Después de una vida de amores y desamores, de abusos y de
excesos, de caos y confusión, cuando ya no imaginaba siquiera que pudiera
volver a enamorarme… caí en las redes de un chulo. Un joven prostituto me
encandiló con sus dulces palabras y sus besos envenenados. Bebí su pócima y caí
rendido a sus pies.
Treinta polvos más tarde se produjo este diálogo virtual:
Cliente.- Adios Alberto. Cuidate mucho
Chulo.- ¿Por qué dices adiós?
Cliente.- Porque necesito empezar otra etapa en mi vida.
Sabes que ahora solo me interesa el sexo con sentimiento. No has sido capaz de
responder a mis mensajes con un solo "gracias" "un abrazo"
"un beso"...
Lo sabes todo de mí. Ha sido maravilloso lo que hemos
compartido pero yo quiero ir más lejos y mientras te esté esperando no podré
hacerlo. No quiero herirte ni hacerte daño. Tampoco quiero hacérmelo a mí. Si
necesitas algo de mí pídemelo
Chulo.- Nunca he sido elocuente contigo por
aquí, y no nos engañemos esto siempre ha sido un intercambio cuyo funcionamiento
sabemos bien los dos. Jamás he sentido ningún sentimiento hacia tí, jamás he
sentido el mínimo atisbo de amor o atracción pues aparte de la diferencia de
edad, no veo nada en tí que me haga sentir eso, pero como bien sabes esto era
un juego y los dos éramos partícipes.
Por favor no pienses que quiero lastimarte pero dudo
que a estas alturas encuentres a alguien que aún fingidamente te vaya a
profesar amor. Y si eres tan egoísta como para no entender que se ha muerto un
familiar, estoy con gripe y tengo que ocuparme de mi futuro llevas razón esto
se acabó. Un abrazo y suerte
Cliente.- Gracias por tu sinceridad y perdóname si te
he lastimado. Para mí no era un juego. Siento mucho la perdida de tu familiar y
también que estés enfermo. Es duro lo que me dices y lo asumo humildemente. Yo
sí te he querido, para mí no ha sido un juego. Te deseo salud, amor,
prosperidad. Gracias por enviarme un abrazo. Tú tienes tu duelo y yo tengo el
mío. Un sincero abrazo desde el dolor que siento por perderte. Cuídate mucho, amor imaginado y perdóname si alguna vez te
he hecho daño
Eres un gran profesional, deberías venderte más caro
si vuelves a hacerlo. Sin duda yo me he engañado pero tú lo has permitido hasta
esta mañana, cuando por fin has sido completamente sincero
Te equivocas. Nunca es tarde para encontrar el amor.
Yo lo buscaba fuera de mí. Contigo aprendí que está dentro de nosotros mismos.
Eres un gran actor y me enamoré del personaje que creaste para mí. Doy gracias
a la vida por haberte conocido porque ya nunca me abandonará el amor y es algo
que he aprendido contigo. Ojala tú también hayas aprendido algo y yo haya sido
para tí algo más que un cajero, eso fue sólo una propina. Mis cartas eran
reales y mis sentimientos también. Si alguna vez quieres algo de mí, pídemelo.
Eres maravilloso y mereces ser amado, pero busca el amor dentro de tí y no te
pierdas como yo me perdí. Que se pase pronto tu gripe, que tengas éxito con los
exámenes y encuentres un trabajo digno. Este viejo tonto te sigue queriendo a pesar
de todo, aunque ya soy otra persona.
Chulo.- No entiendo tanta sorpresa, se consecuente con
tus actos. Un día me dijiste “dime que me quieres aunque sea mentira” y desde
ese día asumí el papel que tú me diste. Sabes de sobra como va esto, cobro por
haceros creer que lo que queréis es cierto. Cuando te pedía cartas era para
fomentar esa ilusión porque si a ti te hacia feliz no me costaba nada
colaborar.
Cliente.- Cariño, he vivido una mentira y el hechizo
se ha acabado. Mis sentimientos eran reales, mis cartas expresaban lo que
sentía. Ahora es distinto. Yo podría darte 50€ a cambio de una hora de tu
tiempo, pero a condición de que fueras completamente sincero. De que aceptaras
mi dinero como un acto de generosidad y no como el pago de un servicio. Si ni
siquiera puedes ofrecerme un abrazo sincero, ¿que es lo que queda? También te
dije que mi amor era más valioso que el dinero. Que podía amarte como a un
ahijado. Me resulta dificil creer que no hayas sentido absolutamente nada. Te
creí cuando dijiste que habías llorado de emoción con la primera carta.
Ahora pensaba que no volverías a ponerte en contacto
conmigo, pero parece que queda algo por resolver. Me enamoré de ti sabiendo que
eras un chulo. Y ¿por qué no? Siento haberte jodido el negocio. Estoy en un
momento de cambio. Se puede comprar el sexo pero no se puede comprar el amor.
Yo he querido darte todo mi amor, mi placer era tu placer. Ahora estoy en un
momento distinto. No puedo decirte otra cosa; te quiero, pero no volveré a
aceptar que hagas nada conmigo en contra de tus sentimientos y tus deseos. No
se si esto se ha acabado del todo o no. Por favor cuidate mucho en todos los
sentídos. Eres un ser excepcional y debes aceptarlo.
No te culpo de lo que ha pasado, soy yo el que ha
cambiado. Releyendo mis cartas me pregunto si llegaste a leerlas o entenderlas
porque dicen claramente que para mí no es un juego. No permitas que tus
clientes se enamoren de tí. Tal vez deberías haber roto tú una historia que no
tenía futuro ninguno. Pero has sido honesto, me tenías a tu merced y podías
haberte aprovechado mucho más.
Chulo.- Pareces nuevo en esto, no es la primera vez
que me sucede pero sí eres el primero que lo ha extrapolado. No me has jodido
ningún negocio porque te alternaba con varios clientes y ellos si que saben
diferenciar la realidad del momento del encuentro. Repito no quiero ofenderte
pero ¿cómo iba a sentir algo por ti? Lo pasaba fatal cada vez que pretendías
hacer algún plan conmigo fuera del sexo y luego durante las cenas te quedabas
inmóvil y tenía que sacar yo tema siempre, era super incómodo.
Sabes de sobra que parte de mi labor es ser un actor,
haceros creer que me gustais cuando lo único que uno piensa es que acabe todo y
acudir con mi pareja que si es a quien quiero. Lo que me da rabia de esto es que
te ha podido la ambición de algo imposible, dudo mucho y perdona mi franqueza que
alguien como yo pueda enamorarse de ti, o que encuentres algo similar a lo que
te he hecho vivir pues aguanté mucho el tipo en nuestros encuentros.
Y en este mundo la gente no tiene tanta
paciencia, soy joven pero he visto demasiado de este mundo y te lo digo porque
me duele pensar que te hagan daño o se rían de ti. Yo jamás hice tal cosa. En
este caso tu impaciencia ha acabado con esto. Yo nunca tuve mala intención . Ya
puestos a sincerarnos todo lo referido de mi vida es ficción, incluido mi
nombre.
Cliente.- Que gran actor eres y como me has engañado.
Me alegro que no te falten clientes y es lógico porque eres muy bueno en tu
trabajo. No conseguirás humillarme por mucho que te lo propongas. Es imposible
que me follaras 30 veces sin sentir ningún placer. Si tuviste paciencia conmigo
fue porque te interesó. He sido un buen cliente y si tanto te molestaba
mis intentos de tener algo más a parte del sexo haberlo dicho claramente. Qué
buen fabulador eres porque yo me creí tu historia aunque siempre sospeché
que no te llamabas Alberto, incluso te lo dije un día. Todo ha sido mentira,
salvo mis sentimientos. Eso nunca me lo podrás quitar. El error es amar a
alguien que no se lo merece. Me alegro que te vaya todo tan bien. No ha sido mi
impaciencia lo que ha acabado con la historia. Yo te hubiera esperado si
hubiera habido algo de verdad. Tu desprecio ya no me puede afectar. Y puedes
estar seguro de que soy digno de amar y ser amado, aunque no evidentemente por
un prostituto.
Yo he aprendido algo contigo. Si tú no has aprendido
nada, peor para tí, te llevaste solo la calderilla.
Esta historia fue posible porque la tienes pequeña y
no lo digo por ofenderte, todo lo contrario, nadie me ha follado tantas veces
como tú.
Chulo.- La suerte de este trabajo es que te vuelve la
mente fría y vacío de sentimientos, mi polla pequeña me ha dado muchos
clientes, no me ofende. Y no pretendo hacerte daño, es lo último que quiero
pero he estado mucho tiempo reprimiendo mi repulsión hacia ti, no hacia tu
persona ya que eres bueno y noble, sino lo que me hacías sentir en el sexo,
sobre todo cuando gemías y me llamabas mi amor. Llevo año y medio con un
cliente, como comprenderás 30 polvos contigo no es nada, tan solo tenía
que concentrarme pensando en otras personas y me excitaba.
Estas revelaciones espero que te ayuden, aún a tu edad,
a volverte más frío. Hay gente mucho peor, yo siempre fui honesto y acorde a lo
que tu querías, hay gente que me pide que le humille, otros que les
pegue. Lo tuyo era hacer como que te amaba, lo más fácil. A tu edad no vas a
encontrar a nadie, no te engañes. Pero el sexo es lo más honesto que existe. Cuando
te surja disfrútalo es el mejor consejo que te puede dar alguien. Y por favor
cartas de amor a putos de mi edad es lo último, no malgastes tu prosa, es
lo más bonito que tienes.
Y si tuve paciencia contigo es porque me hacía bien
saber que cumplía con una labor social, pensaba: no habrá nadie que aguante lo que
aguanto yo. Este anciano no ha sido amado debidamente y se acostará bien
sabiendo que alguien joven le ama. ¿No eras actor? Yo solo me limite a leer el
guión. Me ofende profundamente que te hagas el sorprendido. No tienes
conversación, no sabes besar, hueles a cadaver, eres nulo en la cama... no
intentes ponerme de malo cuando mi única maldad ha sido no mostrarme elocuente
por mensajes fuera de mi "horario"
Mucha suerte la vas a necesitar.
Siento todo esto Luis, son muchos meses
reprimiendo lo que siento y has abierto la caja de Pandora. He intentado tener
todo el tacto posible pero soy incapaz, nunca sentí algo así por nadie. Era
como rebajarme al máximo contigo del rechazo que me causabas y estoy rabioso porque
hayas podido creer que esto ha sido verdad, siento el daño y haber jugado
contigo inconscientemente.
Cliente.- ¡Qué cabrón eres! No tienes ni idea del
dolor que me causas. Sé muy bien que es la repulsión, la que sentía hacia mi
hermano mayor que abusó de mí, la que sentía hacia el hombre con el que
compartí mi vida. Es terrible saber que sentías repulsión hacia mí, de haberlo
sabido jamás lo habría permitido.
No hacías ninguna obra de caridad, te aprovechabas de
mí porque te convenía. Me hiciste gozar y ahora me causas un dolor que no
imaginé nunca que fuera a sentir. ¿Qué necesidad tienes de herirme así? ¿Es tu
venganza? Yo no me he portado mal contigo. Cuantas mentiras. Imagino como te
has reído de mí. Pero te equivocas no huelo a cadaver, estoy vivo, he
sobrevivido a muchas historias y superaré también esta traición. Siento que me
odies tanto, no te he dado motivo para ser tan cruel conmigo.
Todos estos meses me tenías días enteros esperando tus
respuestas. No eras capaz de responder a mis cartas y ahora vomitas todo tu
odio y tu desprecio. Te he querido, pedazo de cabrón. Te jodes porque para mí
fue verdad, fuiste mi amor y en cierto modo lo seguirás siendo. Eso nunca
podrás arrebatármelo.
Eres un hijo de puta (con perdón de tu madre,
tenga o no tenga cáncer) y tú lo sabes. Ójala pudiera odiarte, pero no puedo,
ni siquiera te deseo ningún mal. ¡Joder! sin tan mal lo pasabas ¿por qué no
cortaste?, no era tan difícil. ¡No tienes dignidad!
Chulo.- Repito, no eres el primer tipo al que tengo que
hacer creer que amo, que me gusta o que me hace sentir placer. Contigo tenía que
esforzarme para empalmarme, no tienes ninguna cualidad sexual, si te paras a
pensar te daba la vuelta para no verte la cara y jamás gemía. Siempre estaba
pendiente del reloj. Si aguanté es porque mis estudios son costosos y recuerda,
siempre quise ser actor. No busco venganza pero me siento ofendido porque te
hayas podido creer todo esto.
Y se nota tus carencias afectivas con el pasado que me
cuentas ya que es imposible que ames a alguien que no conoces. Tengo un cliente
en Chamartín de tu edad que es una maravilla hablar con él, tu ni conversación
me aportabas, solo la daba yo y dando rienda suelta a mi imaginación, haciendo
crecer mi personaje. Y por cierto! Es espantoso y asqueroso (míratelo para el
siguiente puto) que tengas gases cada dos por tres y una falta de respeto. Como
comprenderás poco había de ti que pudiera atraerme. Solo te di el servicio que buscabas.
Cliente.- No te preocupes, he aprendido la lección.
