan tres días para vernos, pero yo siento que todavía quedan tres días para vernos. Una hora a la semana es una hora cada doscientas sesenta y 0cho horas. ¿Te das cuenta? Tu sales de mi casa y tienes tu vida. Yo gozo una hora de ti y tengo otras 167 horas para recordarte, luchar contra tu recuerdo, hablar mentalmente contigo, reprimir mi deseo de enviarte mensajes, escribirte cartas, imaginar y aguardar nuestro reencuentro.  Mi estado de ánimo cambia a lo largo de los días, pero siempre tiene que ver contigo.
23,30h Al final te he enviado un mensaje esta mañana y tú me has contestado tan cariñoso como siempre. Te lo agradezco porque eso me ayuda mucho. Hoy he estado bastante distraído por el trabajo y vuelvo a pensar en ti cuando son cerca de las 12 de la noche. Te sigo queriendo amor mío. Amor.
12 de mayo, 18h
Amor mío, apenas quedan tres horas para estar entre tus brazos, para que entres dentro de mí una vez más,  me hubiera gustado celebrar este primer mes cenando juntos a la luz de las velas… he traído flores, amor mío, amor
14 de mayo de 2017
Amor mío, amor
Esta semana me siento más tranquilo, creo que hemos alcanzado cierta estabilidad, se que volveremos a encontrarnos muy pronto y aunque nuestro chat en whatsapp esté callado, te siento cerca de mí. Hablo mentalmente contigo mientras camino o pedaleo por las calles, mientras nado, cocino, paso el aspirador o plancho las sábanas en las que volveremos a amarnos.
Estar enamorado es como estar en estado de gracia. Si oigo el canto de un pájaro… pienso en ti, si me cruzo con jóvenes espléndidos por la calle…pienso en ti, si disfruto de una tranquila mañana de domingo…pienso en ti. El amor es la fuerza que mueve los planetas, que hace que broten las plantas y la vida se renueve constantemente. Cuando estás enamorado el amor tiene el nombre, el rostro y el cuerpo del ser amado.
Me siento halagado por el hecho de que me desees y me hayas tomado cariño y la ternura que siento por ti hace que camine ligero y alegre por la vida extendiendo esa ternura a la vida misma.
Imagino que hablo contigo cuando hablo conmigo mismo, porque mi yo interior, mi verdadera esencia es el amor y se ha encarnado en ti. Cuando dos personas se aman intensamente tenemos la sensación de escapar a los límites físicos de nuestras pequeñas vidas individuales porque conectamos con la armonía del universo, eso hace que nos sintamos dioses.
Me parece increíble que algo que se inició de forma tan prosaica haya podido llegar hasta aquí. Quisiera que la pasión que sentimos no se acabara nunca. Pero más allá de la pasión, es el compromiso lo que hace que las relaciones humanas sean duraderas. Ahora que estamos en la cúspide de la pasión, que nos sorprende que cada día sea más apasionado que el anterior, yo te digo amor mío que te quiero con locura y con pasión, pero también cultivo el compromiso hacia ti. No se por qué me he enamorado de ti, eso nunca lo sabemos ni podemos planearlo, es algo que ocurre cuando menos te lo esperas. Insisto mucho en que puedes confiar en mí, porque lo que siento no es fruto del capricho y aunque cada día tú alimentes mi pasión con tus besos y tus dulces palabras, mi amor por ti va mucho más allá del deseo físico. Es difícil para mí crear nuevas imágenes poéticas para describir mis sentimientos. Eres el pájaro azul que canta en la mañana, la lluvia que no cesa, el sol crepuscular que nos abandona lentamente con la promesa de volver cada mañana. Eres lo más hermoso que me ha sucedido en muchos años porque has permitido que mis sueños y deseos más profundos se hagan realidad en tu cuerpo.
Cuando digo que seguiré amándote muchos siglos después de haberme muerto, lo digo muy en serio. Puede que esté loco, sí… pero que maravillosa locura es amarte, amor mío, amor.
15 de mayo
No se si te entregaré esta carta. Siento que algo se ha roto. Te saludé en el whatsapp y no contestaste aunque estabas en línea. Hoy veo que has quitado tu foto de perfil. Presiento que ha pasado algo que te aleja de mí. Que todo ha sido un espejismo. Los fines de semana se me hacen larguísimos. Entre semana me distraigo con el trabajo. Ahora me siento mal. Supongo que volverás a contactar conmigo porque creo que nuestro acuerdo te conviene, pero me siento vacío. Quisiera recibir un mensaje tuyo, sólo para saber que estás en algún lugar aunque hayas quitado tu foto y que  piensas en mí aunque solo sea un instante. No tengo nada que reprocharte, ha sido maravilloso el tiempo que he pasado contigo, todo lo que me has hecho sentir e imaginar. Pero no puedo evitar sentirme triste.
“Vuelve otra vez y tómame en la noche”  Estoy atrapado en un bucle, no puedo olvidarte ni vivir sin saber nada de ti. Tampoco puedo llamarte ni enviarte mensajes. Ni siquiera soy capaz de escribir nada que tenga interés.  ¿Vendrás el próximo viernes y disiparás mis dudas y mis tristezas?
¿Es posible que no tengas un minuto para enviarme una señal? Tu sabes como te echo de menos y como me tranquilizo con unas pocas palabras cariñosas. No es mucho lo que te pido. No me abandones así amor mío.
18 de mayo
Hoy hemos vuelto a chatear, escribiste “guapo” y preguntaste si me venía bien quedar el sábado a medio día. Sí, amor mío, quiero comer contigo después de comernos a besos, quiero volver a amarte después de comer juntos. Otra vez has avivado las brasas de mi amor por ti, provocando un incendio. Todos los miedos y tristezas se disipan porque se que volveré a ser tuyo. Mi sexo se reanima imaginando tu sexo dentro de mi cuerpo. Volver a sentir tus labios, a besar tus párpados y recorrer con mi lengua todos los recovecos de tu cuerpo ligero. Amor mío, vuelvo a escribir, vuelvo a confiar en el futuro, a sentir que tú también a tu manera me amas y me deseas, que aguardas con impaciencia cabalgarme de nuevo hasta hacerme llorar de puro placer mientras me acometes una vez más. Soy tuyo mi amor, tómame una y mil veces, introduce el exquisito néctar que brota de tu sexo en mis entrañas, permíteme saborear en mi boca una vez más tu dulce simiente. Estoy loco de deseo por ti. En ti confluyen varios sentimientos muy profundos , por una lado eres el mejor amante que haya tenido nunca. Has hecho realidad mis fantasías y mi cuerpo se abre para acogerte en mi seno, para hacerte gozar y gozar yo con tu goce. Por otro lado, tal vez de parezca extraño pero siento como si fueras el hijo que nunca tuve y siempre desee tener, mi amante e incestuoso ahijado. Así que ya ves, te amo por partida doble  y ambos sentimientos se potencian el uno al otro. Pensarás que estoy loco y tendrás razón porque hay que estar muy loco para amar como yo te amo. Pero no me importa, déjame que siga amándote con locura y frenesí. Hazme el amor mil días y mil noches y yo cubriré de besos tu cuerpo y apaciguaré tu alma. No temas nada, lo que ocurre entre tú y yo solamente nosotros podemos entenderlo. Qué nos importa nada, amémonos hasta quedar rendidos, mañana nuestros besos serán un eco que acariciará los cuerpos de otros amantes perfectos… ya no se ni lo que digo, mi amor, porque no hay momento del día que estar contigo no quiera. Ha pasado otra semana, he superado el temor de perderte con la esperanza de una nueva cita. Mi alma y mi cuerpo se preparan para volver a recibirte. Me vuelves loco cuando dices que me amas, vuelvo a estar en estado de gracia, solamente porque tú existes y  vas a hacerme el amor. Amor mío, Amor.
21 de mayo
Amor mío, amor
Me gusta releer lo que te escribo, así revivo nuestros encuentros, prolongando nuestro amor. Gracias por compartir conmigo la comida del sábado. Gracias por hacerme el amor antes y después… y también durante. Amarse es también compartir preocupaciones, anécdotas. Conocimiento. Hoy te conozco un poco más. Dices que has tenido mala suerte y tienes razón, pero lo importante en la vida no es las veces que tropezamos y caemos. Lo verdaderamente importante es saber levantarse para seguir viviendo. Parece ser que se trata de un aprendizaje y el día en que ya no tengas nada que aprender, sencillamente estarás muerto. Toma mi mano amor mío, confía en mí. Quiero ser tu buena suerte, tu inspiración, tu pócima mágica y secreta. Quiero que mi amor te haga fuerte y confiado. Confía en ti, amor mío, porque ere maravilloso y estás hecho de la materia más preciosa que exista.
Perdóname si me repito, disculpa si parece que quiera sermonearte. Sólo quiero devolverte un poco del amor que tú me das. Me gusta besar tus pies porque pienso que al sentirse amados tus pies te llevarán ligero por la vida y te ayudarán a llegar a donde te propongas. Me gusta besar tus párpados porque pienso que al sentirse amados tus ojos te harán contemplar la infinita belleza de la vida. Me gusta besar tus manos porque pienso que al sentirse amadas tus manos amarán también todo lo que toquen o sean capaces de crear.
Decía Jack Nicholson en “Peor imposible” : “te quiero porque tú me haces ser mejor persona”
Yo te quiero porque siento que estimulas lo mejor de mí mismo. Me das mucho placer y mucha paz, por supuesto, pero también haces que me emocione, que escriba, que confíe en la vida, que sienta que la aventura de mi vida no ha hecho más que empezar. Cómo si no llevara una mochila de recuerdos… sí, pero a tu lado el pasado se hace ligero y sólo existe el presente.