Es dificil que vuelva a ir con un puto. Eres muy cruel, tú sabrás por qué. No
creo que te cueste nada humillar a tus clientes que buscan la humillación,
eres un maestro en eso. Mi vida ha sido caótica, mis gases son consecuencia
de mis problemas físicos y psíquicos. Insisto, sin tan repulsivo te
resultaba, ¿por qué no cortaste la historia? clientes no te faltaban. No
sigas vomitando tu odio, no tiene sentido. Creaste un personaje y yo me lo
creí. Yo te di mi cariño que vale más que mi dinero. Me equivoqué, eso ya lo
se. Esto tenía que acabar porque me estaba haciendo mucho daño. No es posible
que sientas tanto odio hacia mí si antes no sentiste algún afecto. Hay algo
que no cuadra. Si te resultara indiferente no te molestarías ahora en
escribirme tantos mensajes, simplemente pasarías de mí.
|
Chulo.- Es por simple desahogo, una reacción
egoísta que me estoy permitiendo por la represión que tuve. No siento odio si
digo esto es porque eres con diferencia el único tío al que no he visto ni un
mínimo de atractivo. Soy muy fuerte, por eso aguanté tanto y porque eras de
los pocos semanales. Y porque me dabas mucha lástima, era mi única manera de
aguantar el tirón. No soy cruel, te expreso lo que todos sentiremos al dar
contigo
Nadie se va a enamorar de ti, ya viviste
mucho, tu época dorada ya pasó, te digo esto porque la vida me ha
enseñado que el sexo es lo único honesto. Tú lo necesitabas y yo te lo
di. Disfruta de eso cuando vuelva a darse la ocasión y deja las
historias de amor para otros. Esa será tu felicidad créeme, la única que
estará a tu alcance con la edad que tienes, al igual que me pasará a mí
en su día
Ahora me odias pero cuando des con gente peor
agradecerás mi franqueza y veras que hay un sueño para cada época y tu época
ya pasó, limítate a disfrutar de lo único real que esté a tu alcance
Cliente.- Has devastado mi alma y arrojado vitriolo
sobre mis heridas. Juro que jamás volveré a beber el agua putrefacta de la
prostitución. Te equivocas en todo. No te odio, me odio a mí mismo por haber caído
en tus redes. Nunca serás un buen actor porque tu vida es una mentira. Yo te
maldigo porque tus besos son sucio veneno. Mi vida no ha acabado porque tu
creas que estoy muerto. No me has dado absolutamente nada. Todo lo puse yo,
solo fuiste el barro con el que yo cree un ser noble y mágico qué solo
existió en mi imaginación. Claro que hay un sueño para cada época y yo acabo
de nacer, dolorosamente. Mi vida empieza hoy. Si no has visto nada atractivo
en mi es porque has estado ciego y eres más imbécil de lo que imaginé. No, no
eres un actor, eres un canalla. Yo si soy un artista porque supe sacar oro
puro de la mierda. Nunca daré con nadie peor que tú porque he tocado fondo y
ahora ya solo puedo crecer y volar. He encontrado el único amor que existe,
el que siempre estuvo dentro de mí. No volveré a perder mi dignidad con ningún
ciego tullido como tú
|
Tienes razón en una cosa, es imposible que alguien
como tu pueda enamorarse de mí. Pero no aspiro a ser amado por alguien tan
abyecto, perverso, falso y canalla como tú. Ten cuidado, no volveré a buscar
amor con ningún chulo. Es más noble una paja solitaria que la podredumbre de
la prostitución. Me has herido, pero no estoy muerto. No te engañes, jamás hiciste nada noble por mí. No era tu
lástima, era tu beneficio. Aguantaste por dinero y por nada más. Nunca me
diste nada más que amarga cicuta.
Chulo.- Bonita y absurda prosa, ningún ápice
de mi ser has removido. Hasta siempre
Cliente.- No es posible conmover un corazón helado
¿Te das cuenta? Has escrito "hasta
siempre". Tal vez estemos destinados a encontrarnos en otra vida como
imaginé sin saber por qué. Tal vez me rechaces de forma tan radical porque
has visto en mí algo tuyo que no aceptas. Por favor no permitas que un
cliente se enamore, aunque sea rentable, es muy tóxico. Y no imagines que
haces una labor social. Solo te aprovechas de hombres mayores para obtener un
dinero rápido. Hasta siempre, amor mío.
Chulo.- Por favor Luis déjalo ya, puse hasta siempre
porque es una manera de hablar, ayer por fin saqué a la luz todo lo que
he sentido siempre hacia ti. Recuerda que mi trabajo es manteneros
interesados, yo tenía que seguirte el rollo porque tu me proporcionabas
dinero semanal, otros cada 15 días. Te hice creer que solo te follaba a ti.
He destilado este odio hacia ti porque lo que más rabia me da de este trabajo
es que os creéis que podéis comprar nuestro amor cuando sólo os podemos
proporcionar una ilusión.
Hay clientes que quieren que les profese amor
durante el acto y al acabar me desean lo mejor con mi pareja. Tú lo has
extrapolado y ese ha sido tu error. Yo solo accedí a tus deseos por dinero y
créeme que será difícil que un puto haga eso. He tenido clientes de tu edad
muy atractivos, he tenido políticos, gente con conversación...
Dime ¿qué iba a ver en ti que no haya visto en esa gente? Nada, por eso
me da rabia que en tus cartas pusieras que algo te decía que yo sentía amor por
ti. Por favor pon los pies en la tierra.
Por cierto, siempre tuve whatsapp, tuve que
hacerte creer que lo borre porque me asustaste con el tema de mis fotos y
enseñándoselas a Miguel. Jamás le hagas eso a nadie porque salen
espantados. Violaste mi intimidad y todo eso hizo que te aborreciera más. Por
eso tuve que inventarme toda mi vida. Eres el primero que me ha asustado en
ese sentido. Eres demasiado mayor y poco sabio pero no deberías ignorar como
funciona esto. Espero que no repitas esto con nadie, he conocido
muchos chaperos y créeme soy el más decente.
Cliente.- Bueno, por eso no te preocupes, no voy a
volver con ningún chapero, he tenido suficiente contigo. Cuanto más me
aborrezcas más me reafirmo yo en mi camino. He tocado fondo, estoy saliendo
de mi lado oscuro, ya solamente puedo ir hacia arriba. Hace meses habrías
podido hacer conmigo lo que hubieras querido: humillarme, dominarme,
arruinarme, cualquier cosa. Tú elegiste ser tierno y afectuoso. Lo que más me
duele es que hayas tenido que soportar tu repulsión hacia mí. Pero no soy culpable de eso, no podía
imaginar que estuviera sucediendo tal cosa. Soy mayor sí, he tenido
dificultades para entender mi propia historia. Pero no soy un ser
despreciable y amortizado como tu pretendes. La vida es dura y complicada
pero nunca es tarde ni a los 60 ni a los 80. Hoy he estado con un amante que
tuve hace 36 años y todavía hay amor entre nosotros. No dudo que haya
chaperos mucho peores que tú. No tengo ningún interés en conocerlos. La vida
no se acaba a los 60 años. Piensa lo que te dé la gana, yo se que el amor es
la fuerza que mueve el universo y que estoy conectado a esa energía. Y no es
incompatible con tener los pies en la tierra, todo lo contrario. Pero tienes
razón yo me he ido por los cerros de Úbeda. Tu has sido una bofetada de
realidad. Lo cortés no quita lo valiente. Reconzo mi error. No acepto tu
desprecio. ¡Qué parco eras con tus mensajes y cuanto escribes ahora!. ¿por
qué pierdes el tiempo con un ser tan miserable como yo? ¿Qué pretendes
demostrar? Cada uno tiene sus razones y su historia. Yo te respeto. Tú
también deberías respetarme, pero eso ya no es mi problema. Basta con que me
respete yo a mí mismo
Chulo.- Hablo tanto por desahogo, son muchos meses
sin poder expresar lo ocurrido siento que he vuelto a nacer pudiendo soltarlo
todo. Hasta aquí nuestra conversación, cuídate
Cliente.- Me alegro que puedas desahogarte, también
yo necesitaba hacerlo. Cuídate mucho
Chulo.- Borro tu número
Cliente.- Adios
Con este
diálogo acabó una historia que había durado siete meses. Siete meses en los
que Luis vivió engañado, pero que dieron lugar a una serie de cartas, que
ahora al volver la vista atrás, resultan ser lo único que merece ser salvado.
Cartas de amor
Amor mío, amor 2 de mayo de 2017
He intentado olvidarme un poco de ti
estos días, pero no he tenido mucho éxito…
No podía enviarte mensajes, así que
intentaba mutilar mis sentimientos, buscando en otros lugares lo que
solamente puedo hallar a tu lado.
Anoche llegó tu felicitación y todo
volvió a dispararse: mi deseo por volver a abrazarte, por volver a sentirte
tan dentro de mi alma, mi fantasía de llegar a pasar una noche, una sola
noche entera a tu lado. Poder observarte mientras duermes, velando tu sueño.
Poder abrazarte en sueños. Despertarme en tu mirada, apoyar dulcemente mi
oído en tu pecho para escuchar el latido de tu corazón.
Este amor insensato que siento por ti
tal vez no tenga futuro, sin duda me hará sufrir el día en que se acabe… pero
que me importa si tú me das la vida, la vida intensa que me conecta con el
universo entero. ¿Es acaso un
espejismo fruto de mi imaginación? Sé que no lo es, porque tu alimentas mi
deseo y mi esperanza, escribes mensajes cariñosos y dices que deseas verme
pronto.
Mi amor es un caballo desbocado y sólo
tú puedes someterlo, tú sólo tú tienes las riendas. Puedes hacerme volar a
galaxias nunca visitadas y puedes también acabar con todo con un breve
mensaje o incluso con el silencio. Si algún día tienes que matar mi amor
insensato, hazlo poco a poco, que yo sienta como tus sentimientos hacia mí se
van desvaneciendo y pueda asimilarlo. No me abandones de forma abrupta
haciéndome sentir que he muerto aunque siga en vida.
Todo lo que te he dicho es cierto. Te
quiero libre, independiente y feliz… incluso si eso me matara dejándome sin
lo que ahora alimenta mi alma. Te quiero a mi lado siempre que sea posible y
te sigo queriendo por muy lejos que te encuentres. Quiero volver a lamer tu
pecho herido, a verter toda la dulzura de la que soy capaz sobre cualquier
dolor que en el pasado hayas podido sufrir. Quiero transmitirte toda la
energía positiva del universo para que siempre te acompañe, incluso cuando yo
lleve ya muchos años lejos de este mundo y no sea para tí más que un lejano
recuerdo… lejano, sí, pero tan dulce que siempre te haga sonreir al evocarlo…
A pesar de las circunstancias, a pesar
de lo que pueda separarnos, a pesar de lo insensato de mis sentimientos, lo
que hay entre tú y yo es amor en estado puro, yo así lo siento. El día en que
me vaya, aunque no sea creyente, imagino a mi alma vagando eternamente,
esperando la oportunidad de volver a encontrarme con la tuya, en otra vida,
en otro planeta, en otra era. Procuraré entonces renacer en una fecha más
próxima a la de tu renacimiento para así tener la oportunidad de vivir
plenamente a tu lado largos años hasta
llegar a envejecer juntos.
Dime, ¿debo pedirte perdón por amarte?
¿debo destruir mi amor por tí, mutilarlo a dentelladas? Cada palabra dulce
que escribes o pronuncias hace que mi amor siga creciendo. Cada beso, cada
caricia, cada acometida en mis entrañas, cada vez que te derramas en mi paladar y mi garganta, mi alma se
vuelve loca y viaja a los confines del universo. Cuida de llevar las riendas
bien sujetas, no permitas que nada en mí te importune o te agobie, permíteme
volver a sentirme vivo a tu lado, aunque sólo sea por una hora. Una sola hora
de plenitud que ilumine mis días sin ti.
Te quiero tanto que me parece difícil
imaginar más amor del que siento por tí. Cuidate siempre amor mío, y disfruta
siempre de la vida, que es lo único que tenemos, amor mío, amor.
Amor mío, amor 7 de mayo de 2017
He roto mi compromiso de no enviarte
mensajes para pedirte una foto y tú me la has enviado.
Te lo agradezco y como no quiero
volver a enviarte un mensaje vuelvo a escribirte para que me leas dentro de
unos días. Tienes una mirada triste en la foto que me has enviado y yo no
quiero verte triste. Volveremos a vernos y a amarnos, sin tiempo para hablar,
por eso vuelvo a escribirte.
Tal vez no tenga derecho a preguntar
ni a saber nada de tu vida, de tus sentimientos. Tal vez no esté en mi mano
hacer nada. ¿Qué más podría decirte que no te haya dicho ya? Pienso en ti constantemente y soy
consciente de que no debo agobiarte. Me gustaría tener treinta años menos
para intentar “compartir mi vida contigo y envejecer juntos” pero eso no es
posible. Tal vez si no tuvieras pareja yo te aconsejaría que buscaras a
alguien de una edad más próxima a la tuya que te diera lo que yo ya no puedo
darte. Pero eso no me impide desear estar a tu lado, imaginar que pudiera
compartir contigo algunos momentos más allá de nuestros encuentros: una
comida, una música, un poema, un paseo…que se yo.
La naturaleza humana es contradictoria
y paradógica. Yo que he sido siempre partidario del poliamor, que he
disfrutado tanto con otras personas, que he dilapidado con frecuencia mis
días entregándome a pasiones sórdidas, ahora me veo atrapado en un amor
romántico como el que siento por ti, apasionado e imposible. Ojala no lo
estropee con mi torpeza y mi ansiedad.
Todo está bien, amor mío. Te quiero
con toda mi alma, pero no quiero que mi amor te agobie de ninguna manera,
sino que por el contrario te haga más
libre, más ligero, más audaz. Eres sensible e inteligente, eres el dueño de
tu vida. Tal vez nos hayamos conocido porque cada uno de los dos tiene algo
que el otro necesita. No tienes que darme ninguna explicación, me basta con
mirarte y fundirme contigo por un instante. Pero también debes saber que
tienes mi corazón abierto siempre que quieras compartir cualquier
preocupación, cualquier inquietud, cualquier anhelo.
Me gusta pensar que nuestro amor es un
amor platónico, porque eso es. Me gustaría que pensares en mí como una roca a
la que poder recurrir en la tormenta, como un amante padrino que solo quiere
que crezcas como persona. Yo te deseo con toda mi alma, pero mi amor va mucho
más allá del deseo. Quiero ser generoso contigo porque también tú eres
enormemente generoso conmigo.
Creo que es una hermosa historia,
íntima, privada y muy especial. Probablemente volvamos a encontrarnos el día
en el que se cumplirá un mes desde que nos conocimos. A penas hemos
compartido cinco horas y media en total en estas semanas además de una serie de mensajes que han
hecho nuestros encuentros tan apasionados… pero yo siento que te conozco
desde siempre porque mi alma se siente en paz imaginándose unida a la tuya.
Todo está bien mi amor, la vida nos
ofrece a veces momentos e historias maravillosas, solo hay que aceptarlas,
bastante dolor y sufrimiento hay ya en el mundo. No te quiero triste, o por
lo menos no más de lo estrictamente inevitable. Si alguna vez piensas en mí
que ese pensamiento fugaz te haga sonrerir. Te quiero tanto amor mío, mi
niño, mi chico favorito, mi ahijado.
Ojala tenga la oportunidad de volver a
estrecharte entre mis brazos muchas veces y verte crecer saludable, vigoroso
y apasionado. Amor mío, amor.
Amor mío, amor 8 de mayo de
2017
Me dices que puedo escribirte cartas
¿Tengo derecho a entregarte más de una carta a la semana?
Mi primer pensamiento es para ti
cuando me despierto y pienso en ti cuando empiezo a conciliar el sueño. Me
gustaría enviarte mensajes cada día, saber como te encuentras, desearte
buenos días y buenas noches. Ya que no es posible ni deseable me permito
escribirte…
Hasta los 30 o 40 años de edad pensé
que moriría joven, no me imaginaba a mí mismo como un señor mayor. Luego
pareció que ya no sería posible morir joven porque había dejado de
serlo. Pero desde que te conozco siento que ya siempre seré joven mientras
tenga ocasión de volver a estrecharte entre mis brazos y sentirme tan
dichoso. Así pues vuelvo a pensar que moriré joven… aunque haya cumplido los
noventa.
He vivido muchas aventuras, amor mío,
he amado y he sufrido, he naufragado tantas veces… y finalmente he llegado a
la isla de tu cuerpo, a la playa de tus labios, al cielo limpio de tus ojos
marinos… esta es mi tierra y mi patria en la que quisiera pasar el resto de
mis días, sin esperar ya ningún rescate, naufrago feliz encallado para
siempre entre tus brazos y tu pecho.
Quisiera grabar a fuego en mi memoria
la expresión de tu cara de ángel mientras penetras hasta el fondo de mis
entrañas, para no olvidar nunca tu deseo y tu energía desbocada de joven
entusiasta y ardiente.
Imagino largas conversaciones contigo
a la luz de la luna o a la caída de la tarde, conversaciones que
probablemente no lleguen a producirse nunca y pienso que tendré que
contártelo todo con mis besos y mi mirada callada en nuestros breves
encuentros entre semana. Por eso necesito escribirte, porque aunque lo
esencial te lo he dicho ya con mi alma gastada y renacida con tu amor,
necesito ponerlo por escrito para así saber que no es un sueño ni una
fantasía sino una realidad física que se materializa en un papel y puede por
tanto revivir cada vez que es leído.
Amor mío, amor 10 de mayo ocho
de la mañana
Estoy enfermo por tu ausencia. Dices
que sólo quedan tres días para vernos, pero yo siento que todavía quedan tres
días para vernos. Una hora a la semana es una hora cada doscientas sesenta y
0cho horas. ¿Te das cuenta? Tu sales de mi casa y tienes tu vida. Yo gozo una
hora de ti y tengo otras 167 horas para recordarte, luchar contra tu
recuerdo, hablar mentalmente contigo, reprimir mi deseo de enviarte mensajes,
escribirte cartas, imaginar y aguardar nuestro reencuentro. Mi estado de ánimo cambia a lo largo de los
días, pero siempre tiene que ver contigo.
23,30h Al final te he enviado un
mensaje esta mañana y tú me has contestado tan cariñoso como siempre. Te lo
agradezco porque eso me ayuda mucho. Hoy he estado bastante distraído por el
trabajo y vuelvo a pensar en ti cuando son cerca de las 12 de la noche. Te
sigo queriendo amor mío. Amor.
12 de mayo, 18h
Amor mío, apenas quedan tres horas
para estar entre tus brazos, para que entres dentro de mí una vez más, me hubiera gustado celebrar este primer mes
cenando juntos a la luz de las velas… he traído flores, amor mío, amor
14 de mayo de 2017
Amor mío, amor
Esta semana me siento más tranquilo,
creo que hemos alcanzado cierta estabilidad, se que volveremos a encontrarnos
muy pronto y aunque nuestro chat en whatsapp esté callado, te siento cerca de
mí. Hablo mentalmente contigo mientras camino o pedaleo por las calles,
mientras nado, cocino, paso el aspirador o plancho las sábanas en las que
volveremos a amarnos.
Estar enamorado es como estar en
estado de gracia. Si oigo el canto de un pájaro… pienso en ti, si me cruzo
con jóvenes espléndidos por la calle…pienso en ti, si disfruto de una
tranquila mañana de domingo…pienso en ti. El amor es la fuerza que mueve los
planetas, que hace que broten las plantas y la vida se renueve
constantemente. Cuando estás enamorado el amor tiene el nombre, el rostro y
el cuerpo del ser amado.
Me siento halagado por el hecho de que
me desees y me hayas tomado cariño y la ternura que siento por ti hace que
camine ligero y alegre por la vida extendiendo esa ternura a la vida misma.
Imagino que hablo contigo cuando hablo
conmigo mismo, porque mi yo interior, mi verdadera esencia es el amor y se ha
encarnado en ti. Cuando dos personas se aman intensamente tenemos la
sensación de escapar a los límites físicos de nuestras pequeñas vidas individuales
porque conectamos con la armonía del universo, eso hace que nos sintamos
dioses.
Me parece increíble que algo que se
inició de forma tan prosaica haya podido llegar hasta aquí. Quisiera que la
pasión que sentimos no se acabara nunca. Pero más allá de la pasión, es el
compromiso lo que hace que las relaciones humanas sean duraderas. Ahora que
estamos en la cúspide de la pasión, que nos sorprende que cada día sea más
apasionado que el anterior, yo te digo amor mío que te quiero con locura y
con pasión, pero también cultivo el compromiso hacia ti. No se por qué me he
enamorado de ti, eso nunca lo sabemos ni podemos planearlo, es algo que
ocurre cuando menos te lo esperas. Insisto mucho en que puedes confiar en mí,
porque lo que siento no es fruto del capricho y aunque cada día tú alimentes
mi pasión con tus besos y tus dulces palabras, mi amor por ti va mucho más
allá del deseo físico. Es difícil para mí crear nuevas imágenes poéticas para
describir mis sentimientos. Eres el pájaro azul que canta en la mañana, la
lluvia que no cesa, el sol crepuscular que nos abandona lentamente con la
promesa de volver cada mañana. Eres lo más hermoso que me ha sucedido en
muchos años porque has permitido que mis sueños y deseos más profundos se
hagan realidad en tu cuerpo.
Cuando digo que seguiré amándote
muchos siglos después de haberme muerto, lo digo muy en serio. Puede que esté
loco, sí… pero que maravillosa locura es amarte, amor mío, amor.
15 de mayo
No se si te entregaré esta carta.
Siento que algo se ha roto. Te saludé en el whatsapp y no contestaste aunque
estabas en línea. Hoy veo que has quitado tu foto de perfil. Presiento que ha
pasado algo que te aleja de mí. Que todo ha sido un espejismo. Los fines de
semana se me hacen larguísimos. Entre semana me distraigo con el trabajo.
Ahora me siento mal. Supongo que volverás a contactar conmigo porque creo que
nuestro acuerdo te conviene, pero me siento vacío. Quisiera recibir un
mensaje tuyo, sólo para saber que estás en algún lugar aunque hayas quitado
tu foto y que piensas en mí aunque
solo sea un instante. No tengo nada que reprocharte, ha sido maravilloso el
tiempo que he pasado contigo, todo lo que me has hecho sentir e imaginar.
Pero no puedo evitar sentirme triste.
“Vuelve otra vez y tómame en la noche”
Estoy atrapado en un bucle, no puedo
olvidarte ni vivir sin saber nada de ti. Tampoco puedo llamarte ni enviarte
mensajes. Ni siquiera soy capaz de escribir nada que tenga interés. ¿Vendrás el próximo viernes y disiparás mis
dudas y mis tristezas?
¿Es posible que no tengas un minuto
para enviarme una señal? Tu sabes como te echo de menos y como me tranquilizo
con unas pocas palabras cariñosas. No es mucho lo que te pido. No me
abandones así amor mío.
18 de mayo
Hoy hemos vuelto a chatear, escribiste
“guapo” y preguntaste si me venía bien quedar el sábado a medio día. Sí, amor
mío, quiero comer contigo después de comernos a besos, quiero volver a amarte
después de comer juntos. Otra vez has avivado las brasas de mi amor por ti,
provocando un incendio. Todos los miedos y tristezas se disipan porque se que
volveré a ser tuyo. Mi sexo se reanima imaginando tu sexo dentro de mi
cuerpo. Volver a sentir tus labios, a besar tus párpados y recorrer con mi
lengua todos los recovecos de tu cuerpo ligero. Amor mío, vuelvo a escribir,
vuelvo a confiar en el futuro, a sentir que tú también a tu manera me amas y
me deseas, que aguardas con impaciencia cabalgarme de nuevo hasta hacerme
llorar de puro placer mientras me acometes una vez más. Soy tuyo mi amor,
tómame una y mil veces, introduce el exquisito néctar que brota de tu sexo en
mis entrañas, permíteme saborear en mi boca una vez más tu dulce simiente.
Estoy loco de deseo por ti. En ti confluyen varios sentimientos muy profundos
, por una lado eres el mejor amante que haya tenido nunca. Has hecho realidad
mis fantasías y mi cuerpo se abre para acogerte en mi seno, para hacerte
gozar y gozar yo con tu goce. Por otro lado, tal vez de parezca extraño pero
siento como si fueras el hijo que nunca tuve y siempre desee tener, mi amante
e incestuoso ahijado. Así que ya ves, te amo por partida doble y ambos sentimientos se potencian el uno al
otro. Pensarás que estoy loco y tendrás razón porque hay que estar muy loco
para amar como yo te amo. Pero no me importa, déjame que siga amándote con
locura y frenesí. Hazme el amor mil días y mil noches y yo cubriré de besos
tu cuerpo y apaciguaré tu alma. No temas nada, lo que ocurre entre tú y yo
solamente nosotros podemos entenderlo. Qué nos importa nada, amémonos hasta
quedar rendidos, mañana nuestros besos serán un eco que acariciará los
cuerpos de otros amantes perfectos… ya no se ni lo que digo, mi amor, porque
no hay momento del día que estar contigo no quiera. Ha pasado otra semana, he
superado el temor de perderte con la esperanza de una nueva cita. Mi alma y
mi cuerpo se preparan para volver a recibirte. Me vuelves loco cuando dices
que me amas, vuelvo a estar en estado de gracia, solamente porque tú existes
y vas a hacerme el amor. Amor mío,
Amor.
21 de mayo
Amor mío, amor
Me gusta releer lo que te escribo, así
revivo nuestros encuentros, prolongando nuestro amor. Gracias por compartir
conmigo la comida del sábado. Gracias por hacerme el amor antes y después… y
también durante. Amarse es también compartir preocupaciones, anécdotas.
Conocimiento. Hoy te conozco un poco más. Dices que has tenido mala suerte y
tienes razón, pero lo importante en la vida no es las veces que tropezamos y
caemos. Lo verdaderamente importante es saber levantarse para seguir
viviendo. Parece ser que se trata de un aprendizaje y el día en que ya no
tengas nada que aprender, sencillamente estarás muerto. Toma mi mano amor
mío, confía en mí. Quiero ser tu buena suerte, tu inspiración, tu pócima
mágica y secreta. Quiero que mi amor te haga fuerte y confiado. Confía en ti,
amor mío, porque ere maravilloso y estás hecho de la materia más preciosa que
exista.
Perdóname si me repito, disculpa si
parece que quiera sermonearte. Sólo quiero devolverte un poco del amor que tú
me das. Me gusta besar tus pies porque pienso que al sentirse amados tus pies
te llevarán ligero por la vida y te ayudarán a llegar a donde te propongas.
Me gusta besar tus párpados porque pienso que al sentirse amados tus ojos te
harán contemplar la infinita belleza de la vida. Me gusta besar tus manos
porque pienso que al sentirse amadas tus manos amarán también todo lo que
toquen o sean capaces de crear.
Decía Jack Nicholson en “Peor
imposible” : “te quiero porque tú me haces ser mejor persona”
Yo te quiero porque siento que
estimulas lo mejor de mí mismo. Me das mucho placer y mucha paz, por
supuesto, pero también haces que me emocione, que escriba, que confíe en la
vida, que sienta que la aventura de mi vida no ha hecho más que empezar. Cómo
si no llevara una mochila de recuerdos… sí, pero a tu lado el pasado se hace
ligero y sólo existe el presente.
Comienza una nueva semana con la
promesa de un próximo encuentro. Amor mío, ¿qué extraño milagro ha sucedido
para que nos amemos tú y yo? Mientras escribo imagino mis manos recorriendo
tu cuerpo, acariciando suavemente tus mejillas y tu espalda, tus nalgas y tus
piernas. Imagino mi amor viajando hasta donde tú te encuentres en este
momento, como un polvo de estrellas invisible que acaricia tu cuerpo y calma
tu espíritu. Amor mío, mi dulce angel, donde quiera que estés mi amor te
seguirá como un hálito que fortalezca tu espíritu y te ayude a levantarte
cada vez que la vida te haga tropezar.