Comienza una nueva semana con la promesa de un próximo encuentro. Amor mío, ¿qué extraño milagro ha sucedido para que nos amemos tú y yo? Mientras escribo imagino mis manos recorriendo tu cuerpo, acariciando suavemente tus mejillas y tu espalda, tus nalgas y tus piernas. Imagino mi amor viajando hasta donde tú te encuentres en este momento, como un polvo de estrellas invisible que acaricia tu cuerpo y calma tu espíritu. Amor mío, mi dulce angel, donde quiera que estés mi amor te seguirá como un hálito que fortalezca tu espíritu y te ayude a levantarte cada vez que la vida te haga tropezar.
23 de mayo
No se si debo seguir escribiéndote, esta semana te siento más lejos. Deseo volver a encontrarnos pero no siento tanta impaciencia como las semanas pasadas. Sigo pensando en ti todos los días pero estoy más tranquilo. Tal vez porque ya no tengo tanto miedo de perderte, tal vez porque empiezo a asumir los límites de nuestra historia. Todas estas semanas has hecho que viviera una historia de amor insólita, inesperada. Me pregunto qué piensas al leer mis cartas. Tengo ganas de volver a verte, de que me hagas el amor, pero también de charlar tranquilamente contigo. Me he propuesto esperar a que tú contactes conmigo, sentir por una vez que tú también puedes sentir el deseo y la impaciencia por volver a vernos. Te quiero amor mío.
25 de mayo
La semana se pasó volando mi amor. Anoche hice el amor con tu recuerdo, no sabía que nos encontraríamos hoy. En pocos minutos estarás entre mis brazos nuevamente y volveremos a amarnos apasionadamente. Me has preguntado si te había escrito una carta. Yo tenía dudas sobre que piensas o sientes al leer mis cartas. Parece que se ha convertido en un pequeño ritual y tu esperas mi carta semanal junto a mis besos. No te preocupes, entonces no te faltará tu carta. Es agradable escribir sabiendo que otros ojos leerán lo que escribes.
Vuela amor mío una vez más y déjame naufragar entre tus nalgas, besar tus pies y tus manos, abrirme entero para ti, para que goces dentro de mí y te derrames en mis entrañas. No sabía que te gustaran mis cartas, que las esperes tanto como a mis besos. Tú haces que desee ser mejor persona, estimulas mi imaginación y mis sentimientos más profundos. Duerme tranquilo mi amor que yo velaré tu sueño, aunque estés lejos de mí. Relájate y confía en el azar que nos regala un nuevo día para amarnos.
Te quiero como sólo un loco puede querer a un amor imposible. Te quiero con toda mi alma y me entrego a ti como si este fuera el último día de mi vida. Yo haré lo imposible para que esta pasión, esta orgía de ternura no acabe. Te deseo mi amor, llévame contigo escondido en la pupila de tus ojos. Mi vida, mi dulce y joven amante, tómame cuantas veces quieras, cabalga de nuevo alegre  e inconsciente, ajeno a toda preocupación, porque cuando estamos juntos sólo existe nuestro amor mágico e insolente, celoso de nuestro secreto.
Amor mío, no se decirte nada más, eres el bálsamo que calma mis temores, la inspiración que me hace escribirte cartas que leerás tal vez en el metro de regreso a tu vida tras compartir conmigo una hora de lujuria y frenesí. Saborea lentamente el recuerdo de nuestros besos amor mío y goza cuanto puedas de tus días y de tus noches.
Amor mío, amor.
28 de mayo
Amor mío te echo mucho de menos. Me gustaría verte con más frecuencia. Estoy desesperado por verte. Ayer contacté contigo pero contestaste cuando ya me habido ido a dormir. Intento hacer planes y no logro hacer nada, bloqueado por el deseo de verte. Quería decirte que si tú necesitas más apoyo económico, yo te lo daría encantado a cambio de poder estar algún tiempo más contigo.
Busco contactos, masajistas, planeo ir a algún bar de sexo y no puedo porque solo deseo estar contigo. Es tan maravilloso estar contigo que cualquier otra cosa me parce un sucedáneo que no merece la pena. Además pienso que antes de gastar en un desconocido preferiría hacerlo en ti.
No me importa que tengas pareja, pero llevo mal que sea tan complicado contactar contigo. Necesito verte, hablarte. No puedo hacer ningún plan porque mi único deseo es estar a tu lado. No me gusta estar tan dependiente de ti. He vuelto al wapo y he vuelto a desinstalarlo. He contactado con un chico y me digo que no quedaré con él. Esperaré a que tú me digas algo. Me estoy volviendo loco.
Acabas de contestar y te he dicho lo que me pasa. Supongo que no puedes responder, ni siquiera has leído mi respuesta. Esto es un desastre.
Han pasado las horas, contestaste y te conté lo que me pasaba, Después he quedado con un chico. No ha sido como contigo desde luego. Pero he tenido suerte, era cariñoso y nos hemos quedado juntos un buen rato besándonos. Ahora estoy más tranquilo. Si tú no puedes dedicarme más tiempo, será mejor    que yo me distraiga en lugar de estar obsesionado contigo y molestarte con mis mensajes. Hubiera preferido estar contigo, pero puesto que no es posible he ido a refugiarme en otros brazos.
Sin embargo, ya ves, vuelvo a casa y vuelvo a escribirte. Sigo echándote de menos aunque otros labios hayan calmado mi deseo. Te quiero amor mío. Hay una canción de Elton John “Your song” que dice “I have no much money, but boy, if I did, I´d buy a big house where we both could live. ..I know is not much, but is the best I can do…”
Mi carta es mi canción, quisiera ser un poeta y decírtelo en versos. Me has domesticado y solo aguardo el momento en que te vuelva a verte aparecer en el pasillo, en que vuelva a escuchar tu voz que es la melodía que calma mi espíritu. Perdóname por quererte tanto. Tú eres el único culpable, por ser tan apasionado y cariñoso. Cada día que estoy contigo es más ardiente que el anterior. Yo temo que tu ardor decaiga y tú lo renuevas cada vez. Me gusta tanto sentir como gozas. Tú tienes la última palabra. Intentaré no enviarte más mensajes esta semana y esperar paciente a que tú me saludes. Todo será como tu desees. Si no puedes estar más que una hora a la semana conmigo lo aceptaré. Intentaré quererte en silencio, sin molestarte, te contaré por escrito lo que parece que nunca podré contarte sentados en una terraza mientras cae la tarde. No contaba con volver a sentir un amor juvenil, a sufrir por la ausencia del amado. La vida es así, inesperada. En cualquier caso soy enormemente dichoso por haberte conocido.
Amor mío, amor.
Querido Alberto                                                                   29 de mayo
Tal vez esta sea la última carta que te escriba, tal vez ni siquiera llegues a leerla. No debí enviarte ningún mensaje ayer. Creo que debo dejar de escribirte estas cartas. Estoy alimentando una historia de amor imposible que termina creándome mucha ansiedad y hace que te envie mensajes que te incomodan y perjudican.
Para mi no es ningún problema que tengas pareja, que tengas tu propia vida. El problema es más bien que no tengas libertad para recibir o contestar mensajes. Pero no es asunto mío. Me cuesta mucho no poder siquiera enviarte un mensaje. Pensé que enviarte el enlace de una canción no sería problemático pero evidentemente me equivoqué. Lo siento.
Me gustaría seguir viéndote, aunque solo sea una hora entre semana. Pero creo que debo dejar de escribirte, esperar a que tu me contactes y disfrutar de nuestros encuentros. Tú has estimulado mi lado más romántico, has hecho que me enamorara perdidamente de ti.  Dices que me amas y yo te creo, pero me amas durante el tiempo que compartimos. Yo te amo todo el tiempo, aunque no esté contigo. Esa es la diferencia. Tú me lo das todo cuando estamos juntos, yo quisiera dártelo todos los días.
Ahora espero que tú digas algo. No pasa nada. Si solo podemos compartir una hora entre semana, lo acepto. Prefiero eso a dejar de verte. Pero eso significa que tengo que hacer un esfuerzo por controlar mis sentimientos. Amor y control no casan demasiado bien, pero se que si no me controlo lo echaré todo a perder. O tal vez ya lo haya echado a perder.
No puedo seguir escribiendo, porque si o hago seguiré alimentando un fuego que me devora. Yo te quiero todos los días de la semana, pero solamente debo decírtelo un día a la semana.
A menos que tu decidas que puedes concederme algún tiempo más. Tú llevas las riendas, tú decides. De todos modos, lo que tú me has dado es imposible pagarlo con dinero, es otra cosa, es amor en estado puro y eso solo se puede pagar con amor.
Te quiero muchísimo, lo sabes de sobra. Intentaré controlarme, se que va a ser difícil. El primer paso para lograrlo es dejar de escribirte. En cualquier caso estaré esperándote y volvería a escribirte si tu me lo pidieras, como volvería a recitarte poemas o a cocinar para ti.
Vuelvo a estar como he estado otras semanas, preguntándome que sientes por mí, si deseas que sigamos viéndonos, si seguiremos amándonos como hemos hecho estas semanas. Me siento un poco culpable una vez más por molestarte con mis mensajes. Pero pienso que tú me has dado pie a enamorarme comportándote como lo has hecho. Un profesional no se hubiera comportado así. Me niego a pedirte disculpas por amarte. Te amo y punto. Intentaré seguir amándote sin molestarte. Sería más fácil si solamente hubiera pasión física, el problema es que mi pasión nace de un sentimiento más profundo. Bueno, cuídate mucho amor mío.
31 de mayo  En un rato volveremos a vernos, me alegro mucho. Te he abierto mi corazón y eres bien venido siempre que quieras. Estaré esperándote a que vuelvas de Moscú. Te amo pero no quiero sufrir ni molestarte. Sólo tú decides como y cuando volveremos a vernos. Pase lo que pase siempre permanecerás en mi recuerdo como mi chico favorito, mi tierno y apasionado amante.