23 de mayo
No se si debo seguir escribiéndote,
esta semana te siento más lejos. Deseo volver a encontrarnos pero no siento
tanta impaciencia como las semanas pasadas. Sigo pensando en ti todos los
días pero estoy más tranquilo. Tal vez porque ya no tengo tanto miedo de
perderte, tal vez porque empiezo a asumir los límites de nuestra historia.
Todas estas semanas has hecho que viviera una historia de amor insólita,
inesperada. Me pregunto qué piensas al leer mis cartas. Tengo ganas de volver
a verte, de que me hagas el amor, pero también de charlar tranquilamente
contigo. Me he propuesto esperar a que tú contactes conmigo, sentir por una
vez que tú también puedes sentir el deseo y la impaciencia por volver a
vernos. Te quiero amor mío.
25 de mayo
La semana se pasó volando mi amor.
Anoche hice el amor con tu recuerdo, no sabía que nos encontraríamos hoy. En
pocos minutos estarás entre mis brazos nuevamente y volveremos a amarnos
apasionadamente. Me has preguntado si te había escrito una carta. Yo tenía
dudas sobre que piensas o sientes al leer mis cartas. Parece que se ha
convertido en un pequeño ritual y tu esperas mi carta semanal junto a mis
besos. No te preocupes, entonces no te faltará tu carta. Es agradable
escribir sabiendo que otros ojos leerán lo que escribes.
Vuela amor mío una vez más y déjame
naufragar entre tus nalgas, besar tus pies y tus manos, abrirme entero para
ti, para que goces dentro de mí y te derrames en mis entrañas. No sabía que
te gustaran mis cartas, que las esperes tanto como a mis besos. Tú haces que
desee ser mejor persona, estimulas mi imaginación y mis sentimientos más
profundos. Duerme tranquilo mi amor que yo velaré tu sueño, aunque estés
lejos de mí. Relájate y confía en el azar que nos regala un nuevo día para
amarnos.
Te quiero como sólo un loco puede
querer a un amor imposible. Te quiero con toda mi alma y me entrego a ti como
si este fuera el último día de mi vida. Yo haré lo imposible para que esta
pasión, esta orgía de ternura no acabe. Te deseo mi amor, llévame contigo
escondido en la pupila de tus ojos. Mi vida, mi dulce y joven amante, tómame
cuantas veces quieras, cabalga de nuevo alegre e inconsciente, ajeno a toda preocupación,
porque cuando estamos juntos sólo existe nuestro amor mágico e insolente,
celoso de nuestro secreto.
Amor mío, no se decirte nada más, eres
el bálsamo que calma mis temores, la inspiración que me hace escribirte
cartas que leerás tal vez en el metro de regreso a tu vida tras compartir
conmigo una hora de lujuria y frenesí. Saborea lentamente el recuerdo de
nuestros besos amor mío y goza cuanto puedas de tus días y de tus noches.
Amor mío, amor.
28 de mayo
Amor mío te echo mucho de menos. Me
gustaría verte con más frecuencia. Estoy desesperado por verte. Ayer contacté
contigo pero contestaste cuando ya me habido ido a dormir. Intento hacer
planes y no logro hacer nada, bloqueado por el deseo de verte. Quería decirte
que si tú necesitas más apoyo económico, yo te lo daría encantado a cambio de
poder estar algún tiempo más contigo.
Busco contactos, masajistas, planeo ir
a algún bar de sexo y no puedo porque solo deseo estar contigo. Es tan
maravilloso estar contigo que cualquier otra cosa me parce un sucedáneo que
no merece la pena. Además pienso que antes de gastar en un desconocido
preferiría hacerlo en ti.
No me importa que tengas pareja, pero
llevo mal que sea tan complicado contactar contigo. Necesito verte, hablarte.
No puedo hacer ningún plan porque mi único deseo es estar a tu lado. No me
gusta estar tan dependiente de ti. He vuelto al wapo y he vuelto a
desinstalarlo. He contactado con un chico y me digo que no quedaré con él.
Esperaré a que tú me digas algo. Me estoy volviendo loco.
Acabas de contestar y te he dicho lo
que me pasa. Supongo que no puedes responder, ni siquiera has leído mi
respuesta. Esto es un desastre.
Han pasado las horas, contestaste y te
conté lo que me pasaba, Después he quedado con un chico. No ha sido como
contigo desde luego. Pero he tenido suerte, era cariñoso y nos hemos quedado
juntos un buen rato besándonos. Ahora estoy más tranquilo. Si tú no puedes
dedicarme más tiempo, será mejor que
yo me distraiga en lugar de estar obsesionado contigo y molestarte con mis
mensajes. Hubiera preferido estar contigo, pero puesto que no es posible he
ido a refugiarme en otros brazos.
Sin embargo, ya ves, vuelvo a casa y
vuelvo a escribirte. Sigo echándote de menos aunque otros labios hayan
calmado mi deseo. Te
quiero amor mío. Hay una canción de Elton John “Your song” que dice “I have
no much money, but boy, if I did, I´d buy a big house where we both could
live. ..I know is not much, but is the best I can do…”
Mi carta es mi canción, quisiera ser
un poeta y decírtelo en versos. Me has domesticado y solo aguardo el momento
en que te vuelva a verte aparecer en el pasillo, en que vuelva a escuchar tu
voz que es la melodía que calma mi espíritu. Perdóname por quererte tanto. Tú
eres el único culpable, por ser tan apasionado y cariñoso. Cada día que estoy
contigo es más ardiente que el anterior. Yo temo que tu ardor decaiga y tú lo
renuevas cada vez. Me gusta tanto sentir como gozas. Tú tienes la última
palabra. Intentaré no enviarte más mensajes esta semana y esperar paciente a
que tú me saludes. Todo será como tu desees. Si no puedes estar más que una
hora a la semana conmigo lo aceptaré. Intentaré quererte en silencio, sin
molestarte, te contaré por escrito lo que parece que nunca podré contarte
sentados en una terraza mientras cae la tarde. No contaba con volver a sentir
un amor juvenil, a sufrir por la ausencia del amado. La vida es así,
inesperada. En cualquier caso soy enormemente dichoso por haberte conocido.
Amor mío, amor.
Querido Alberto 29
de mayo
Tal vez esta sea la última carta que
te escriba, tal vez ni siquiera llegues a leerla. No debí enviarte ningún
mensaje ayer. Creo que debo dejar de escribirte estas cartas. Estoy
alimentando una historia de amor imposible que termina creándome mucha
ansiedad y hace que te envie mensajes que te incomodan y perjudican.
Para mi no es ningún problema que
tengas pareja, que tengas tu propia vida. El problema es más bien que no
tengas libertad para recibir o contestar mensajes. Pero no es asunto mío. Me
cuesta mucho no poder siquiera enviarte un mensaje. Pensé que enviarte el
enlace de una canción no sería problemático pero evidentemente me equivoqué.
Lo siento.
Me gustaría seguir viéndote, aunque
solo sea una hora entre semana. Pero creo que debo dejar de escribirte,
esperar a que tu me contactes y disfrutar de nuestros encuentros. Tú has
estimulado mi lado más romántico, has hecho que me enamorara perdidamente de
ti. Dices que me amas y yo te creo, pero
me amas durante el tiempo que compartimos. Yo te amo todo el tiempo, aunque
no esté contigo. Esa es la diferencia. Tú me lo das todo cuando estamos
juntos, yo quisiera dártelo todos los días.
Ahora espero que tú digas algo. No
pasa nada. Si solo podemos compartir una hora entre semana, lo acepto.
Prefiero eso a dejar de verte. Pero eso significa que tengo que hacer un
esfuerzo por controlar mis sentimientos. Amor y control no casan demasiado
bien, pero se que si no me controlo lo echaré todo a perder. O tal vez ya lo
haya echado a perder.
No puedo seguir escribiendo, porque si
o hago seguiré alimentando un fuego que me devora. Yo te quiero todos los
días de la semana, pero solamente debo decírtelo un día a la semana.
A menos que tu decidas que puedes concederme
algún tiempo más. Tú llevas las riendas, tú decides. De todos modos, lo que
tú me has dado es imposible pagarlo con dinero, es otra cosa, es amor en
estado puro y eso solo se puede pagar con amor.
Te quiero muchísimo, lo sabes de
sobra. Intentaré controlarme, se que va a ser difícil. El primer paso para
lograrlo es dejar de escribirte. En cualquier caso estaré esperándote y
volvería a escribirte si tu me lo pidieras, como volvería a recitarte poemas
o a cocinar para ti.
Vuelvo a estar como he estado otras
semanas, preguntándome que sientes por mí, si deseas que sigamos viéndonos,
si seguiremos amándonos como hemos hecho estas semanas. Me siento un poco
culpable una vez más por molestarte con mis mensajes. Pero pienso que tú me
has dado pie a enamorarme comportándote como lo has hecho. Un profesional no
se hubiera comportado así. Me niego a pedirte disculpas por amarte. Te amo y
punto. Intentaré seguir amándote sin molestarte. Sería más fácil si solamente
hubiera pasión física, el problema es que mi pasión nace de un sentimiento
más profundo. Bueno, cuídate mucho amor mío.
31 de mayo En un rato volveremos a vernos, me alegro
mucho. Te he abierto mi corazón y eres bien venido siempre que quieras.
Estaré esperándote a que vuelvas de Moscú. Te amo pero no quiero sufrir ni
molestarte. Sólo tú decides como y cuando volveremos a vernos. Pase lo que
pase siempre permanecerás en mi recuerdo como mi chico favorito, mi tierno y
apasionado amante.
Amor mío
3
de junio
Anoche volvimos a estar juntos. Yo
temía que te fueras a Moscú sin vernos. Incluso pensé que serías capaz de no
avisarme siquiera de que no podrías venir. Ya pensaba en borrar nuestro chat,
eliminar tus fotos y destruir estas cartas. Entonces llegó tu mensaje.
Puesto que quieres recibir mis cartas,
seguiré escribiéndote, puedo escribirte un libro entero en los quince días o
más que pasarán hasta que vuela a verte. No voy a serte fiel, eso es imposible,
pero seguiré queriéndote con la misma intensidad. Me gusta mucho sentirte
dentro de mí porque la sensación física dura al menos un día entero, me
despierto y siento todavía tu sexo en mi interior. Yo siempre tuve fantasías
con la penetración pero muy pocas personas han logrado penetrarme. Tú lo
haces cada vez que nos encontramos abriéndome un horizonte de placeres que
antes solamente imaginaba. Si yo fuera una mujer ya me habría quedado
embarazado. Tu semen es más dulce para mí que la miel de las abejas. Imagino
millones de tus espermatozoides subiendo por mis intestinos y bajando desde
mi garganta para fecundar mi alma. Tal vez si no me hicieras tan bien el amor
yo no me hubiera enamorado tan locamente de ti. Podrías haber sido uno más,
habríamos gozado unas cuantas veces y habrías acabado sustituido por otro
chico. Pero me has descubierto un mundo nuevo de sensaciones y sentimientos,
me has domesticado y te has convertido en un ser único en el mundo para mí.
No me has dicho nada de la canción de
Elton John que te envié. ¿la has escuchado? ¿has sentido algo?
Imagino que vinieras a vivir a mi
casa, donde podrías tener tu propia habitación. Serías libre para entrar y
salir, para tener tus amigos y tus amantes. Ni siquiera tendrías que dormir
conmigo todos los días –aunque siempre serías bienvenido a mi cama- y una o
dos veces a la semana, o alguna más si tú quisieras me harías el amor.
Derramarías en mi boca el dulce néctar que fabrican sin cesar tus lindos
testículos que tanto me gusta lamer. Serías mi desayuno, mi merienda y mi
postre. Yo velaría tu sueño y lamería tus pies y tus heridas. Amor mío, vas a
estar a miles de kilómetros de mí, completamente incomunicado. En una época
en que es tan fácil enviar un correo electrónico o comunicarse por video conferencia
desde cualquier lugar del mundo, será como si estuviéramos en la Edad Media.
No se como voy a llevarlo, te lo iré contando por aquí y sabe dios cuando lo
leerás.
Me ha llamado mucho la atención que
tengas celos porque he estado con otro chico. Resulta muy curioso porque si fui con él fue porque no podía estar
contigo. La realidad es que a mí me gustaría que tú formaras parte de mi vida
de alguna manera pero tú no tienes ningún interés en que yo forme parte de tu
vida de ninguna manera. Yo iría contigo a cualquier lugar. Tú no quieres que
nadie nos vea juntos jamás. Mi problema no es que me haya enamorado de
alguien que está conmigo por dinero(aunque no solo sea por eso) ni que seas
más joven ni siquiera que tengas pareja. El problema es que buscamos cosas
diferentes. A mí me gustaría llegar a establecer un vínculo duradero contigo,
hasta una relación familiar con cierto compromiso. Tu interés inicialmente
era obtener un beneficio rápido, algo de lo que no tienes por qué
avergonzarte. Ahora te gusta que yo sea tu único cliente, te halaga que te
quiera, esperas mis cartas. Mientras yo estaba temiendo que no quisieras
volver a verme, resulta que tú estabas deseando conocer mi última carta. La
vida nunca es perfecta, nunca tenemos todo lo que deseamos, siempre hay que
hacer compromisos y renuncias. Yo te quiero desesperadamente, me gustaría
compartir contigo muchas más cosas que la cama. Comprendo que eso no es
posible, porque tú no lo deseas. No puedes imaginar siquiera tomar una
cerveza conmigo en una terraza, ir un día al cine, quedarte a dormir conmigo
una noche. De acuerdo, lo entiendo. Pero entonces ¿cómo es posible que tengas
celos porque yo vaya con otro chico? ¿No te das cuenta de que eso no tiene
sentido?
Tengo sesenta años, empecé a tener relaciones
sexuales a los catorce. He estado con una docena de mujeres y con cientos de
hombres. He amado y he follado de muchas maneras, en circunstancias muy
diversas. Ahora estoy al inicio de la última etapa de mi vida y nada me
gustaría más que compartirla con alguien que me amara y a quien yo pudiera
amar. Sentía que eso ya no era posible. Tú me has hecho sentir que puedo amar
todavía. Comprendo que el lugar que ocupo en tu vida se reduce a una hora
cada ciento sesenta y ocho horas, mendigo que me concedas algo más de tiempo.
¿Cómo puedes pretender que te sea fiel las otras ciento sesenta y siete horas
de la semana?
Quieres que siga escribiéndote. De
acuerdo, lo haré. Me gusta escribirte. Pero ¿no te das cuenta de que al
escribirte alimento un fuego en el que me abraso? Te gusta leer lo
maravilloso que eres. Lo entiendo. A mí me gusta pensar que mis cartas te
ayudan de alguna manera a ser optimista, a creer en ti mismo. No te faltarán
mis cartas si es eso lo que quieres. Pero ¿y yo? ¿no merezco algún mensaje de
vez en cuando para saber que piensas en mí aunque no puedas verme?
Vamos a estar quince días sin vernos.
El tiempo es sabio y todo lo cura. Cuando volvamos a vernos sabremos si
seguimos amándonos , si nuestra historia tiene algún futuro. Había llegado a
la conclusión de que debía dejar de escribirte. De esta manera no estaría tan
obsesionado contigo y no sufriría por no poder verte con más frecuencia.
Ahora tú quieres seguir teniendo mis cartas. De acuerdo, pero ¿no deberías
reaccionar de alguna manera a lo que te escribo?. No se si te gustó la
canción de Elton John, si la escuchaste, si sentiste algo. Cuando estamos
juntos me amas por completo, lo sé, eso es precisamente lo que ha hecho que
me haya enganchado tan fuerte. Y cuando no estamos juntos ¿piensas alguna vez
en mí?
Si no tuvieras novio, o si tu novio no
fuera tan tradicional y absorbente, todo sería más fácil. Te molestó que
fantaseara con él, pero sólo era una manera de imaginar cómo poder estar
contigo. El miércoles me quedé con las ganas, me costó mucho dormirme.
Afortunadamente pudiste venir ayer. Ahora pasarán quince largos días o tal
vez más, hasta que volvamos a vernos. Cada día, cada hora estaré pendiente
del whatsapp por si me enviras algún mensaje y algo tendré que hacer para no
pensar en ti a cada momento. Siento que si de verdad me quieres deberías dar
alguna señal más allá de nuestros fugaces encuentros.
Amor mío 20
de junio de 2017
Mañana volveremos a vernos si no hay
ningún contratiempo. No te he escrito durante estos quince días porque creo
que no me conviene hacerlo. Pero mañana tal vez tú esperes mi carta. Desde
que te conocí siempre tengo la impresión de que será última vez que te vea y
siempre me parece un milagro volver a verte. Pareces feliz en Moscú con tu
novio. Me alegro por ti y me das mucha envidia. Envidia por tener novio, por
viajar, por ser joven…
Me pregunto por qué he llegado a
sentir lo que siento por ti, qué sentido tiene, si es que tiene alguno.
Seguramente tú también te lo preguntes. ¿Por qué te he escrito estas cartas?
Puede que pienses que tú no eres nadie excepcional, que hay otros chicos como
tú. Para mí si eres absolutamente excepcional y único. No hay nadie como tú
en el mundo para mí y nunca lo habrá. Te considero la última oportunidad que
me ha dado la vida de amar. De amar plenamente. No se explicar por qué siento
este amor, tan sólo puedo tratar de describir mis sentimientos. Si miro hacia
a tras pienso que una sola hora contigo tiene más valor para mí que todas las
historias que he vivido en los últimos 17 años. No te equivoques, jamás habrá
nadie que pueda sustituirte.
Me resulta dificil imaginar qué
sientes por mí. Admito que cuando estamos juntos me amas intensa y
sinceramente. Eso es lo que hace que yo te quiera tanto. Es difícil para mí
vivir en la incertidumbre, saber que en cualquier momento se puede acabar
todo. Pero supongo que no tengo derecho a pedirte ningún compromiso. Nuestro
amor está tasado. Dicen que esta es la única clase de amor que no hace daño.
No es mi caso. Cada vez que imagino que no voy a volver a verte me siento
morir. Te parecerá una exageración, parte de mi “verborrea” como definiste
mis cartas. Te parecerá extraño, pero no hay nada hoy en día que me haga más
ilusión que encontrarme contigo. Debo ser un estúpido y patético viejo
incapaz de disfrutar de todas las posibilidades que ofrece la vida y
encaprichado de un joven con quien no tengo ningún futuro. No puedo
escribirte cartas porque sólo consigo con ello alimentar una historia sin futuro.
Te escribo esta carta porque no quiero que mañana te sientas defraudado por
no tener tu carta. Aquí la tienes amor mío, mi amor imposible. Como dijera
Jacques Brel, no me abandones, ne me quite pas, dejáme convertirme en la
sombra de tu sombra,la sombra de tu perro… pero no me abandones, ne me quites
pas. Yo te ofreceré perlas de lluvia venidas de un país donde nunca llueve.
Si por mí fuera me pasaría largas horas contemplándote, conversando,
compartiendo cualquier momento de la vida. Ya se que no es posible mi amor.
Yo aceptaré las migajas que puedas darme como si fueran el manjar más
exquisito y sabroso. Déjame disfrutar del poco tiempo que puedas dedicarme,
no te pediré nada más. Pero por favor, si crees que esto debe terminar, se
sincero conmigo y dímelo. Me matarás de dolor pero volveré a aprender a vivir
sin amor. Lo peor es la incertidumbre, no saber qué ocurrirá. No soy un viejo
verde obsesionado por el sexo. Tampoco tú eres una belleza física
excepcional. Te lo he dicho y te lo he escrito muchas veces. Cuando estoy
contigo me siento en paz, reconciliado conmigo mismo y con el mundo, siento
que no me falta nada, que tú me das todo lo que necesito. No se por qué
ocurre, solamente se que ocurre y que me siento muy dichoso. No se que
ocurriría si nos viéramos con más frecuencia, la convivencia siempre es
difícil. Cuando dos personas se encuentran unicamente para amarse no hay
conflicto posible. Amor mío, aunque
mañana fuera la última vez que nos viéramos, solo podría agradecerte todo el
amor que me has dado. Confío en que la vida me de la oportunidad de volver a
verte muchas veces. Te quiero, te amo y te deseo. Tú dirás hasta cuando
seguiremos compartiendo estos breves encuentros. Por mi parte siempre me
parecerá poco, pero por poco que sea siempre será infinito.
Amor mío 23 de junio de 2017
En poco más de una hora estaremos
nuevamente gozando el uno del otro. Mis labios recorrerán tu cuerpo buscando
algún rincón todavía poco conocido. Tu mordisquearás mis labios, yo
mordisquearé tus pezones. Tu sexo llegará hasta el fondo de mi garganta,
reposaré mi mejilla sobre tu verga hinchada. Volverás a acometerme penetrando
hasta el fondo de mi alma y volveré a sentir el placer infinito de tenerte
dentro de mí.
Me siento una de las personas más
afortunadas de la tierra. Tengo un buen trabajo, gozo de excelente salud y
tengo al más maravilloso de los amantes. ¿Qué más podría pedir? Siempre nos
falta algo, está en la naturaleza humana. Yo quisiera nadar contigo en una
playa tranquila y apartada. Visitar alguna ciudad romántica como Venecia o
Paris o La Habana. Quisiera viajar contigo en barco. Viajar contigo en tren.
Viajar contigo en avión, en coche, en autobús, en bicicleta, andando, en
burro, en camello…. Pasar una noche en el desierto a la luz de las estrellas.
Asistir a una función de Ópera en el Teatro Real, a una sesión de jazz en el
Clamores. Ver juntos mil y una
películas. Cocinar para ti, descubrir todo aquello que te gusta. Discutir
contigo porque no te gusta el pescado ni las setas. Discutir contigo por
cualquier tontería, porque discutir es compartir la vida. Enfadarme y
enfadarte para inmediatamente reconciliarnos y volver a amarnos como la
primera vez, como la segunda, la tercera, … la octava… Creo que hoy será el
noveno día que me haces el amor. La onceava vez que me haces el amor puesto
que en dos ocasiones comimos juntos y me amaste antes y después de comer.
Tengo por delante una década
maravillosa y prodigiosa que me gustaría compartir contigo tanto como sea
posible. No se si nuestro amor durará un año, o diez años o si como imagino
en mis cartas durará siempre y seguiremos amándonos miles de años después de
haber desaparecido de este mundo. Sólo sé que a tu lado soy inmensamente
feliz. Y estoy empezando a perder el miedo de perderte. Ahora sé que tú
también me amas, que esperas nuestros encuentros y mis cartas. Reconozco que
la propina ayuda, claro. Pero tengo la sensación de que no seguiríamos
viéndonos si no compartiéramos esta pasión.
Tengo que hacer malabares con el
tiempo. Reposar mi cabeza unos instantes en tu pecho después de caer rendidos
tras amarnos e imaginar que ese breve instante son largas horas… que me quedo
dormido abrazándote y nos despierta la brisa fresca del amanecer.
Sería tan maravilloso despertar un día
tras una noche tórrida de sexo y que la primera imagen del día fueran tus
labios y tu mirada.
Amor mío, quiero volver a lamer todos
y cada uno de los dedos de tus pies. Quiero volver a introducir mi lengua en
tu ano, quiero besar tus nalgas, tus axilas, tus párpados y tus ingles.
Quiero que goces una y mil veces, que te derrames dentro de mí, que me hagas
llorar de felicidad. Amor mío, estamos juntos, nos amamos, somos un único y
mágico ser… todo lo demás puede esperar. Que nos importa nada, amémonos
mientras estemos vivos y podamos permitírnoslo.
Esta eMs mi carta de hoy en
agradecimiento por todos los besos que en un rato nos estaremos dando.
Gracias mi amor por ser como eres, por hacerme el amor con tanta delicadeza y
cariño.
Soy tuyo amor mío, solamente tuyo, amor.
Amor mío 25 de
junio de 2017
Cada una de las veces que has venido a
mi casa nos hemos besado apasionadamente en la puerta o en el salón, ansiosos
de gozar el uno en el otro. El viernes lo hicimos también cuando te ibas, con
prisa y sin embargo deseando llevarte un beso más, prolongando el placer de
estar juntos. Estuviste lejos veinte días pero la espera mereció la pena, has
vuelto a mis brazos ardiente de deseo para hacer el amor dos días en una
semana.
El sábado fui a la piscina y pensaba
en ti mientras nadaba o permanecía al borde con los pies en el agua. Miraba a
otros jóvenes hermosos en bañador, pero ninguno, ninguno, me resultaba tan
atractivo como tú. Fui a ver la película “Hermanos del viento” y pensé que te
gustaría verla: un adolescente recoge un polluelo de águila arrojado del nido
por su hermano y lo adopta. Una maravilla de cine de la naturaleza rodada en
los Alpes.
Esta tarde he visto otra peli,
“Maudie”, maravillosa historia de superación personal, una historia de amor
diferente. No estoy acostumbrado a ir solo al cine. Me gustaría ir contigo,
así que como no es posible te lo cuento. Me pregunto si tenemos o no gustos
parecidos, si te hubieran gustado estas dos películas que mí me han entusiasmado.
No puedo seguir escribiendo solamente
sobre nuestros encuentros sexuales, necesito hablar de otras cosas. Maudie me
ha gustado porque habla también del dolor y es capaz de hacerlo sin perder ni
un solo momento la belleza. La vida, el mundo, es así, está lleno de dolor y
de belleza y yo admiro a los artistas que son capaces de crear belleza sin
ocultar las injusticias y las tragedias de la vida. El jueves fui a ver
“Pareja abierta” de Dario Fo, con Carmen Conesa y Victor Ullate Jr. Una
comedia muy recomendable y un magnífico trabajo de actores…. También la
hubiera compartido gustoso contigo.
Volveremos a amarnos muy pronto, amor
mío. No se cómo voy a hacer para sintetizar en mis besos todo lo que me
gustaría compartir contigo. Está bien, si solamente quieres que seamos
amantes, eso seremos. Yo sería para ti cualquier otra cosa y todas a la vez:
amigo y confidente, compañero de aventuras, padrino, hermano, tío, marido… lo
que tú quisieras. Pero no me quejo, ahora estoy más tranquilo y pienso que
seguirás amándome, que a nuestra pasión le quedan todavía muchos capítulos.
Ha llovido amor mío y el olor a tierra mojada también me hace pensar en ti,
porque yo soy la tierra y tú eres la lluvia. Juntos somos el ciclo de la
vida, el milagro del amor de donde nace la belleza del mundo.
Corre 5 de julio de 2017una suave brisa, como
el viernes cuando nos amábamos en la cama grande junto a la ventana. Me
gustaría mandarte un mensaje diciendo solamente: “amor mío, te quiero y soy
feliz” te lo envío telepáticamente, ya me dirás si lo has recibido, son las
18,45h del domingo 25 de junio.
Amor mío, ¿querrás hacerme el amor
otras mil y una veces? ¿me dirás alguna vez si llegaste a escuchar aquella
canción de Elton John y si llegaste a sentir algo? Amor mío, ¿te das cuenta
de que si alguna vez me abandonas todos mis besos se perderán para siempre? Déjame
que cuide de ti, amor mío, y yo te dejaré que cuides de mí. Seremos un único
ser suspendido en el tiempo. Háblame mientras me haces el amor porque tu voz
grave y armoniosa ahuyenta todos mis temores y tranquiliza mi alma. Cada día
que pasa te quiero más y ahora lo hago con una cierta serenidad. ¿Quieres
viajar conmigo? ¿nos adherimos el uno al otro hasta el fin de los tiempos?