Amor mío                                                                                                             3 de junio
Anoche volvimos a estar juntos. Yo temía que te fueras a Moscú sin vernos. Incluso pensé que serías capaz de no avisarme siquiera de que no podrías venir. Ya pensaba en borrar nuestro chat, eliminar tus fotos y destruir estas cartas. Entonces llegó tu mensaje.
Puesto que quieres recibir mis cartas, seguiré escribiéndote, puedo escribirte un libro entero en los quince días o más que pasarán hasta que vuela a verte. No voy a serte fiel, eso es imposible, pero seguiré queriéndote con la misma intensidad. Me gusta mucho sentirte dentro de mí porque la sensación física dura al menos un día entero, me despierto y siento todavía tu sexo en mi interior. Yo siempre tuve fantasías con la penetración pero muy pocas personas han logrado penetrarme. Tú lo haces cada vez que nos encontramos abriéndome un horizonte de placeres que antes solamente imaginaba. Si yo fuera una mujer ya me habría quedado embarazado. Tu semen es más dulce para mí que la miel de las abejas. Imagino millones de tus espermatozoides subiendo por mis intestinos y bajando desde mi garganta para fecundar mi alma. Tal vez si no me hicieras tan bien el amor yo no me hubiera enamorado tan locamente de ti. Podrías haber sido uno más, habríamos gozado unas cuantas veces y habrías acabado sustituido por otro chico. Pero me has descubierto un mundo nuevo de sensaciones y sentimientos, me has domesticado y te has convertido en un ser único en el mundo para mí.
No me has dicho nada de la canción de Elton John que te envié. ¿la has escuchado? ¿has sentido algo?
Imagino que vinieras a vivir a mi casa, donde podrías tener tu propia habitación. Serías libre para entrar y salir, para tener tus amigos y tus amantes. Ni siquiera tendrías que dormir conmigo todos los días –aunque siempre serías bienvenido a mi cama- y una o dos veces a la semana, o alguna más si tú quisieras me harías el amor. Derramarías en mi boca el dulce néctar que fabrican sin cesar tus lindos testículos que tanto me gusta lamer. Serías mi desayuno, mi merienda y mi postre. Yo velaría tu sueño y lamería tus pies y tus heridas. Amor mío, vas a estar a miles de kilómetros de mí, completamente incomunicado. En una época en que es tan fácil enviar un correo electrónico o comunicarse por video conferencia desde cualquier lugar del mundo, será como si estuviéramos en la Edad Media. No se como voy a llevarlo, te lo iré contando por aquí y sabe dios cuando lo leerás.
Me ha llamado mucho la atención que tengas celos porque he estado con otro chico. Resulta muy curioso porque  si fui con él fue porque no podía estar contigo. La realidad es que a mí me gustaría que tú formaras parte de mi vida de alguna manera pero tú no tienes ningún interés en que yo forme parte de tu vida de ninguna manera. Yo iría contigo a cualquier lugar. Tú no quieres que nadie nos vea juntos jamás. Mi problema no es que me haya enamorado de alguien que está conmigo por dinero(aunque no solo sea por eso) ni que seas más joven ni siquiera que tengas pareja. El problema es que buscamos cosas diferentes. A mí me gustaría llegar a establecer un vínculo duradero contigo, hasta una relación familiar con cierto compromiso. Tu interés inicialmente era obtener un beneficio rápido, algo de lo que no tienes por qué avergonzarte. Ahora te gusta que yo sea tu único cliente, te halaga que te quiera, esperas mis cartas. Mientras yo estaba temiendo que no quisieras volver a verme, resulta que tú estabas deseando conocer mi última carta. La vida nunca es perfecta, nunca tenemos todo lo que deseamos, siempre hay que hacer compromisos y renuncias. Yo te quiero desesperadamente, me gustaría compartir contigo muchas más cosas que la cama. Comprendo que eso no es posible, porque tú no lo deseas. No puedes imaginar siquiera tomar una cerveza conmigo en una terraza, ir un día al cine, quedarte a dormir conmigo una noche. De acuerdo, lo entiendo. Pero entonces ¿cómo es posible que tengas celos porque yo vaya con otro chico? ¿No te das cuenta de que eso no tiene sentido?
Tengo sesenta años, empecé a tener relaciones sexuales a los catorce. He estado con una docena de mujeres y con cientos de hombres. He amado y he follado de muchas maneras, en circunstancias muy diversas. Ahora estoy al inicio de la última etapa de mi vida y nada me gustaría más que compartirla con alguien que me amara y a quien yo pudiera amar. Sentía que eso ya no era posible. Tú me has hecho sentir que puedo amar todavía. Comprendo que el lugar que ocupo en tu vida se reduce a una hora cada ciento sesenta y ocho horas, mendigo que me concedas algo más de tiempo. ¿Cómo puedes pretender que te sea fiel las otras ciento sesenta y siete horas de la semana?
Quieres que siga escribiéndote. De acuerdo, lo haré. Me gusta escribirte. Pero ¿no te das cuenta de que al escribirte alimento un fuego en el que me abraso? Te gusta leer lo maravilloso que eres. Lo entiendo. A mí me gusta pensar que mis cartas te ayudan de alguna manera a ser optimista, a creer en ti mismo. No te faltarán mis cartas si es eso lo que quieres. Pero ¿y yo? ¿no merezco algún mensaje de vez en cuando para saber que piensas en mí aunque no puedas verme?
Vamos a estar quince días sin vernos. El tiempo es sabio y todo lo cura. Cuando volvamos a vernos sabremos si seguimos amándonos , si nuestra historia tiene algún futuro. Había llegado a la conclusión de que debía dejar de escribirte. De esta manera no estaría tan obsesionado contigo y no sufriría por no poder verte con más frecuencia. Ahora tú quieres seguir teniendo mis cartas. De acuerdo, pero ¿no deberías reaccionar de alguna manera a lo que te escribo?. No se si te gustó la canción de Elton John, si la escuchaste, si sentiste algo. Cuando estamos juntos me amas por completo, lo sé, eso es precisamente lo que ha hecho que me haya enganchado tan fuerte. Y cuando no estamos juntos ¿piensas alguna vez en mí?
Si no tuvieras novio, o si tu novio no fuera tan tradicional y absorbente, todo sería más fácil. Te molestó que fantaseara con él, pero sólo era una manera de imaginar cómo poder estar contigo. El miércoles me quedé con las ganas, me costó mucho dormirme. Afortunadamente pudiste venir ayer. Ahora pasarán quince largos días o tal vez más, hasta que volvamos a vernos. Cada día, cada hora estaré pendiente del whatsapp por si me enviras algún mensaje y algo tendré que hacer para no pensar en ti a cada momento. Siento que si de verdad me quieres deberías dar alguna señal más allá de nuestros fugaces encuentros.
Amor mío                                           20 de junio de 2017
Mañana volveremos a vernos si no hay ningún contratiempo. No te he escrito durante estos quince días porque creo que no me conviene hacerlo. Pero mañana tal vez tú esperes mi carta. Desde que te conocí siempre tengo la impresión de que será última vez que te vea y siempre me parece un milagro volver a verte. Pareces feliz en Moscú con tu novio. Me alegro por ti y me das mucha envidia. Envidia por tener novio, por viajar, por ser joven…
Me pregunto por qué he llegado a sentir lo que siento por ti, qué sentido tiene, si es que tiene alguno. Seguramente tú también te lo preguntes. ¿Por qué te he escrito estas cartas? Puede que pienses que tú no eres nadie excepcional, que hay otros chicos como tú. Para mí si eres absolutamente excepcional y único. No hay nadie como tú en el mundo para mí y nunca lo habrá. Te considero la última oportunidad que me ha dado la vida de amar. De amar plenamente. No se explicar por qué siento este amor, tan sólo puedo tratar de describir mis sentimientos. Si miro hacia a tras pienso que una sola hora contigo tiene más valor para mí que todas las historias que he vivido en los últimos 17 años. No te equivoques, jamás habrá nadie que pueda sustituirte.
Me resulta dificil imaginar qué sientes por mí. Admito que cuando estamos juntos me amas intensa y sinceramente. Eso es lo que hace que yo te quiera tanto. Es difícil para mí vivir en la incertidumbre, saber que en cualquier momento se puede acabar todo. Pero supongo que no tengo derecho a pedirte ningún compromiso. Nuestro amor está tasado. Dicen que esta es la única clase de amor que no hace daño. No es mi caso. Cada vez que imagino que no voy a volver a verte me siento morir. Te parecerá una exageración, parte de mi “verborrea” como definiste mis cartas. Te parecerá extraño, pero no hay nada hoy en día que me haga más ilusión que encontrarme contigo. Debo ser un estúpido y patético viejo incapaz de disfrutar de todas las posibilidades que ofrece la vida y encaprichado de un joven con quien no tengo ningún futuro. No puedo escribirte cartas porque sólo consigo con ello alimentar una historia sin futuro. Te escribo esta carta porque no quiero que mañana te sientas defraudado por no tener tu carta. Aquí la tienes amor mío, mi amor imposible. Como dijera Jacques Brel, no me abandones, ne me quite pas, dejáme convertirme en la sombra de tu sombra,la sombra de tu perro… pero no me abandones, ne me quites pas. Yo te ofreceré perlas de lluvia venidas de un país donde nunca llueve. Si por mí fuera me pasaría largas horas contemplándote, conversando, compartiendo cualquier momento de la vida. Ya se que no es posible mi amor. Yo aceptaré las migajas que puedas darme como si fueran el manjar más exquisito y sabroso. Déjame disfrutar del poco tiempo que puedas dedicarme, no te pediré nada más. Pero por favor, si crees que esto debe terminar, se sincero conmigo y dímelo. Me matarás de dolor pero volveré a aprender a vivir sin amor. Lo peor es la incertidumbre, no saber qué ocurrirá. No soy un viejo verde obsesionado por el sexo. Tampoco tú eres una belleza física excepcional. Te lo he dicho y te lo he escrito muchas veces. Cuando estoy contigo me siento en paz, reconciliado conmigo mismo y con el mundo, siento que no me falta nada, que tú me das todo lo que necesito. No se por qué ocurre, solamente se que ocurre y que me siento muy dichoso. No se que ocurriría si nos viéramos con más frecuencia, la convivencia siempre es difícil. Cuando dos personas se encuentran unicamente para amarse no hay conflicto posible.  Amor mío, aunque mañana fuera la última vez que nos viéramos, solo podría agradecerte todo el amor que me has dado. Confío en que la vida me de la oportunidad de volver a verte muchas veces. Te quiero, te amo y te deseo. Tú dirás hasta cuando seguiremos compartiendo estos breves encuentros. Por mi parte siempre me parecerá poco, pero por poco que sea siempre será infinito.