Amor mío 5 de julio de 2017
Seguramente no sea bueno que te
escriba porque hace que me obsesione contigo y quiera verte más a menudo.
Pero lo cierto es que aunque no te escriba sigo deseando estar contigo
muchísimo más tiempo del que compartimos y enviarte mensajes a cada momento.
Por otro lado sé que te gusta leer mis cartas y a mí me gusta complacerte. Ya
que no puedo cocinar para ti ni compartir tantas cosas que quisiera compartir
contigo seguiré escribiéndote. Me pregunto cómo podrás nunca entender lo que
siento por ti si a mi mismo me resulta difícil explicármelo. A penas tienes
tiempo para mí, siempre ocupado con tu pareja, tus amigos, tu trabajo, tus
estudios, tus viajes… Debería olvidarme de ti y aceptar únicamente el poco
tiempo que compartimos, sin esperar nada más. Pero no lo consigo. Te veo y
soy feliz, pero a los dos días necesito saber de ti. Y aunque hayamos acordado
reencontrarnos, los días que faltan para nuestra cita siento el deseo de
enviarte algún mensaje, solamente para decirte que te quiero, que pienso en
ti. A menudo miro el whatsapp y a veces apareces en línea pero tengo que
reprimir el deseo de saludarte.
-“Hola”
- “dime”
- “nada amor mío, solamente que te
quiero”
No sé qué hacer con mis sentimientos,
especialmente cuando tu respondes “yo también te quiero cariño” porque no sé
lo que significa que tú me quieras. No sé hasta donde tengo derecho a esperar
de ti algo más de lo que me das. Amor mío, cuando yo digo que te quiero
significa que me gustaría compartir mi vida contigo, naufragar
definitivamente en la isla de tu cuerpo y amarte hasta el último aliento que
me quede. Eso es demasiado y tú no puedes corresponder de la misma manera, no
deseas compartir tu vida, ni siquiera una pequeña parte de tu vida, conmigo.
Y sin embargo dices que me quieres y yo te creo y al creerte mi amor por ti
sigue creciendo sin que tenga ningún suelo sólido en el que apoyarse.
¿Qué puedo hacer contigo? Tan sólo esperar pacientemente que
encuentres un rato para hacerme el amor una vez más. Eso es muchísimo y no es
suficiente. Si me dijeras que sólo puedes verme una vez al mes te diría que
ninguna manera renunciaría a verte aunque solo fuera una vez al mes. Pero
seguiría deseando verte todos los días.
Quisiera poder susurrarte al oído que
te quiero cada mañana y cada noche, tener algún modo secreto para poder
comunicarme contigo. Creo que la telepatía no funciona. Yo siento que piensas
en mí cuando me escribes un mensaje, pero cuando estás callado tengo la
sensación de que te acuerdas poco de mí.
Hazme el amor como si fuera la última
vez que nos amamos, mi amor secreto. Derrámate en mí amor mío y déjame sentir
que soy capaz de hacerte gozar. ¡Que grande y que pobre es nuestro amor! Cada
día renovamos la pasión sin que exista ninguna certidumbre sobre nuestro
futuro. Somos solamente presente, intenso y exigente. Te amo, o tú me posees
por completo. Y sin embargo si tú quisieras… pero no, no quieres. Y aunque no
quieras yo te sigo queriendo con toda mi alma y todo mi cuerpo amor mío
Amor mío jueves
6 de julio de 2017
A penas quedan tres horas para estar
contigo. Llevo todo el día con esa sensación de tener culebrillas en el
estómago que da la ansiedad. Hacia la una ya no pude reprimirme más y te
envié un mensaje solamente para decirte que cada día que pasa te quiero más.
¿Cómo es posible amar tanto a una persona? ¿Cómo es posible que la pasión
siga renovándose y creciendo con cada encuentro? Todos mis días tienen que
ver contigo, pienso en ti a cada momento y cuento los días y las horas que
faltan para besarte. Nuestro amor es noble y puro cariño mío. No hay nada de
lo que avergonzarse sino todo lo contrario debemos sentirnos orgullosos de
nuestro amor. ¿Qué nos importa nada lo que pudieran pensar los demás?
¿Qué nos importa la diferencia de edad
o el que haya un intercambio entre nosotros? ¿Acaso el amor no consiste en
compartir? Feliz aquel día en el que me preguntaste si yo pagaría por el
sexo. Amor mío, yo compartiría contigo todo lo que tengo. No es posible pagar
con dinero el amor que tú me das, un amor que incluye el sexo pero es mucho
más que sexo.
Soy un hombre mayor que necesita
seguir amando, nunca te agradeceré suficientemente tus besos. Suena la
tormenta y pienso en lo felices que seremos dentro de un rato, amándonos
mientras sigue cayendo la lluvia. Pienso que un rato más tarde estarás
seguramente leyendo estas líneas en el metro y tu cara se iluminará con una
sonrisa que te hará más guapo y atractivo a los ojos de cualquiera que te
mire. Cuanta ternura he encontrado en ti. Nuestros encuentros son tan breves
que nunca me da tiempo a decirte, contarte, preguntarte… ¿cómo te trata la
vida? ¿te ha vuelto a doler la espalda? ¿ya se puso bien tu gata? ¿has visto
alguna peli interesante? ¿entonces estuviste en el Orgullo? ….
He agotado las palabras y las imágenes
para describir lo que siento por ti y ya solamente puedo repetirme. Me gusta
la cicatriz de tu pecho, me gustan todos y cada uno de los dedos de tus pies,
me gusta tu barba y tu voz, tus tatuajes, tus silencios, tus labios, tus
mejillas, tus nalgas y tus ojos. Me gusta cómo me muerdes el pecho y los
labios, me gusta cuando me pides que me de la vuelta y me traspasas con tu
verga, me gustan cada uno de tus movimientos y de tus gemidos mientras me
penetras, me gusta cuando finalmente te derramas dentro de mí y yo no quiero
que salgas nunca de mi cuerpo. Me gusta ducharme contigo y me gustan los
últimos besos que das antes de irte. Me gusta recordar el aroma de tu cuerpo
y el timbre de tu voz durante largas horas. Me vuelve loco cuando finalmente
sé cuándo volveré a verte. Me gusta cuando escribes que me quieres. Me gusta
soñar una vida imposible a tu lado. Me gusta escribirte sintiendo que tú me
estás leyendo y que seguimos unidos aunque no estemos físicamente juntos.
Mi dulce amor, compañero secreto de
goces infinitos, mi joven amante, frágil y arrogante, mi lindo marinero,
jinete incansable cabalgando contra el tiempo, escribiendo sobre mi piel
marchita un poema de lujuria, un soneto que se aferra a mi más profunda
conciencia recordándome que solamente somos agua que fluye… eres el mantial
más fresco y más puro que jamás hayan bebido mis labios, eres el amor mismo
encarnado en un ser único e irrepetible. No puedo imaginar que este amor
pueda terminar nunca y si algún día dejáramos de vernos siento que
seguiríamos amándonos secretamente en algún bucle del tiempo, porque un amor
tan puro es imposible que muera.
Te quiero cariño, te amo y no me canso
de repetirlo.
Amor mío 22,50h 6 de julio de 2017
Me pides otra carta para mañana.
Todavía estoy borracho de tus besos hace menos de una hora y tengo que
empezar a desearte nuevamente. Aún te siento dentro de mí y vamos a estar
juntos de nuevo en poco más de doce horas. Es un poco precipitado para mí,
pero ¿qué puedo hacer? No dejo de decirte que quiero estar contigo cada día,
como no complacerte entonces si me pides volver a vernos mañana mismo.
Presiento que pagaré el precio de no verte la próxima semana…
Me ha sorprendido que quieras volver a
verme tan pronto y no soy capaz de negarte nada. Me pregunto qué pasará. La
verdad, preferiría quedar mañana contigo para comer fuera de casa, charlar un
rato y tal vez, tal vez, hacer el amor también. Supongo que no te gusta la
idea de que nos vean juntos y prefieres que comamos en casa.
No es tan fácil escribir una carta de
amor, ¿sabes? Ahora me siento todavía medio grogui después de haber hecho el
amor contigo. Me hubiera quedado dormido junto a ti, profundamente relajado.
De pronto el proceso que suele durar una semana se acorta porque mañana
puedes compartir un rato conmigo a medio día. Está bien mi amor, te recibiré
encantado…. y tal vez exhausto. No estoy seguro de que sea una buena idea
vernos tan seguido. En cierto modo me siento halagado porque eso significa
que me deseas. Pero ¿qué significa “así da fuerzas para el finde”? No creo
que tú necesites fuerzas para el finde y en cuanto a mí, más bien perderé mis
menguadas fuerzas si mañana me haces de nuevo el amor…
Yo mañana daría un paseo contigo, iría
al cine o a ver una exposición y tal vez después volvería a amarte en la
cama. El sexo es siempre maravilloso contigo amor mío pero a mí en realidad
me gustaría poder compartir también otras cosas. Mañana volverás a hacerme el
amor, cabalgarás de nuevo sobre mi espalda y yo gozaré viéndote gozar. Tengo
que irme a dormir mi amor, soñaré contigo y repondré fuerzas para poder
complacerte mañana. ¿A caso te estás enamorando de mí?
Si es así me parece perfecto, pero
entonces tal vez deberían cambiar algunas cosas. Yo creo que no es eso. Me
deseas y estás a gusto conmigo. Eso me complace, siempre he deseado que
gozaras tanto como fuera posible. ¿Y después? Bueno, mejor no pensemos en el
mañana y gocemos del hoy. Puedes tomarme cuando quieras, soy tuyo. Mañana te
aguardaré con los brazos abiertos, me harás el amor y yo me abriré de arriba
a abajo para ti. Tómame una vez más hasta que quede rendido y agotado y con
las escasas fuerzas que me queden volveré a decirte cuanto te quiero.
Me caigo de sueño, amor mío, no puedo
llegar al final de la página. Quiero dormir sintiendo todavía tu miembro
dentro de mí, esa maravillosa sensación que suele durar cerca de 48 horas
hasta que finalmente se desvanece. Mañana volverás a penetrarme y sabe dios
cuantos días pasarán sin que volvamos a amarnos…
Pero yo ya no tengo voluntad porque
tus deseos son órdenes para mí. Te quiero amor mío y puedes usarme cuanto
quieras.
Amor mío
7 de julio de 2017
Gracias mi amor por este San Fermín
inesperado. No sabía cómo resultaría y ha sido nuevamente un enorme placer
compartir contigo la mesa y la cama. Me siento tan relajado, tan tranquilo,
tan satisfecho… amor mío, tómame siempre que puedas, disfrutemos del presente
sin preguntarnos nada. Gocemos el uno en el otro y demos gracias a la vida
por haber permitido que nos encontráramos. Si lo piensas un poco las
posibilidades que nos hubiéramos conocido eran prácticamente ninguna. Fue
pura magia que quedáramos la primera vez y aún antes de conocernos ya había
algo de poesía en nuestros primeros mensajes. Yo creo que hay algo muy
especial entre tú y yo. De otro modo no se explica que nos amemos tanto, que
la pasión no se acabe nunca, que pidamos siempre un beso más antes de
despedirnos. Sí, por favor proponme nuevos encuentros siempre que puedas,
aprovechemos el presente, que el futuro es siempre incierto. Llegará agosto y
no podremos estar juntos. Te echaré de menos y recordaré estos días de julio,
cómo sonaba la cama con tus acometidas, como llovía y un aire fresco y húmedo
era cómplice de nuestro amor acariciando nuestros cuerpos enlazados. ¡Qué
suave es tu piel, cariño! Cómo me gusta acariciar tu espalda, reposar mi
cabeza en tu pecho, abrazarte y besarte miles de veces. No me canso de
decirte que te quiero. Has descubierto un mundo nuevo de placeres para mí.
Nadie, nadie me hizo jamás el amor como tú me lo haces. Yo también he sido
joven, ¿sabes?. Solía hacer el amor como tú me lo haces ahora, especialmente
con las mujeres que amé en mi juventud y pienso que la vida me devuelve ahora
ese mismo placer que yo era capaz de proporcionar a mis amantes.
Durante años he tenido la fantasía de
ser penetrado pero muy pocas veces he llegado a abrirme. Contigo es diferente,
creo que son ya quince las veces que has entrado en mi cuerpo y yo me he
acostumbrado a recibirte, gozoso. Poco a poco nos hemos ido conociendo y
hemos tejido una red de complicidades y una intimidad serena. Ya no tengo
tanto miedo a perderte y puedo sentir que tú también me amas. Tres meses dura
ya nuestra historia de amor, cariño. Hemos superado algunos pequeños baches y
seguimos amándonos apasionadamente.
12 de julio
Hoy se cumplen tres meses desde que
nos conocimos, amor. Mañana comeremos juntos y pasado mañana volveremos a
amarnos. Volveremos a amarnos dos días seguidos, todo un lujo. Eso hace que
sienta menos ansiedad el resto de la semana. No me importa pagar por estar
contigo y no te quiero menos por ello. Al contrario me resulta excitante y romántico.
Sé que de otro modo ni siquiera te hubiera conocido. Me gustaría poder cuidar
un poco de ti, ya lo sabes. Y no lo tomes como algo paternalista. No creas
que soy posesivo, al contario. Pero siento mucha ternura por ti. Desde que
volviste de Moscú me siento más sereno, no sé si tus sentimientos hacia mí
son sólidos, no se cuanto durará nuestra apasionada historia de amor. Sólo sé
que quiero gozar cada minuto que pueda compartir contigo como si fuéramos a
amarnos eternamente, como si en el mundo sólo existiéramos tú y yo, unidos
por el azar, por la magia del destino. No renuncio a que un día las cosas
cambien, no renuncia a nada de cuanto te he escrito, pero aun así mi siento
feliz y afortunado. Es una suerte que pueda permitirme pedirte que me hagas el
amor dos días en semana. Ojala no te canses de mí y sigas deseándome. Creo
que para ti también es una suerte haberme conocido y tiene que resultarte muy
excitante tenerme como amante secreto. Vuelve otra vez y tómame en la noche
amor mío. No te canses nunca de penetrarme una y otra vez, derrámate en mi
boca y en mis entrañas, corazón.