Amor mío                  23 de junio de 2017
En poco más de una hora estaremos nuevamente gozando el uno del otro. Mis labios recorrerán tu cuerpo buscando algún rincón todavía poco conocido. Tu mordisquearás mis labios, yo mordisquearé tus pezones. Tu sexo llegará hasta el fondo de mi garganta, reposaré mi mejilla sobre tu verga hinchada. Volverás a acometerme penetrando hasta el fondo de mi alma y volveré a sentir el placer infinito de tenerte dentro de mí.
Me siento una de las personas más afortunadas de la tierra. Tengo un buen trabajo, gozo de excelente salud y tengo al más maravilloso de los amantes. ¿Qué más podría pedir? Siempre nos falta algo, está en la naturaleza humana. Yo quisiera nadar contigo en una playa tranquila y apartada. Visitar alguna ciudad romántica como Venecia o Paris o La Habana. Quisiera viajar contigo en barco. Viajar contigo en tren. Viajar contigo en avión, en coche, en autobús, en bicicleta, andando, en burro, en camello…. Pasar una noche en el desierto a la luz de las estrellas. Asistir a una función de Ópera en el Teatro Real, a una sesión de jazz en el Clamores. Ver juntos mil y  una películas. Cocinar para ti, descubrir todo aquello que te gusta. Discutir contigo porque no te gusta el pescado ni las setas. Discutir contigo por cualquier tontería, porque discutir es compartir la vida. Enfadarme y enfadarte para inmediatamente reconciliarnos y volver a amarnos como la primera vez, como la segunda, la tercera, … la octava… Creo que hoy será el noveno día que me haces el amor. La onceava vez que me haces el amor puesto que en dos ocasiones comimos juntos y me amaste antes y después de comer.
Tengo por delante una década maravillosa y prodigiosa que me gustaría compartir contigo tanto como sea posible. No se si nuestro amor durará un año, o diez años o si como imagino en mis cartas durará siempre y seguiremos amándonos miles de años después de haber desaparecido de este mundo. Sólo sé que a tu lado soy inmensamente feliz. Y estoy empezando a perder el miedo de perderte. Ahora sé que tú también me amas, que esperas nuestros encuentros y mis cartas. Reconozco que la propina ayuda, claro. Pero tengo la sensación de que no seguiríamos viéndonos si no compartiéramos esta pasión.
Tengo que hacer malabares con el tiempo. Reposar mi cabeza unos instantes en tu pecho después de caer rendidos tras amarnos e imaginar que ese breve instante son largas horas… que me quedo dormido abrazándote y nos despierta la brisa fresca del amanecer.
Sería tan maravilloso despertar un día tras una noche tórrida de sexo y que la primera imagen del día fueran tus labios y tu mirada.
Amor mío, quiero volver a lamer todos y cada uno de los dedos de tus pies. Quiero volver a introducir mi lengua en tu ano, quiero besar tus nalgas, tus axilas, tus párpados y tus ingles. Quiero que goces una y mil veces, que te derrames dentro de mí, que me hagas llorar de felicidad. Amor mío, estamos juntos, nos amamos, somos un único y mágico ser… todo lo demás puede esperar. Que nos importa nada, amémonos mientras estemos vivos y podamos permitírnoslo.
Esta eMs mi carta de hoy en agradecimiento por todos los besos que en un rato nos estaremos dando. Gracias mi amor por ser como eres, por hacerme el amor con tanta delicadeza y cariño.
Soy tuyo amor mío, solamente tuyo, amor.
Amor mío                                        25 de junio de 2017
Cada una de las veces que has venido a mi casa nos hemos besado apasionadamente en la puerta o en el salón, ansiosos de gozar el uno en el otro. El viernes lo hicimos también cuando te ibas, con prisa y sin embargo deseando llevarte un beso más, prolongando el placer de estar juntos. Estuviste lejos veinte días pero la espera mereció la pena, has vuelto a mis brazos ardiente de deseo para hacer el amor dos días en una semana.
El sábado fui a la piscina y pensaba en ti mientras nadaba o permanecía al borde con los pies en el agua. Miraba a otros jóvenes hermosos en bañador, pero ninguno, ninguno, me resultaba tan atractivo como tú. Fui a ver la película “Hermanos del viento” y pensé que te gustaría verla: un adolescente recoge un polluelo de águila arrojado del nido por su hermano y lo adopta. Una maravilla de cine de la naturaleza rodada en los Alpes.
Esta tarde he visto otra peli, “Maudie”, maravillosa historia de superación personal, una historia de amor diferente. No estoy acostumbrado a ir solo al cine. Me gustaría ir contigo, así que como no es posible te lo cuento. Me pregunto si tenemos o no gustos parecidos, si te hubieran gustado estas dos películas que  mí me han entusiasmado.
No puedo seguir escribiendo solamente sobre nuestros encuentros sexuales, necesito hablar de otras cosas. Maudie me ha gustado porque habla también del dolor y es capaz de hacerlo sin perder ni un solo momento la belleza. La vida, el mundo, es así, está lleno de dolor y de belleza y yo admiro a los artistas que son capaces de crear belleza sin ocultar las injusticias y las tragedias de la vida. El jueves fui a ver “Pareja abierta” de Dario Fo, con Carmen Conesa y Victor Ullate Jr. Una comedia muy recomendable y un magnífico trabajo de actores…. También la hubiera compartido gustoso contigo.
Volveremos a amarnos muy pronto, amor mío. No se cómo voy a hacer para sintetizar en mis besos todo lo que me gustaría compartir contigo. Está bien, si solamente quieres que seamos amantes, eso seremos. Yo sería para ti cualquier otra cosa y todas a la vez: amigo y confidente, compañero de aventuras, padrino, hermano, tío, marido… lo que tú quisieras. Pero no me quejo, ahora estoy más tranquilo y pienso que seguirás amándome, que a nuestra pasión le quedan todavía muchos capítulos. Ha llovido amor mío y el olor a tierra mojada también me hace pensar en ti, porque yo soy la tierra y tú eres la lluvia. Juntos somos el ciclo de la vida, el milagro del amor de donde nace la belleza del mundo.
Corre    5 de julio de 2017una suave brisa, como el viernes cuando nos amábamos en la cama grande junto a la ventana. Me gustaría mandarte un mensaje diciendo solamente: “amor mío, te quiero y soy feliz” te lo envío telepáticamente, ya me dirás si lo has recibido, son las 18,45h del domingo 25 de junio.
Amor mío, ¿querrás hacerme el amor otras mil y una veces? ¿me dirás alguna vez si llegaste a escuchar aquella canción de Elton John y si llegaste a sentir algo? Amor mío, ¿te das cuenta de que si alguna vez me abandonas todos mis besos se perderán para siempre? Déjame que cuide de ti, amor mío, y yo te dejaré que cuides de mí. Seremos un único ser suspendido en el tiempo. Háblame mientras me haces el amor porque tu voz grave y armoniosa ahuyenta todos mis temores y tranquiliza mi alma. Cada día que pasa te quiero más y ahora lo hago con una cierta serenidad. ¿Quieres viajar conmigo? ¿nos adherimos el uno al otro hasta el fin de los tiempos?
Amor mío   5 de julio de 2017
Seguramente no sea bueno que te escriba porque hace que me obsesione contigo y quiera verte más a menudo. Pero lo cierto es que aunque no te escriba sigo deseando estar contigo muchísimo más tiempo del que compartimos y enviarte mensajes a cada momento. Por otro lado sé que te gusta leer mis cartas y a mí me gusta complacerte. Ya que no puedo cocinar para ti ni compartir tantas cosas que quisiera compartir contigo seguiré escribiéndote. Me pregunto cómo podrás nunca entender lo que siento por ti si a mi mismo me resulta difícil explicármelo. A penas tienes tiempo para mí, siempre ocupado con tu pareja, tus amigos, tu trabajo, tus estudios, tus viajes… Debería olvidarme de ti y aceptar únicamente el poco tiempo que compartimos, sin esperar nada más. Pero no lo consigo. Te veo y soy feliz, pero a los dos días necesito saber de ti. Y aunque hayamos acordado reencontrarnos, los días que faltan para nuestra cita siento el deseo de enviarte algún mensaje, solamente para decirte que te quiero, que pienso en ti. A menudo miro el whatsapp y a veces apareces en línea pero tengo que reprimir el deseo de saludarte.
 -“Hola”
- “dime”
- “nada amor mío, solamente que te quiero”
No sé qué hacer con mis sentimientos, especialmente cuando tu respondes “yo también te quiero cariño” porque no sé lo que significa que tú me quieras. No sé hasta donde tengo derecho a esperar de ti algo más de lo que me das. Amor mío, cuando yo digo que te quiero significa que me gustaría compartir mi vida contigo, naufragar definitivamente en la isla de tu cuerpo y amarte hasta el último aliento que me quede. Eso es demasiado y tú no puedes corresponder de la misma manera, no deseas compartir tu vida, ni siquiera una pequeña parte de tu vida, conmigo. Y sin embargo dices que me quieres y yo te creo y al creerte mi amor por ti sigue creciendo sin que tenga ningún suelo sólido en el que apoyarse.
¿Qué puedo hacer contigo?  Tan sólo esperar pacientemente que encuentres un rato para hacerme el amor una vez más. Eso es muchísimo y no es suficiente. Si me dijeras que sólo puedes verme una vez al mes te diría que ninguna manera renunciaría a verte aunque solo fuera una vez al mes. Pero seguiría deseando verte todos los días.
Quisiera poder susurrarte al oído que te quiero cada mañana y cada noche, tener algún modo secreto para poder comunicarme contigo. Creo que la telepatía no funciona. Yo siento que piensas en mí cuando me escribes un mensaje, pero cuando estás callado tengo la sensación de que te acuerdas poco de mí.
Hazme el amor como si fuera la última vez que nos amamos, mi amor secreto. Derrámate en mí amor mío y déjame sentir que soy capaz de hacerte gozar. ¡Que grande y que pobre es nuestro amor! Cada día renovamos la pasión sin que exista ninguna certidumbre sobre nuestro futuro. Somos solamente presente, intenso y exigente. Te amo, o tú me posees por completo. Y sin embargo si tú quisieras… pero no, no quieres. Y aunque no quieras yo te sigo queriendo con toda mi alma y todo mi cuerpo amor mío
Amor mío                                                                    jueves 6 de julio de 2017
A penas quedan tres horas para estar contigo. Llevo todo el día con esa sensación de tener culebrillas en el estómago que da la ansiedad. Hacia la una ya no pude reprimirme más y te envié un mensaje solamente para decirte que cada día que pasa te quiero más. ¿Cómo es posible amar tanto a una persona? ¿Cómo es posible que la pasión siga renovándose y creciendo con cada encuentro? Todos mis días tienen que ver contigo, pienso en ti a cada momento y cuento los días y las horas que faltan para besarte. Nuestro amor es noble y puro cariño mío. No hay nada de lo que avergonzarse sino todo lo contrario debemos sentirnos orgullosos de nuestro amor. ¿Qué nos importa nada lo que pudieran pensar los demás?
¿Qué nos importa la diferencia de edad o el que haya un intercambio entre nosotros? ¿Acaso el amor no consiste en compartir? Feliz aquel día en el que me preguntaste si yo pagaría por el sexo. Amor mío, yo compartiría contigo todo lo que tengo. No es posible pagar con dinero el amor que tú me das, un amor que incluye el sexo pero es mucho más que sexo.
Soy un hombre mayor que necesita seguir amando, nunca te agradeceré suficientemente tus besos. Suena la tormenta y pienso en lo felices que seremos dentro de un rato, amándonos mientras sigue cayendo la lluvia. Pienso que un rato más tarde estarás seguramente leyendo estas líneas en el metro y tu cara se iluminará con una sonrisa que te hará más guapo y atractivo a los ojos de cualquiera que te mire. Cuanta ternura he encontrado en ti. Nuestros encuentros son tan breves que nunca me da tiempo a decirte, contarte, preguntarte… ¿cómo te trata la vida? ¿te ha vuelto a doler la espalda? ¿ya se puso bien tu gata? ¿has visto alguna peli interesante? ¿entonces estuviste en el Orgullo? ….
He agotado las palabras y las imágenes para describir lo que siento por ti y ya solamente puedo repetirme. Me gusta la cicatriz de tu pecho, me gustan todos y cada uno de los dedos de tus pies, me gusta tu barba y tu voz, tus tatuajes, tus silencios, tus labios, tus mejillas, tus nalgas y tus ojos. Me gusta cómo me muerdes el pecho y los labios, me gusta cuando me pides que me de la vuelta y me traspasas con tu verga, me gustan cada uno de tus movimientos y de tus gemidos mientras me penetras, me gusta cuando finalmente te derramas dentro de mí y yo no quiero que salgas nunca de mi cuerpo. Me gusta ducharme contigo y me gustan los últimos besos que das antes de irte. Me gusta recordar el aroma de tu cuerpo y el timbre de tu voz durante largas horas. Me vuelve loco cuando finalmente sé cuándo volveré a verte. Me gusta cuando escribes que me quieres. Me gusta soñar una vida imposible a tu lado. Me gusta escribirte sintiendo que tú me estás leyendo y que seguimos unidos aunque no estemos físicamente juntos.
Mi dulce amor, compañero secreto de goces infinitos, mi joven amante, frágil y arrogante, mi lindo marinero, jinete incansable cabalgando contra el tiempo, escribiendo sobre mi piel marchita un poema de lujuria, un soneto que se aferra a mi más profunda conciencia recordándome que solamente somos agua que fluye… eres el mantial más fresco y más puro que jamás hayan bebido mis labios, eres el amor mismo encarnado en un ser único e irrepetible. No puedo imaginar que este amor pueda terminar nunca y si algún día dejáramos de vernos siento que seguiríamos amándonos secretamente en algún bucle del tiempo, porque un amor tan puro es imposible que muera.
Te quiero cariño, te amo y no me canso de repetirlo.
Amor mío               22,50h 6 de julio de 2017
Me pides otra carta para mañana. Todavía estoy borracho de tus besos hace menos de una hora y tengo que empezar a desearte nuevamente. Aún te siento dentro de mí y vamos a estar juntos de nuevo en poco más de doce horas. Es un poco precipitado para mí, pero ¿qué puedo hacer? No dejo de decirte que quiero estar contigo cada día, como no complacerte entonces si me pides volver a vernos mañana mismo. Presiento que pagaré el precio de no verte la próxima semana…
Me ha sorprendido que quieras volver a verme tan pronto y no soy capaz de negarte nada. Me pregunto qué pasará. La verdad, preferiría quedar mañana contigo para comer fuera de casa, charlar un rato y tal vez, tal vez, hacer el amor también. Supongo que no te gusta la idea de que nos vean juntos y prefieres que comamos en casa.
No es tan fácil escribir una carta de amor, ¿sabes? Ahora me siento todavía medio grogui después de haber hecho el amor contigo. Me hubiera quedado dormido junto a ti, profundamente relajado. De pronto el proceso que suele durar una semana se acorta porque mañana puedes compartir un rato conmigo a medio día. Está bien mi amor, te recibiré encantado…. y tal vez exhausto. No estoy seguro de que sea una buena idea vernos tan seguido. En cierto modo me siento halagado porque eso significa que me deseas. Pero ¿qué significa “así da fuerzas para el finde”? No creo que tú necesites fuerzas para el finde y en cuanto a mí, más bien perderé mis menguadas fuerzas si mañana me haces de nuevo el amor…
Yo mañana daría un paseo contigo, iría al cine o a ver una exposición y tal vez después volvería a amarte en la cama. El sexo es siempre maravilloso contigo amor mío pero a mí en realidad me gustaría poder compartir también otras cosas. Mañana volverás a hacerme el amor, cabalgarás de nuevo sobre mi espalda y yo gozaré viéndote gozar. Tengo que irme a dormir mi amor, soñaré contigo y repondré fuerzas para poder complacerte mañana. ¿A caso te estás enamorando de mí?
Si es así me parece perfecto, pero entonces tal vez deberían cambiar algunas cosas. Yo creo que no es eso. Me deseas y estás a gusto conmigo. Eso me complace, siempre he deseado que gozaras tanto como fuera posible. ¿Y después? Bueno, mejor no pensemos en el mañana y gocemos del hoy. Puedes tomarme cuando quieras, soy tuyo. Mañana te aguardaré con los brazos abiertos, me harás el amor y yo me abriré de arriba a abajo para ti. Tómame una vez más hasta que quede rendido y agotado y con las escasas fuerzas que me queden volveré a decirte cuanto te quiero.
Me caigo de sueño, amor mío, no puedo llegar al final de la página. Quiero dormir sintiendo todavía tu miembro dentro de mí, esa maravillosa sensación que suele durar cerca de 48 horas hasta que finalmente se desvanece. Mañana volverás a penetrarme y sabe dios cuantos días pasarán sin que volvamos a amarnos…
Pero yo ya no tengo voluntad porque tus deseos son órdenes para mí. Te quiero amor mío y puedes usarme cuanto quieras.

Amor mío                                                                         7 de julio de 2017
Gracias mi amor por este San Fermín inesperado. No sabía cómo resultaría y ha sido nuevamente un enorme placer compartir contigo la mesa y la cama. Me siento tan relajado, tan tranquilo, tan satisfecho… amor mío, tómame siempre que puedas, disfrutemos del presente sin preguntarnos nada. Gocemos el uno en el otro y demos gracias a la vida por haber permitido que nos encontráramos. Si lo piensas un poco las posibilidades que nos hubiéramos conocido eran prácticamente ninguna. Fue pura magia que quedáramos la primera vez y aún antes de conocernos ya había algo de poesía en nuestros primeros mensajes. Yo creo que hay algo muy especial entre tú y yo. De otro modo no se explica que nos amemos tanto, que la pasión no se acabe nunca, que pidamos siempre un beso más antes de despedirnos. Sí, por favor proponme nuevos encuentros siempre que puedas, aprovechemos el presente, que el futuro es siempre incierto. Llegará agosto y no podremos estar juntos. Te echaré de menos y recordaré estos días de julio, cómo sonaba la cama con tus acometidas, como llovía y un aire fresco y húmedo era cómplice de nuestro amor acariciando nuestros cuerpos enlazados. ¡Qué suave es tu piel, cariño! Cómo me gusta acariciar tu espalda, reposar mi cabeza en tu pecho, abrazarte y besarte miles de veces. No me canso de decirte que te quiero. Has descubierto un mundo nuevo de placeres para mí. Nadie, nadie me hizo jamás el amor como tú me lo haces. Yo también he sido joven, ¿sabes?. Solía hacer el amor como tú me lo haces ahora, especialmente con las mujeres que amé en mi juventud y pienso que la vida me devuelve ahora ese mismo placer que yo era capaz de proporcionar a mis amantes.