21 de julio
Amor mío
Me ha resultado difícil escribirte
esta semana. El domingo estuve esperando un mensaje tuyo y tuve la sensación
de que no te importaba demasiado y que debería dejar de fantasear con un
futuro que no existe. Cuando nos vimos el miércoles todavía dudaba de tus
sentimientos. Hoy has vuelto a hacerme el amor y tenido la sensación de que
eres sincero y a tu manera me quieres. Ahora estoy otra vez hecho un lío.
Estoy a gusto contigo y vuelvo a sentir que tú también sientes algo por mí,
más allá del deseo y de la conveniencia. Esta mañana pensaba en que cuando
llegaras te propondría charlar un rato, ir a la piscina, dejar la cama para
otra ocasión… pero no tiene sentido. O ¿tal vez sí?
¿Serías capaz de estar conmigo para
algo diferente a hacer el amor? Supongo que no, tendrían que cambiar tus
circunstancias para que eso fuera posible. Y de todas maneras aunque nos
encontráramos para cualquier otra cosa desearíamos besarnos y abrazarnos.
Hay días que se hacen muy largos y los
encuentros contigo son siempre muy cortos. Ya no se que contarte, siento que
te lo he dicho y escrito todo. ¿Qué sentido tiene seguir imaginando una vida
a tu lado, si nuestro único futuro son nuestros encuentros furtivos y
fugaces? ¿Por qué te gusta tanto recibir mis cartas? Tal vez sea como un
espejismo, una forma de enmascarar la realidad. Una propina envuelta en una
carta de amor parece algo mucho más delicado y elegante que un prosaico billete.
¿es por eso? O tal vez, en el fondo de tu alma sientas que a ti también te
gustaría compartir conmigo algo más aunque tus circunstancias no lo hagan
posible. Yo no lo se y tu no sueles reaccionar a lo que escribo. Te gusta
leer mis cartas, sí, pero nunca se te ha ocurrido escribir tú algo o
simplemente comentar lo que sientes cuando las lees. ¿estás seguro de que me
amas? Seguramente si yo no pudiera pagarte dejaríamos de vernos, me
recordarías con cariño, claro que sí, puede incluso que hasta me echaras de
menos, pero ya no tendrías tiempo para mí. No voy a hacer la prueba de todos
modos. Pero no puedo evitar algunas veces ponerme un poco triste pensando que
nunca podré hacer tantas cosas que me gustaría hacer contigo.
Y sin embargo, aunque intente
separarme un poco emocionalmente de ti, vuelves otra vez y vuelvo a sentir
que te quiero. El amor es una extraña droga. La razón va por un lado y el
corazón por otro. Pero no te preocupes, puedes contar conmigo, aunque siempre
tengas que salir corriendo después de cumplir con parte del trato. Se que hoy
estabas tan feliz y relajado como yo, abrazados tras la batalla del sexo, una
batalla de la que seguimos saliendo triunfantes los dos. Se que te gustaría
poder quedarte un rato más.
Amor mío, no se lo que pasará en el
futuro, pero me alegro de haberte conocido, me alegro de sentir por ti tanta
ternura, me alegro de que goces conmigo y de servirte de apoyo. Te sigo
queriendo cariño, aunque nuestro futuro sea el de seguir encontrándonos
fugazmente. Después de todo todos estamos profundamente solos. Tan solo en
algunos momentos mágicos podemos olvidarnos de la soledad y sentir que
nuestro ser no termina en nuestro cuerpo. Sigue siendo muy agradable sentir
la huella que dejas en mi cuerpo cariño. Lo más sorprendente es que tú
estimulas en mí el amor romántico, es por eso que siento el deseo de estar
contigo más allá del sexo. Si sólo hubiera sexo entre nosotros, no sentiría
esa necesidad de compartir contigo nada más.
22 de julio
Querido Alberto
Verte un par de veces en semana tiene
un efecto balsámico para mí, pues hace que no necesite ir en busca del sexo,
un sexo por otro lado cada vez más frustrante e insípido. Contigo tengo todo
lo que necesito. Claro que me gustaría verte con más frecuencia, pero no
tanto para hacer el amor como para compartir otros momentos.
Pienso que tú eres para mí un ángel y
yo soy para ti otro ángel. Compartimos una pasión secreta, pero más allá del
placer que nos damos el uno al otro, somos seres mágicos que nos
proporcionamos algo sutil y muy valioso. Tú me das una paz que no conocía
hacía muchos años. Creo que yo te doy, aparte del apoyo económico un apoyo
emocional que hace aumentar tu autoestima. Tal vez por eso echas en falta mis
cartas cuando no te escribo.
Es muy poco habitual lo que nos pasa.
Desde que murió mi marido he estado con varios chicos y masajistas. Antes
nunca había pagado por tener sexo. Algunas veces he sentido cierta ternura,
pocas veces he repetido con el mismo chico. En una ocasión me encariñé, el
chico me dijo que tenía pareja y no volvimos a vernos. Lo que me ha sucedido
contigo es desde luego algo poco habitual. Toda mi vida he sido promiscuo, he
buscado los placeres del sexo de múltiples maneras. Pero en los últimos años
cada vez me resultaba más difícil encontrar experiencias placenteras. Pensaba
incluso que el sexo se iba acabando para mí. Echaba de menos a los amantes de mi juventud y pensaba que
ya nunca volvería a amar como lo hice con algunas personas, mujeres y hombres
cuando yo era un joven apasionado que deseaba apurar todos los placeres de la
vida. Si te quiero tanto es porque contigo he vuelto a sentir el amor de la
juventud, inconsciente, generoso y
temerario.
Aunque con frecuencia me haya
entregado a placeres sórdidos y morbosos, lo cierto es que siempre he sabido
que no hay mayor placer que gozar con la persona amada. Pero pensaba que eso
ya no era posible para mí. Tú me has hecho volver a ser romántico, volver a
escribir, a soñar. Sé que es muy difícil que las cosas cambien entre tú y yo.
Sin embargo no pierdo la esperanza, porque si la perdiera se rompería la
magia. No me olvido que eres mi puto como me dijiste un día, pero el día en
que deje de amarte dejarás de serlo. O tal vez algún día aceptes mi amor y
dejes de ser solamente mi puto. No te ofendas cariño. Sabes que no veo nada
deshonroso en ofrecer tu cuerpo por dinero. Yo lo hice alguna vez y lo
hubiera hecho más veces de haber tenido ocasión y frente a la hipocresía de
quienes lo consideran algo innoble, a mí me parece que puede ser algo muy
noble.
No quiero que se acabe la pasión entre
nosotros amor mío. Vuelvo a escribirte otra vez para que sepas que sigo
amándote, que me gustaría tener la oportunidad de compartir mi vida contigo y
que te sigo queriendo aunque eso no sea posible. Verte dos veces en semana es
exactamente el doble de lo que nos hemos estado viendo, no está mal, me gusta
más que verte solamente una hora a la semana.
El domingo pasado me hiciste pensar
que te importaba poco. Esta semana has vuelto a hacerme sentir que me quieres.
Me gusta que seas tú quien me busque, quien establezca el contacto. Estaré
esperando que lo hagas cariño. A penas nos queda una semana para amarnos. Por
mi parte estaré deseando volver a verte después de mis vacaciones. Cuídate
mucho amor mío y no me olvides.
25 de agosto de 2017
Mi querido Alberto
Recuerdo como me hiciste el amor una
tarde de agosto mientras una suave brisa acariciaba nuestros cuerpos
desnudos- Yo no dejaba de besar tus manos y repetir cuanto te quiero. Tú
cabalgabas desbocado sobre mi espalda gimiendo de placer. Angel mío, mi jinete
alado, mi amor secreto, mi niño querido. Quisiera poder volar para llevarte
abrazado más de las nubes, los mares y los montes.
Un mes hemos estado sin vernos, amor
mío. No he dejado de quererte ni un solo día. Tú eres la horma de mi zapato,
mi media naranja, mi delirio, la llama que aviva las brasas de mi viejo
corazón. No pierdo la esperanza de llegar a ser algún día para ti algo más
que tu cliente favorito, tu padrino benefactor. Ya se que es poco probable,
que cuando me decías “podemos ir viéndolo” en realidad estabas diciendo que
no iba a ser posible. Pero aun así
vuelvo a escribirte mis cartas de amor aunque eso contribuya a obsesionarme
contigo. Nadie me ha hecho ni me hará nunca el amor como tú lo haces. Aunque
no pueda compartir tantas cosas que quisiera compartir contigo no quiero
perder nunca esa hora de locura y de pasión que compartimos a escondidas.
He perdido muchas de las fotos tuyas
que tuve, entre las que conservo está
la de tu pie herido y me sorprende la infinita ternura que siento al mirarla.
Hace mucho que no beso tus amados pies, pero no creas por ello que he dejado
de quererlos. Nunca tenemos tiempo para que pueda besar todo tu cuerpo y tú
estás ansioso por tenerme abierto a tu merced a cuatro patas, con tu sexo
duro buscando la cueva de mi cuerpo. Está bien, tenemos poco tiempo y hay que
ir a lo importante. Esos minutos gloriosos en los que me acometes una y otra
vez y conviertes mi cuerpo en una prolongación del tuyo. Amor mío nunca
podrás saber cómo te amo en esos momentos, como dejo de pensar en mí y me
concentro única y exclusivamente en tu placer. No hay nada mejor para
combatir la muerte, el tedio, el aburrimiento, la desesperación, el cansancio
de la vida, la soledad, el paso del tiempo, el envejecimiento, las
inevitables pérdidas.. que fundirse con el ser amado, dejar de ser uno mismo
y sentirse parte del amado. Cuando seas más mayor comprenderás lo que te
digo. Ahora es suficiente con que te entregues como lo haces sintiendo todo
el vigor de tu juventud capaz de provocar un terremoto en mis entrañas.
Me gusta tanto volver a encontrarte
cada vez, volver a abrazar tu cuerpo ligero, volver a besarte como si fuera
la primera vez, como si fuera la última vez… besos robados al tiempo. Cariño
mío te lo he dicho muchas veces y vuelvo a repetírtelo: puedes contar conmigo
para todo lo que tú quieras o pudieras necesitar. Tú dices que estás a mi
servicio, yo digo que sigo enamorado de ti, que quisiera poder cuidarte y
mimarte, protegerte y amarte. Las propinas que te doy no pueden pagar toda la
felicidad que me proporcionas. Tal vez por eso vuelvo a escribirte. Todo está
bien mi amor. Volveremos a encontrarnos muy pronto, tú tendrás prisa por irte
y volverás a reclamar un último beso después del último beso y yo te abrazaré
suavemente como se abraza a un pájaro antes de dejarle salir volando. Sigues
teniendo todas mis puertas abiertas, la de mi casa, la de mi corazón, la de
mi alma, la de mi cuerpo. Amor mío creo que aún nos quedan muchos días y
placeres por compartir.
Te amo.
31 de agosto de 2017
Querido mío
Mañana volverás a hacerme el amor y
reclamarás tu carta. Es un juego bonito este que nos traemos. Me haces sentir
que me amas por lo que te cuento en estas cartas. Yo estoy un poco
desencantado de la vida, me cuesta entusiasmarme y tú me haces sentir que
todavía hay tiempo, que nunca es tarde si aún somos capaces de amar. Tú me
das una inyección de vida cada vez que me visitas a hurtadillas.
Yo quisiera prolongar nuestros
encuentros, charlar un rato antes de ir a la cama, conocerte un poco más,
bromear y comentar cualquier caso. Tu llegas impetuoso y me arrancas la ropa
a besos. Me ofreces tu cuerpo liviano y juvenil dispuesto para complacerme
sin andarte por las ramas ni con prolegómenos… No sé, no sé si es puro deseo
por tu parte o la necesidad de hacer bien tu trabajo en el escaso tiempo que
puedes dedicarme. Probablemente sean las dos cosas. Como es lógico a mí me
gusta pensar que me deseas. Hace algún tiempo que dejé de ser joven, pero
recuerdo muy bien lo que sentía cuando lo era, cuando ser deseado resultaba tan excitante.
Imagino que te resulta excitante tener un amante secreto como yo, que te
trata con cariño y te escribe cartas de amor. Sí, creo que es una historia
bonita que se merece tener más capítulos.
Conocemos bien nuestros cuerpos
después de… ¿Cuántas veces me habrás hecho el amor? Creo que deben ser unas
veinte… pero sabemos poco el uno del otro. No quiero que se agote nuestra
pasión. Por eso es necesario regar nuestro amor para que siga floreciendo.
Cubrir tu cuerpo de besos, abrazarte dulcemente, pedirte que me cuentes como
te va la vida, mirarte a los ojos en silencio. Creo que me he entregado a ti
como muy pocas veces me he entregado a nadie en mi vida. Me he pasado los
años coleccionando amantes de muy distinta duración, a veces de varios meses
y otras veces de apenas unos minutos. No se cuánto tiempo podré seguir
amándote como te amo. Tampoco sé cuanto tiempo seguirás tú deseándome como me
deseas. No quiero saberlo. Se que te gustan mis cartas y ahora te escribo una
vez más para que no dejes de quererme, de amarme, de desearme, de hacerme
sentir que estoy vivo por que por unos instantes estamos intensamente unidos
como si fuéramos un único ser.
No dejes de quererme mi amor y yo te
prometo seguir escribiéndote estas cartas secretas que son sólo para ti
porque mi amor ya solamente puede ser para ti. No quiero volver a estar
triste. Quiero seguir soñando que el amor es posible pese a todo.
Mañana comeremos juntos, ojala tengas
tiempo para quedarnos un rato abrazados en silencio. El invierno será largo y
será frío y no quiero que nuestro amor se muera. Ayúdame tú también a regarlo
para que sobreviva al frío que vendrá. Amor mío, que dulces son tus besos y
que triste sería mi vida sin ti.
Te quiero
Querido Alberto septiembre de 2017
Hace tres semanas tuve la sensación de
que la pasión entre tu y yo empezaba a debilitarse. Después hemos vuelto a
recuperar el deseo, ya que el cariño nuca se ha debilitado. Me gusta que
hayamos adquirido cierta estabilidad. Me gusta la intimidad que se ha creado,
poder compartir una cena o una merienda como hoy. Te he tomado mucho cariño a
pesar de no poder compartir contigo, como me gustaría, muchas otras cosas a
parte del sexo. Es difícil mantener una relación que se basa solamente en el
sexo, porque tarde o temprano la pasión se apaga y es necesario avivarla con
los sentimientos, las complicidades, los intereses compartidos.
Compartir la cena contigo o que le
traigas pienso a Odi, son pequeñas cosas que dan una apariencia de
cotidianeidad a nuestros encuentros. Poder charlar unos minutos, quedarnos un
rato abrazados después de la batalla de las sábanas me hace sentir que hay
algo más. Tú dirás que siempre lo ha habido, seguramente tengas razón. Hay
algo mágico e inexplicable que nos une. Supongo que eso es amor.
Me alegra que vengas a verme una tarde de
domingo, porque es algo nuevo. Tal vez puedas quedarte un rato más que otros
días. Siempre he deseado tener tiempo por delante para compartir contigo sin
que acabe puntualmente la hora prevista. Tiempo para nada, para mirarte, para
sentirte cerca. Me he acostumbrado a nuestros encuentros clandestinos y
fugaces, pero sigo imaginando un futuro distinto.
Cariño mío, como me gustaría pasear
contigo por alguna ciudad remota, abrazarte en medio del frío para entrar
juntos en calor, verte saltar las olas en una playa solitaria. Faltan ya
pocos minutos para estrecharte nuevamente y siento no poder escribirte nada
nuevo que te haga emocionarte y sonreir. Solo encuentro las imágenes que ya
te he escrito: quisiera ser un náufrago refugiado para siempre en la isla de
tu cuerpo. Quisiera dejar de buscar y encontrar a tu lado todo lo que me
falta. Quisiera que pasara el tiempo y nos encontrara abrazados recordando
momentos felices.
Amor mío van a cumplirse seis meses
desde que nos conociéramos un doce de abril. Hemos superado la primera prueba
del tiempo. Me gustaría que superáramos alguna más. Que nuestro amor no se
haga nunca rutinario. Costumbre sí, porque hay buenas costumbres que merecen
ser conservadas. Quisiera seguir besándote apasionadamente, como si fuera la
primera vez. El amor es cosa de dos –a veces de más de dos pero eso es más
difícil. Me parece que los dos estamos procurando mantener vivo nuestro amor.
Yo te sigo queriendo, aunque ya no te
escriba. Tengo que dejarte ya porque estás a punto de llegar. Hoy es una
bonita tarde de otoño porque vamos a merendar juntos y por primera vez me
harás el amor en domingo.
Vuelve otra vez y tómame en la noche,
cuando los labios y la piel recuerdan
13 de octubre de 2017
Querido Alberto
Hace seis meses que nos conocemos,
parece que hay cierta estabilidad en nuestra relación. Por mi parte la pasión
se ha ido transformando en cariño. No significa que te quiera menos por eso.
Todo lo contrario. El cariño, el afecto es en realidad más profundo que la
pasión porque no responde a un deseo físico sino a un sentimiento. No sé por
qué te quiero, por qué sigo echándote de menos los días que separan nuestros
breves encuentros. Me siento sólo y las pocas horas que comparto contigo la
soledad se desvanece. Intento buscar a otras personas pero nunca encuentro lo
que siento contigo. No me importa decírtelo, sigo queriéndote. Sigo
imaginando que algún día llegaré a ser para ti algo más de lo que soy, que
podremos hacer juntos algún plan. No quiero decirte que estoy triste porque a
tu lado me siento dichoso.
Mañana comeremos juntos y seguramente
volverás a hacerme el amor. Me gusta imaginarme abrazado a tu cuerpo ligero,
besándote mil veces en todos tus rincones. Pero también me gusta imaginarte
comiendo a mi lado, en mi mesa, charlando de cualquier cosa. Es curioso, la
fascinación que sentí por ti las primeras semanas, el miedo a no volver a
verte. Ahora te has convertido en un territorio conocido y cotidiano, pero no
por ello menos sugerente. Amor mío, te echo mucho de menos cuando voy al
cine, cuando tengo un día libre entero por delante y no se muy bien como
emplearlo.
No se cómo va a evolucionar nuestra
historia. Yo haré todo lo posible por alimentar el fuego de la pasión con el
calor de mi cariño. Me gustaría poder entrar dentro de ti y verme desde tus
ojos. Me gustaría ser para ti algo más que un acuerdo conveniente y amable.
Dime, ¿no podrías organizarte para poder escaparnos juntos algún fin de semana?
Viajar juntos tiene también sus riesgos. Creo que ninguna relación ni
sentimental ni amistosa es igual después de un viaje. Compartir todas las
horas y circunstancias del día puede acabar con una relación o puede
fortalecerla. Naturalmente yo pienso que en nuestro caso nuestros
sentimientos se fortalecerían.
Yo seguiré pensando en nuestro viaje
imaginario, en el día en que al despertarme me encuentre con tus ojos y tus
labios. El día en que pueda besarte y abrazarte sin que ello implique
necesariamente hacer el amor a continuación, porque hay muchas formas de amarse
y aunque el sexo sea fascinante no es la única, ni siquiera la más
importante. Podría volver a hablarte de tu cuerpo que tanto me gusta, pero tu
cuerpo no sería nada sin tu energía, sin tu voz, sin tu aura. Amor mío, tú me
inspiras, me haces sentirme vivo y esperanzado, haces que me reconcilie
conmigo mismo. Cuando estoy contigo siento que sale lo mejor de mi mismo, mi
enorme capacidad para amar. Por eso te quiero tanto, porque contigo soy yo
mismo.
¡Qué cartas tan locas te he escrito!
Me gusta releerlas. Me gusta imaginar que pase lo que pase siempre me
recordarás como alguien que te amó sincera y apasionadamente, que quiso que
crecieras como persona y tocaras con la punta de los dedos la inmensidad del
universo. Nacemos y morimos completamente solos, pero hay momentos
maravillosos que podemos compartir y nos permiten sentir que no estamos
solos. Tus besos y tu cariño son un dulce bálsamo en el otoño de mi vida. Te
quiero, vida mía. No eres la primera persona a la que amo, pero seguramente
serás la última, por eso no quiero que se acaben nunca nuestros besos.
Querido Alberto
4 de noviembre de 2017
Me dices que te escriba, pero yo no
quiero escribirte, quiero estar contigo. Hoy nos hemos quedado abrazados
algunos minutos más que otras veces y hasta nos hemos quedado dormidos por un
momento. No puedo expresar con palabras la ternura que me produce poder
abrazarte después de la batalla, escuchar tu respiración, sentir tu cabeza
reposando en mi pecho. Hoy ha sido un día especial. Claro que todos los días
son especiales, ¿verdad?. Mientras hacíamos el amor sólo podía pensar en un cosa: quiero
compartir mi vida contigo, quiero verte cada día, quiero casarme contigo. Es
una locura sí, pero es lo que siento. Y tú eres el único culpable, porque tú
también me quieres. No se muy bien por qué me quieres, pero se que estás a
gusto conmigo, que me deseas
Esta tarde habría hecho un te después
de ducharnos. Después te habría propuesto dar un paseo con el perro por el barrio,
disfrutando del atardecer otoñal. Luego tal vez hubiéramos buscado una
película en algún cine cercano o nos hubiéramos quedado en casa viendo alguna
de las muchas que hay en las estanterías.
Te echo tanto de menos cuando no
estás, que es casi todo el tiempo, claro. Sobre todo te echo de menos cuando
hay una fiesta entre semana como este miércoles. Un día entero libre por
delante que quisiera compartir contigo. Cariño, me quedo como borracho
después de estar junto a tí y empiezo a echarte de menos en el mismo instante
en que sales por la puerta. Ahora te escribo para prolongar la sensación de
seguir unido a ti.
Pasará una larga semana hasta que
podamos volver a estar juntos. Una larga semana con una maldita fiesta entre
semana. Si tú dejaras de quererme… tal vez yo podría entonces empezar a
olvidarte. Pero vuelves cada semana cargado de besos, de deseo, de cariño. Yo
te espero, impaciente, preguntándome cómo resultará esta vez y en el momento
en que empezamos a besarnos vuelvo otra vez a enloquecer de deseo.
Es muy sencillo: te qui-e-ro.
Te esperaba este viernes. Había
pensado hacer una tortilla de patatas para cenar. Me dio pena que no fueras a
venir y decidí hacer la tortilla de todos modos. No me gusta mucho cocinar
para mí sólo, así que me alegra preparar algo porque vas a venir a comer o a
cenar. Me engaño a mi mismo pensando que vienes a comer o a cenar conmigo,
siento que tengo una relación sentimental contigo, que por encima de
cualquier otra consideración somos amantes.
Aquí tienes mi carta, amor mío.
¿cambiará en algo nuestra historia por el hecho de que te escriba? Tengo la
sensación de que tú vas a seguir queriéndome del mismo modo, con cartas o sin
cartas, con cena o sin cena. Seguirás haciéndome el amor con la misma pasión,
con el mismo cariño. Pero no te quedarás a tomar el té ni a pasear con el
perro por el barrio.
Me gustaría al menos tener tu
dirección de correo electrónico para enviarte mis cartas sin esperar a la
próxima cita y recibir alguna respuesta. En las correspondencias amorosas las
cartas circulan en los dos sentidos. En este caso es un interminable
monólogo. Yo te quiero y tú también me quieres…pero nunca contestas a mis
cartas. Alientas mi amor, sí, pero ya no me dices “lo podemos ir viendo”
aunque sea mentira.
Querido Alberto
11 de noviembre de 2017
Me siento atrapado en nuestra
historia, me sorprende que sigamos amándonos con tanta pasión, que ninguno de
los dos parezca cansarse del otro. Que cada encuentro siga siendo más
luminoso que el anterior. Que cada beso traiga otro beso. Que mis
sentimientos hayan echado raíces tan profundas en mi alma. Cariño mío, tengo
tanto frío cuando tú no estás. ¿qué podría decirte que no te haya dicho ya?
Que me gusta cada centímetro de tu piel, que me muero de deseo cuando estoy
contigo y de ausencia cuando tú no estás. Que tengo envidia del aire que
acaricia tu pelo cuando estás lejos.
Lo nuestro no tiene solución. Me das
la vida cada vez que vienes a mi cama y me la quitas cuando me abandonas. No
comprendo por qué me quieres tanto si sabes que de este modo yo me vuelvo
loco por ti. Estoy enfermo de amor porque este amor es una enfermedad y la
ausencia no hace más que avivar el fuego. No es un juego, amor mío, es una locura
que me devora. Ya no se como manejarla. Me dejo llevar por la corriente en
una montaña rusa en la que paso de la pasión a la melancolía y la ansiedad
para volver otra vez a la pasión.
Eres un misterio para mí. No comprendo
cómo puedes amarme tanto en nuestros encuentros y no echarme de menos como yo
te añoro a ti el resto de la semana. Siento el deseo de llamarte por teléfono
simplemente para escuchar tu voz. No te preocupes, no voy a hacerlo.
Ví una película de Isabel Coixet que
me gustó, La Librería y he descubierto en internet un joven director que hace
cine gay: Roberto Perez Toledo, me ha gustado mucho su mediometraje “Los
amigos raros”. Pensaba que podría compartir contigo la aficción por el cine,
aunque en realidad no se cuales son tus gustos. Creo que empecé a enamorarme
de ti porque te gustaban el cine y los animales, y por tus mensajes de
whatsapp y por tu voz y por el mechón de tu cabello y por tus besos, claro, y
tu forma de hacerme el amor.
Es
tan sorprendente que sigamos amándonos, siete meses después de habernos
conocido… Espero que mi última carta no te haya molestado. A veces pienso que
puede resultarte agobiante mi amor. Otras veces me pregunto por qué no me
echas un poquito de menos. Ya no puedo a penas imaginar como sería mi vida
contigo porque no me das pie a esperar que nada vaya a cambiar un día. No me
quejo. Me gustaría verte más a menudo pero no quiero dejar de verte una hora
y media a la semana. Bueno después de todo no está tan mal, he ganado media
hora compartiendo la cena o la comida contigo.
|
11 de diciembre de
2017
Querido Alberto
Esta es la última carta que te escribo, carta que nunca
llegarás a leer. Porque no te llamas Alberto, porque sólo has existido en mi
imaginación. Sólo me queda mi prosa, mi verborrea como dirías tú. Estoy preso
en la cárcel de mi cuerpo que empieza a pudrirse pero mi espíritu se empeña en
viajar a los confines del Universo. No quiero pagarle a ningún chapero para que
finja su placer, mucho menos aún para que diga que me quiere. Haré el amor con
mis recuerdos, acariciaré cuerpos soñados con mis cartas imaginarias. Todo ha
sido un sueño. Pero que otra cosa es la vida sino un sueño. Lo que no quiero es
que mi sueño sea la pesadilla de nadie. No quiero pagar por una mentira. Puedo
pagar por el teatro, que es una convención pero revela las verdades que nos
conmueven.
Adios mi amor imaginado, hasta siempre. Te llevaré conmigo
en mi peregrinar y ya nunca más volveré a estar sólo. No, je ne suis jamais
seule, avec ma solitude.
No hay comentarios:
Publicar un comentario