Durante años he tenido la fantasía de ser penetrado pero muy pocas veces he llegado a abrirme. Contigo es diferente, creo que son ya quince las veces que has entrado en mi cuerpo y yo me he acostumbrado a recibirte, gozoso. Poco a poco nos hemos ido conociendo y hemos tejido una red de complicidades y una intimidad serena. Ya no tengo tanto miedo a perderte y puedo sentir que tú también me amas. Tres meses dura ya nuestra historia de amor, cariño. Hemos superado algunos pequeños baches y seguimos amándonos apasionadamente.
12 de julio
Hoy se cumplen tres meses desde que nos conocimos, amor. Mañana comeremos juntos y pasado mañana volveremos a amarnos. Volveremos a amarnos dos días seguidos, todo un lujo. Eso hace que sienta menos ansiedad el resto de la semana. No me importa pagar por estar contigo y no te quiero menos por ello. Al contrario me resulta excitante y romántico. Sé que de otro modo ni siquiera te hubiera conocido. Me gustaría poder cuidar un poco de ti, ya lo sabes. Y no lo tomes como algo paternalista. No creas que soy posesivo, al contario. Pero siento mucha ternura por ti. Desde que volviste de Moscú me siento más sereno, no sé si tus sentimientos hacia mí son sólidos, no se cuanto durará nuestra apasionada historia de amor. Sólo sé que quiero gozar cada minuto que pueda compartir contigo como si fuéramos a amarnos eternamente, como si en el mundo sólo existiéramos tú y yo, unidos por el azar, por la magia del destino. No renuncio a que un día las cosas cambien, no renuncia a nada de cuanto te he escrito, pero aun así mi siento feliz y afortunado. Es una suerte que pueda permitirme pedirte que me hagas el amor dos días en semana. Ojala no te canses de mí y sigas deseándome. Creo que para ti también es una suerte haberme conocido y tiene que resultarte muy excitante tenerme como amante secreto. Vuelve otra vez y tómame en la noche amor mío. No te canses nunca de penetrarme una y otra vez, derrámate en mi boca y en mis entrañas, corazón.
21 de julio
Amor mío
Me ha resultado difícil escribirte esta semana. El domingo estuve esperando un mensaje tuyo y tuve la sensación de que no te importaba demasiado y que debería dejar de fantasear con un futuro que no existe. Cuando nos vimos el miércoles todavía dudaba de tus sentimientos. Hoy has vuelto a hacerme el amor y tenido la sensación de que eres sincero y a tu manera me quieres. Ahora estoy otra vez hecho un lío. Estoy a gusto contigo y vuelvo a sentir que tú también sientes algo por mí, más allá del deseo y de la conveniencia. Esta mañana pensaba en que cuando llegaras te propondría charlar un rato, ir a la piscina, dejar la cama para otra ocasión… pero no tiene sentido. O ¿tal vez sí?
¿Serías capaz de estar conmigo para algo diferente a hacer el amor? Supongo que no, tendrían que cambiar tus circunstancias para que eso fuera posible. Y de todas maneras aunque nos encontráramos para cualquier otra cosa desearíamos besarnos y abrazarnos.
Hay días que se hacen muy largos y los encuentros contigo son siempre muy cortos. Ya no se que contarte, siento que te lo he dicho y escrito todo. ¿Qué sentido tiene seguir imaginando una vida a tu lado, si nuestro único futuro son nuestros encuentros furtivos y fugaces? ¿Por qué te gusta tanto recibir mis cartas? Tal vez sea como un espejismo, una forma de enmascarar la realidad. Una propina envuelta en una carta de amor parece algo mucho más delicado y elegante que un prosaico billete. ¿es por eso? O tal vez, en el fondo de tu alma sientas que a ti también te gustaría compartir conmigo algo más aunque tus circunstancias no lo hagan posible. Yo no lo se y tu no sueles reaccionar a lo que escribo. Te gusta leer mis cartas, sí, pero nunca se te ha ocurrido escribir tú algo o simplemente comentar lo que sientes cuando las lees. ¿estás seguro de que me amas? Seguramente si yo no pudiera pagarte dejaríamos de vernos, me recordarías con cariño, claro que sí, puede incluso que hasta me echaras de menos, pero ya no tendrías tiempo para mí. No voy a hacer la prueba de todos modos. Pero no puedo evitar algunas veces ponerme un poco triste pensando que nunca podré hacer tantas cosas que me gustaría hacer contigo.
Y sin embargo, aunque intente separarme un poco emocionalmente de ti, vuelves otra vez y vuelvo a sentir que te quiero. El amor es una extraña droga. La razón va por un lado y el corazón por otro. Pero no te preocupes, puedes contar conmigo, aunque siempre tengas que salir corriendo después de cumplir con parte del trato. Se que hoy estabas tan feliz y relajado como yo, abrazados tras la batalla del sexo, una batalla de la que seguimos saliendo triunfantes los dos. Se que te gustaría poder quedarte un rato más.
Amor mío, no se lo que pasará en el futuro, pero me alegro de haberte conocido, me alegro de sentir por ti tanta ternura, me alegro de que goces conmigo y de servirte de apoyo. Te sigo queriendo cariño, aunque nuestro futuro sea el de seguir encontrándonos fugazmente. Después de todo todos estamos profundamente solos. Tan solo en algunos momentos mágicos podemos olvidarnos de la soledad y sentir que nuestro ser no termina en nuestro cuerpo. Sigue siendo muy agradable sentir la huella que dejas en mi cuerpo cariño. Lo más sorprendente es que tú estimulas en mí el amor romántico, es por eso que siento el deseo de estar contigo más allá del sexo. Si sólo hubiera sexo entre nosotros, no sentiría esa necesidad de compartir contigo nada más.

22 de julio
Querido Alberto
Verte un par de veces en semana tiene un efecto balsámico para mí, pues hace que no necesite ir en busca del sexo, un sexo por otro lado cada vez más frustrante e insípido. Contigo tengo todo lo que necesito. Claro que me gustaría verte con más frecuencia, pero no tanto para hacer el amor como para compartir otros momentos.
Pienso que tú eres para mí un ángel y yo soy para ti otro ángel. Compartimos una pasión secreta, pero más allá del placer que nos damos el uno al otro, somos seres mágicos que nos proporcionamos algo sutil y muy valioso. Tú me das una paz que no conocía hacía muchos años. Creo que yo te doy, aparte del apoyo económico un apoyo emocional que hace aumentar tu autoestima. Tal vez por eso echas en falta mis cartas cuando no te escribo.
Es muy poco habitual lo que nos pasa. Desde que murió mi marido he estado con varios chicos y masajistas. Antes nunca había pagado por tener sexo. Algunas veces he sentido cierta ternura, pocas veces he repetido con el mismo chico. En una ocasión me encariñé, el chico me dijo que tenía pareja y no volvimos a vernos. Lo que me ha sucedido contigo es desde luego algo poco habitual. Toda mi vida he sido promiscuo, he buscado los placeres del sexo de múltiples maneras. Pero en los últimos años cada vez me resultaba más difícil encontrar experiencias placenteras. Pensaba incluso que el sexo se iba acabando para mí. Echaba de menos  a los amantes de mi juventud y pensaba que ya nunca volvería a amar como lo hice con algunas personas, mujeres y hombres cuando yo era un joven apasionado que deseaba apurar todos los placeres de la vida. Si te quiero tanto es porque contigo he vuelto a sentir el amor de la juventud, inconsciente, generoso  y temerario.
Aunque con frecuencia me haya entregado a placeres sórdidos y morbosos, lo cierto es que siempre he sabido que no hay mayor placer que gozar con la persona amada. Pero pensaba que eso ya no era posible para mí. Tú me has hecho volver a ser romántico, volver a escribir, a soñar. Sé que es muy difícil que las cosas cambien entre tú y yo. Sin embargo no pierdo la esperanza, porque si la perdiera se rompería la magia. No me olvido que eres mi puto como me dijiste un día, pero el día en que deje de amarte dejarás de serlo. O tal vez algún día aceptes mi amor y dejes de ser solamente mi puto. No te ofendas cariño. Sabes que no veo nada deshonroso en ofrecer tu cuerpo por dinero. Yo lo hice alguna vez y lo hubiera hecho más veces de haber tenido ocasión y frente a la hipocresía de quienes lo consideran algo innoble, a mí me parece que puede ser algo muy noble.
No quiero que se acabe la pasión entre nosotros amor mío. Vuelvo a escribirte otra vez para que sepas que sigo amándote, que me gustaría tener la oportunidad de compartir mi vida contigo y que te sigo queriendo aunque eso no sea posible. Verte dos veces en semana es exactamente el doble de lo que nos hemos estado viendo, no está mal, me gusta más que verte solamente una hora a la semana.
El domingo pasado me hiciste pensar que te importaba poco. Esta semana has vuelto a hacerme sentir que me quieres. Me gusta que seas tú quien me busque, quien establezca el contacto. Estaré esperando que lo hagas cariño. A penas nos queda una semana para amarnos. Por mi parte estaré deseando volver a verte después de mis vacaciones. Cuídate mucho amor mío y no me olvides.

25 de agosto de 2017
Mi querido Alberto
Recuerdo como me hiciste el amor una tarde de agosto mientras una suave brisa acariciaba nuestros cuerpos desnudos- Yo no dejaba de besar tus manos y repetir cuanto te quiero. Tú cabalgabas desbocado sobre mi espalda gimiendo de placer. Angel mío, mi jinete alado, mi amor secreto, mi niño querido. Quisiera poder volar para llevarte abrazado más de las nubes, los mares y los montes.
Un mes hemos estado sin vernos, amor mío. No he dejado de quererte ni un solo día. Tú eres la horma de mi zapato, mi media naranja, mi delirio, la llama que aviva las brasas de mi viejo corazón. No pierdo la esperanza de llegar a ser algún día para ti algo más que tu cliente favorito, tu padrino benefactor. Ya se que es poco probable, que cuando me decías “podemos ir viéndolo” en realidad estabas diciendo que no iba a ser  posible. Pero aun así vuelvo a escribirte mis cartas de amor aunque eso contribuya a obsesionarme contigo. Nadie me ha hecho ni me hará nunca el amor como tú lo haces. Aunque no pueda compartir tantas cosas que quisiera compartir contigo no quiero perder nunca esa hora de locura y de pasión que compartimos a escondidas.
He perdido muchas de las fotos tuyas que tuve, entre las que  conservo está la de tu pie herido y me sorprende la infinita ternura que siento al mirarla. Hace mucho que no beso tus amados pies, pero no creas por ello que he dejado de quererlos. Nunca tenemos tiempo para que pueda besar todo tu cuerpo y tú estás ansioso por tenerme abierto a tu merced a cuatro patas, con tu sexo duro buscando la cueva de mi cuerpo. Está bien, tenemos poco tiempo y hay que ir a lo importante. Esos minutos gloriosos en los que me acometes una y otra vez y conviertes mi cuerpo en una prolongación del tuyo. Amor mío nunca podrás saber cómo te amo en esos momentos, como dejo de pensar en mí y me concentro única y exclusivamente en tu placer. No hay nada mejor para combatir la muerte, el tedio, el aburrimiento, la desesperación, el cansancio de la vida, la soledad, el paso del tiempo, el envejecimiento, las inevitables pérdidas.. que fundirse con el ser amado, dejar de ser uno mismo y sentirse parte del amado. Cuando seas más mayor comprenderás lo que te digo. Ahora es suficiente con que te entregues como lo haces sintiendo todo el vigor de tu juventud capaz de provocar un terremoto en mis entrañas.
Me gusta tanto volver a encontrarte cada vez, volver a abrazar tu cuerpo ligero, volver a besarte como si fuera la primera vez, como si fuera la última vez… besos robados al tiempo. Cariño mío te lo he dicho muchas veces y vuelvo a repetírtelo: puedes contar conmigo para todo lo que tú quieras o pudieras necesitar. Tú dices que estás a mi servicio, yo digo que sigo enamorado de ti, que quisiera poder cuidarte y mimarte, protegerte y amarte. Las propinas que te doy no pueden pagar toda la felicidad que me proporcionas. Tal vez por eso vuelvo a escribirte. Todo está bien mi amor. Volveremos a encontrarnos muy pronto, tú tendrás prisa por irte y volverás a reclamar un último beso después del último beso y yo te abrazaré suavemente como se abraza a un pájaro antes de dejarle salir volando. Sigues teniendo todas mis puertas abiertas, la de mi casa, la de mi corazón, la de mi alma, la de mi cuerpo. Amor mío creo que aún nos quedan muchos días y placeres por compartir.
Te amo.

31 de agosto de 2017
Querido mío
Mañana volverás a hacerme el amor y reclamarás tu carta. Es un juego bonito este que nos traemos. Me haces sentir que me amas por lo que te cuento en estas cartas. Yo estoy un poco desencantado de la vida, me cuesta entusiasmarme y tú me haces sentir que todavía hay tiempo, que nunca es tarde si aún somos capaces de amar. Tú me das una inyección de vida cada vez que me visitas a hurtadillas.
Yo quisiera prolongar nuestros encuentros, charlar un rato antes de ir a la cama, conocerte un poco más, bromear y comentar cualquier caso. Tu llegas impetuoso y me arrancas la ropa a besos. Me ofreces tu cuerpo liviano y juvenil dispuesto para complacerme sin andarte por las ramas ni con prolegómenos… No sé, no sé si es puro deseo por tu parte o la necesidad de hacer bien tu trabajo en el escaso tiempo que puedes dedicarme. Probablemente sean las dos cosas. Como es lógico a mí me gusta pensar que me deseas. Hace algún tiempo que dejé de ser joven, pero recuerdo muy bien lo que sentía cuando lo era, cuando  ser deseado resultaba tan excitante. Imagino que te resulta excitante tener un amante secreto como yo, que te trata con cariño y te escribe cartas de amor. Sí, creo que es una historia bonita que se merece tener más capítulos.
Conocemos bien nuestros cuerpos después de… ¿Cuántas veces me habrás hecho el amor? Creo que deben ser unas veinte… pero sabemos poco el uno del otro. No quiero que se agote nuestra pasión. Por eso es necesario regar nuestro amor para que siga floreciendo. Cubrir tu cuerpo de besos, abrazarte dulcemente, pedirte que me cuentes como te va la vida, mirarte a los ojos en silencio. Creo que me he entregado a ti como muy pocas veces me he entregado a nadie en mi vida. Me he pasado los años coleccionando amantes de muy distinta duración, a veces de varios meses y otras veces de apenas unos minutos. No se cuánto tiempo podré seguir amándote como te amo. Tampoco sé cuanto tiempo seguirás tú deseándome como me deseas. No quiero saberlo. Se que te gustan mis cartas y ahora te escribo una vez más para que no dejes de quererme, de amarme, de desearme, de hacerme sentir que estoy vivo por que por unos instantes estamos intensamente unidos como si fuéramos un único ser.
No dejes de quererme mi amor y yo te prometo seguir escribiéndote estas cartas secretas que son sólo para ti porque mi amor ya solamente puede ser para ti. No quiero volver a estar triste. Quiero seguir soñando que el amor es posible pese a todo.
Mañana comeremos juntos, ojala tengas tiempo para quedarnos un rato abrazados en silencio. El invierno será largo y será frío y no quiero que nuestro amor se muera. Ayúdame tú también a regarlo para que sobreviva al frío que vendrá. Amor mío, que dulces son tus besos y que triste sería mi vida sin ti.
Te quiero
Querido Alberto                                                        septiembre de 2017
Hace tres semanas tuve la sensación de que la pasión entre tu y yo empezaba a debilitarse. Después hemos vuelto a recuperar el deseo, ya que el cariño nuca se ha debilitado. Me gusta que hayamos adquirido cierta estabilidad. Me gusta la intimidad que se ha creado, poder compartir una cena o una merienda como hoy. Te he tomado mucho cariño a pesar de no poder compartir contigo, como me gustaría, muchas otras cosas a parte del sexo. Es difícil mantener una relación que se basa solamente en el sexo, porque tarde o temprano la pasión se apaga y es necesario avivarla con los sentimientos, las complicidades, los intereses compartidos.
Compartir la cena contigo o que le traigas pienso a Odi, son pequeñas cosas que dan una apariencia de cotidianeidad a nuestros encuentros. Poder charlar unos minutos, quedarnos un rato abrazados después de la batalla de las sábanas me hace sentir que hay algo más. Tú dirás que siempre lo ha habido, seguramente tengas razón. Hay algo mágico e inexplicable que nos une. Supongo que eso es amor.
 Me alegra que vengas a verme una tarde de domingo, porque es algo nuevo. Tal vez puedas quedarte un rato más que otros días. Siempre he deseado tener tiempo por delante para compartir contigo sin que acabe puntualmente la hora prevista. Tiempo para nada, para mirarte, para sentirte cerca. Me he acostumbrado a nuestros encuentros clandestinos y fugaces, pero sigo imaginando un futuro distinto.
Cariño mío, como me gustaría pasear contigo por alguna ciudad remota, abrazarte en medio del frío para entrar juntos en calor, verte saltar las olas en una playa solitaria. Faltan ya pocos minutos para estrecharte nuevamente y siento no poder escribirte nada nuevo que te haga emocionarte y sonreir. Solo encuentro las imágenes que ya te he escrito: quisiera ser un náufrago refugiado para siempre en la isla de tu cuerpo. Quisiera dejar de buscar y encontrar a tu lado todo lo que me falta. Quisiera que pasara el tiempo y nos encontrara abrazados recordando momentos felices.
Amor mío van a cumplirse seis meses desde que nos conociéramos un doce de abril. Hemos superado la primera prueba del tiempo. Me gustaría que superáramos alguna más. Que nuestro amor no se haga nunca rutinario. Costumbre sí, porque hay buenas costumbres que merecen ser conservadas. Quisiera seguir besándote apasionadamente, como si fuera la primera vez. El amor es cosa de dos –a veces de más de dos pero eso es más difícil. Me parece que los dos estamos procurando mantener vivo nuestro amor.
Yo te sigo queriendo, aunque ya no te escriba. Tengo que dejarte ya porque estás a punto de llegar. Hoy es una bonita tarde de otoño porque vamos a merendar juntos y por primera vez me harás el amor en domingo.
Vuelve otra vez y tómame en la noche, cuando los labios y la piel recuerdan
13 de octubre de 2017
Querido Alberto
Hace seis meses que nos conocemos, parece que hay cierta estabilidad en nuestra relación. Por mi parte la pasión se ha ido transformando en cariño. No significa que te quiera menos por eso. Todo lo contrario. El cariño, el afecto es en realidad más profundo que la pasión porque no responde a un deseo físico sino a un sentimiento. No sé por qué te quiero, por qué sigo echándote de menos los días que separan nuestros breves encuentros. Me siento sólo y las pocas horas que comparto contigo la soledad se desvanece. Intento buscar a otras personas pero nunca encuentro lo que siento contigo. No me importa decírtelo, sigo queriéndote. Sigo imaginando que algún día llegaré a ser para ti algo más de lo que soy, que podremos hacer juntos algún plan. No quiero decirte que estoy triste porque a tu lado me siento dichoso.
Mañana comeremos juntos y seguramente volverás a hacerme el amor. Me gusta imaginarme abrazado a tu cuerpo ligero, besándote mil veces en todos tus rincones. Pero también me gusta imaginarte comiendo a mi lado, en mi mesa, charlando de cualquier cosa. Es curioso, la fascinación que sentí por ti las primeras semanas, el miedo a no volver a verte. Ahora te has convertido en un territorio conocido y cotidiano, pero no por ello menos sugerente. Amor mío, te echo mucho de menos cuando voy al cine, cuando tengo un día libre entero por delante y no se muy bien como emplearlo.
No se cómo va a evolucionar nuestra historia. Yo haré todo lo posible por alimentar el fuego de la pasión con el calor de mi cariño. Me gustaría poder entrar dentro de ti y verme desde tus ojos. Me gustaría ser para ti algo más que un acuerdo conveniente y amable. Dime, ¿no podrías organizarte para poder escaparnos juntos algún fin de semana? Viajar juntos tiene también sus riesgos. Creo que ninguna relación ni sentimental ni amistosa es igual después de un viaje. Compartir todas las horas y circunstancias del día puede acabar con una relación o puede fortalecerla. Naturalmente yo pienso que en nuestro caso nuestros sentimientos se fortalecerían.
Yo seguiré pensando en nuestro viaje imaginario, en el día en que al despertarme me encuentre con tus ojos y tus labios. El día en que pueda besarte y abrazarte sin que ello implique necesariamente hacer el amor a continuación, porque hay muchas formas de amarse y aunque el sexo sea fascinante no es la única, ni siquiera la más importante. Podría volver a hablarte de tu cuerpo que tanto me gusta, pero tu cuerpo no sería nada sin tu energía, sin tu voz, sin tu aura. Amor mío, tú me inspiras, me haces sentirme vivo y esperanzado, haces que me reconcilie conmigo mismo. Cuando estoy contigo siento que sale lo mejor de mi mismo, mi enorme capacidad para amar. Por eso te quiero tanto, porque contigo soy yo mismo.
¡Qué cartas tan locas te he escrito! Me gusta releerlas. Me gusta imaginar que pase lo que pase siempre me recordarás como alguien que te amó sincera y apasionadamente, que quiso que crecieras como persona y tocaras con la punta de los dedos la inmensidad del universo. Nacemos y morimos completamente solos, pero hay momentos maravillosos que podemos compartir y nos permiten sentir que no estamos solos. Tus besos y tu cariño son un dulce bálsamo en el otoño de mi vida. Te quiero, vida mía. No eres la primera persona a la que amo, pero seguramente serás la última, por eso no quiero que se acaben nunca nuestros besos.

Querido Alberto                                                   4 de noviembre de 2017
Me dices que te escriba, pero yo no quiero escribirte, quiero estar contigo. Hoy nos hemos quedado abrazados algunos minutos más que otras veces y hasta nos hemos quedado dormidos por un momento. No puedo expresar con palabras la ternura que me produce poder abrazarte después de la batalla, escuchar tu respiración, sentir tu cabeza reposando en mi pecho. Hoy ha sido un día especial. Claro que todos los días son especiales, ¿verdad?. Mientras hacíamos el amor  sólo podía pensar en un cosa: quiero compartir mi vida contigo, quiero verte cada día, quiero casarme contigo. Es una locura sí, pero es lo que siento. Y tú eres el único culpable, porque tú también me quieres. No se muy bien por qué me quieres, pero se que estás a gusto conmigo, que me deseas
Esta tarde habría hecho un te después de ducharnos. Después te habría propuesto dar un paseo con el perro por el barrio, disfrutando del atardecer otoñal. Luego tal vez hubiéramos buscado una película en algún cine cercano o nos hubiéramos quedado en casa viendo alguna de las muchas que hay en las estanterías.
Te echo tanto de menos cuando no estás, que es casi todo el tiempo, claro. Sobre todo te echo de menos cuando hay una fiesta entre semana como este miércoles. Un día entero libre por delante que quisiera compartir contigo. Cariño, me quedo como borracho después de estar junto a tí y empiezo a echarte de menos en el mismo instante en que sales por la puerta. Ahora te escribo para prolongar la sensación de seguir unido a ti.
Pasará una larga semana hasta que podamos volver a estar juntos. Una larga semana con una maldita fiesta entre semana. Si tú dejaras de quererme… tal vez yo podría entonces empezar a olvidarte. Pero vuelves cada semana cargado de besos, de deseo, de cariño. Yo te espero, impaciente, preguntándome cómo resultará esta vez y en el momento en que empezamos a besarnos vuelvo otra vez a enloquecer de deseo.
Es muy sencillo: te qui-e-ro.
Te esperaba este viernes. Había pensado hacer una tortilla de patatas para cenar. Me dio pena que no fueras a venir y decidí hacer la tortilla de todos modos. No me gusta mucho cocinar para mí sólo, así que me alegra preparar algo porque vas a venir a comer o a cenar. Me engaño a mi mismo pensando que vienes a comer o a cenar conmigo, siento que tengo una relación sentimental contigo, que por encima de cualquier otra consideración somos amantes.
Aquí tienes mi carta, amor mío. ¿cambiará en algo nuestra historia por el hecho de que te escriba? Tengo la sensación de que tú vas a seguir queriéndome del mismo modo, con cartas o sin cartas, con cena o sin cena. Seguirás haciéndome el amor con la misma pasión, con el mismo cariño. Pero no te quedarás a tomar el té ni a pasear con el perro por el barrio.
Me gustaría al menos tener tu dirección de correo electrónico para enviarte mis cartas sin esperar a la próxima cita y recibir alguna respuesta. En las correspondencias amorosas las cartas circulan en los dos sentidos. En este caso es un interminable monólogo. Yo te quiero y tú también me quieres…pero nunca contestas a mis cartas. Alientas mi amor, sí, pero ya no me dices “lo podemos ir viendo” aunque sea mentira.
Querido Alberto                                                                           11 de noviembre de 2017
Me siento atrapado en nuestra historia, me sorprende que sigamos amándonos con tanta pasión, que ninguno de los dos parezca cansarse del otro. Que cada encuentro siga siendo más luminoso que el anterior. Que cada beso traiga otro beso. Que mis sentimientos hayan echado raíces tan profundas en mi alma. Cariño mío, tengo tanto frío cuando tú no estás. ¿qué podría decirte que no te haya dicho ya? Que me gusta cada centímetro de tu piel, que me muero de deseo cuando estoy contigo y de ausencia cuando tú no estás. Que tengo envidia del aire que acaricia tu pelo cuando estás lejos.
Lo nuestro no tiene solución. Me das la vida cada vez que vienes a mi cama y me la quitas cuando me abandonas. No comprendo por qué me quieres tanto si sabes que de este modo yo me vuelvo loco por ti. Estoy enfermo de amor porque este amor es una enfermedad y la ausencia no hace más que avivar el fuego. No es un juego, amor mío, es una locura que me devora. Ya no se como manejarla. Me dejo llevar por la corriente en una montaña rusa en la que paso de la pasión a la melancolía y la ansiedad para volver otra vez a la pasión.
Eres un misterio para mí. No comprendo cómo puedes amarme tanto en nuestros encuentros y no echarme de menos como yo te añoro a ti el resto de la semana. Siento el deseo de llamarte por teléfono simplemente para escuchar tu voz. No te preocupes, no voy a hacerlo.
Ví una película de Isabel Coixet que me gustó, La Librería y he descubierto en internet un joven director que hace cine gay: Roberto Perez Toledo, me ha gustado mucho su mediometraje “Los amigos raros”. Pensaba que podría compartir contigo la aficción por el cine, aunque en realidad no se cuales son tus gustos. Creo que empecé a enamorarme de ti porque te gustaban el cine y los animales, y por tus mensajes de whatsapp y por tu voz y por el mechón de tu cabello y por tus besos, claro, y tu forma de hacerme el amor.
Es tan sorprendente que sigamos amándonos, siete meses después de habernos conocido… Espero que mi última carta no te haya molestado. A veces pienso que puede resultarte agobiante mi amor. Otras veces me pregunto por qué no me echas un poquito de menos. Ya no puedo a penas imaginar como sería mi vida contigo porque no me das pie a esperar que nada vaya a cambiar un día. No me quejo. Me gustaría verte más a menudo pero no quiero dejar de verte una hora y media a la semana. Bueno después de todo no está tan mal, he ganado media hora compartiendo la cena o la comida contigo.
 11 de diciembre de 2017
Querido Alberto
Esta es la última carta que te escribo, carta que nunca llegarás a leer. Porque no te llamas Alberto, porque sólo has existido en mi imaginación. Sólo me queda mi prosa, mi verborrea como dirías tú. Estoy preso en la cárcel de mi cuerpo que empieza a pudrirse pero mi espíritu se empeña en viajar a los confines del Universo. No quiero pagarle a ningún chapero para que finja su placer, mucho menos aún para que diga que me quiere. Haré el amor con mis recuerdos, acariciaré cuerpos soñados con mis cartas imaginarias. Todo ha sido un sueño. Pero que otra cosa es la vida sino un sueño. Lo que no quiero es que mi sueño sea la pesadilla de nadie. No quiero pagar por una mentira. Puedo pagar por el teatro, que es una convención pero revela las verdades que nos conmueven.
Adios mi amor imaginado, hasta siempre. Te llevaré conmigo en mi peregrinar y ya nunca más volveré a estar sólo. No, je ne suis jamais seule, avec ma solitude.